- NeoFronteras - http://neofronteras.com -

Nubes y algas

Las algas, cuando están bajo estrés, contribuyen con la liberación de yodo a la formación de nubes en las costas.

Foto

Ya vimos en esta web algún ejemplo [1] de cómo la vida sobre la Tierra cambia y altera las condiciones físicas de este planeta. Ahora unos científicos proporcionan un ejemplo más de este tipo de fenómenos al haber ayudado a demostrar que la presencia de grandes cantidades de algas en áreas costeras puede influir en el clima local.
Este estudio internacional ha encontrado que las algas pardas, cuando se encuentran bajo estrés, desprenden grandes cantidades de yodo en forma se iones cargados a la atmósfera, yodo que finalmente contribuye a la formación de nubes.
Así por ejemplo, durante la marea baja, cuando el kelp es expuesto a la luz intensa, a la desecación o al ozono atmosférico, desprende rápidamente grandes cantidades de yodo, elemento que normalmente es almacenado en sus tejidos.
Este yodo neutraliza el ozono y otros oxidantes que normalmente dañarían el kelp, y en el proceso se produce yodo molecular.
Los datos obtenidos por estos científicos explican por qué se registran en el aire que cubre los bosques de kelp grandes cantidades de óxido de yodo y otros halogenuros orgánicos. Estos productos químicos actúan además como núcleos de condensación alrededor de los cuales crecen las gotitas de agua que forman las nubes.
El kelp necesita de rocas intermareales para prosperar, siendo las playas arenosas poco apropiadas para su desarrollo. No hay kelp en cualquier costa. Estos resultados se pueden aplicar a las regiones costeras del reino Unido donde haya grandes regiones de kelp, como en las Hébridas o en la bahía de Robín Hood. Es de suponer que también se apliquen a la costa oeste de los EEUU, donde hay este tipo de algas, y a otras regiones del mundo.

Foto

El aumento del número de núcleos de condensación debido a este proceso hace que la formación de gotitas dé lugar a nubes más gruesas. Estas nubes son brillantes y reflejan mucha luz del sol hacía arriba, alcanzando la superficie del agua (o del suelo) solamente una pequeña parte de ella Dentro de cada nube hay una miríada de gotitas de agua en suspensión. En este tipo de nubes las gotitas son más pequeñas que en otros tipos de nubes, que en comparación contienen gotas más grandes y, por tanto, más susceptibles de agregarse para así formar lluvia. El aumento de núcleos de condensación por parte del kelp proporcionaría, por consiguiente, nubes más grandes y duraderas sobre las regiones costeras.
Los investigadores encontraron además que el kelp libera grandes cantidades de yodo en el agua del mar a consecuencia del estrés oxidativo como un mecanismo de respuesta frente al ataque de patógenos.

Foto

Estos investigadores sugieren que el kelp, por tanto, juega un papel importante en el ciclo bioquímico del yodo y en la eliminación del ozono de baja altitud que, al contrario que el de alta altitud que filtra los rayos ultravioletas del sol y es beneficioso, produce trastornos en los seres vivos, incluido el hombre.
Este descubrimiento se da casi 200 años después de que se identificara el yodo como elemento químico, precisamente en las cenizas del kelp.

Fuentes y referencias:
University of Manchester. [2]
Artículo en PNAS (resumen). [3]
Las bacterias hacen llover. [1]
Foto 1: “Kelp on the Beach” por philipbouchard, vía Flickr.
Foto 2: Bosque de Kelp, UCSC, RC:lab.
Foto 3: Kelp, LaGrandeMotte.