La producción de biogasolina es probablemente mejor que el bioetanol como combustible ecológico. Los últimos avances nos acercan a este combustible.
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A pesar de las polémicas sobre la producción de biocombustibles los científicos siguen investigando en este campo. Los últimos resultados en la obtención de «gasolina verde» o biogasolina provienen de University of Massachusetts-Amherst y de University of Wisconsin-Madison.
En el primer caso Torren Carlson y Tushar Vispute han conseguido producir gasolina sintética a partir de biomasa, concretamente a partir de la celulosa procedente de hierba o árboles.
En el segundo caso James Dumesic y colaboradores han integrado un proceso para crear secuencialmente los componentes químicos del combustible de aviación a partir de biogasolina sin la necesidad de usar complejos procesos de separación y purificación previos.
Aunque sería muy fácil comercializar automóviles eléctricos, las posibilidades de construir un avión de línea que no utilice hidrocarburos es casi imposible a día de hoy, pese a los juguetes que recientemente han demostrado unas capacidades de vuelo más bien limitadas. La síntesis de este tipo de combustible a partir de biomasa puede ser una solución.
No obstante pasarán de cinco a diez años antes de que la gasolina verde llegue a las estaciones de servicio o a los aviones comerciales, aunque los logros obtenidos ya demuestran que estos combustibles han pasado obstáculos importantes en su meta de llegar a los mercados.
Posiblemente en el futuro los consumidores no puedan distinguir entre gasolinas y gasóleos tradicionales de los verdes, ya que sus composiciones serán muy similares. El desafío es obtener estos combustibles de una manera eficiente a partir de biomasa de la forma más ecológica posible.
Los investigadores de UMass consiguen la producción de gasolina a partir de celulosa vegetal. Para esta conversión calientan la celulosa junto a un catalizador sólido que es empleado de forma tradicional en la industria petroquímica y que no se pierde en el proceso. Después enfrían el producto produciéndo un líquido que contiene muchos de los componentes de la gasolina. Compuestos como el naftalato y el tolueno se forman así en sólo paso.
El proceso entero se completa en menos de dos minutos usando una cantidad moderada de calor, siendo parte de este calor proporcionado por la propia celulosa. El líquido resultante puede tratarse o utilizarse tal cual para gasolinas de alto octanaje.
Como materia prima se podrían emplear residuos vegetales que normalmente no se aprovechan o cultivos específicos con alto rendimiento celulósico plantados para este fin en tierras marginales. La idea es no utilizar grano u otros productos que en realidad son y deben ser comida para el ser humano o su ganado.
La biogasolina es más interesante que el bioetanol porque puede ser utilizada en los motores actuales sin necesidad de cambios y sin pagar la pérdida de un 30% de rendimiento de los basados en este alcohol.
En teoría se requiere bastante menos energía para fabricar biogasolina que para obtener bioetanol, produciéndose menos impacto ambiental, sobre todo si se usa como cultivo hierba o álamos o se emplean residuos agrícolas.
Además de los laboratorios universitarios ya hay compañías petroleras que persiguen la misma meta y ya diseñan maneras de compaginar sus instalaciones actuales para así aprovecharse de estos combustibles. También los ejércitos tienen un alto interés en estos biocombustibles, tanto para aviones como para otros vehículos.
Los expertos ya trabajan en simplificar los procesos químicos para que el método de producción de gasolina verde puede ser acelerado y así comercializar el producto pronto.
Solamente recordar que todo este tema de los biocombustibles está todavía bajo investigación y que su producción precipitada e irracional puede acarrear graves consecuencias para el medio ambiente y las economías humanas. Pero quizás en un futuro no tan lejano, si las investigaciones siguen prosperando como hasta ahora, podamos tener biocombustibles que sean realmente ecológicos.
Fuentes y referencias:
Noticia en NSF. [1]
Entrevista en NPR (podcast en inglés).
Foto: Ben Barnhart.