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Científicos del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT) liderados por Michael Rubner han encontrado una solución para el problema de los vidrios empañados, como puedan ser los parabrisas de los automóviles o las gafas.
La solución a este problema, que puede ser una fuente de peligro, reside en un recubrimiento de nanopartículas de sílice. Lo bueno de esta idea es que provee de una solución permanente de bajo precio y bajo mantenimiento.
Este descubrimiento ha sido presentado en la reunión anual de la American Chemical Society y esperan que esta técnica pueda estar en el mercado en un plazo de dos a cinco años.
El recubrimiento permanece estable por años y no requiere ser activado por la luz u otro medio, mantiene la textura suave del vidrio y por supuesto es transparente, incluso más que le vidrio sin tratar.
El recubrimiento consiste en capas alternadas de nanopartículas de sílice con capas un polímero. Ambos productos son muy baratos de producir y manufacturar.
Un vidrio empañado consiste en miles de pequeñas gotitas de agua condensadas sobre su superficie. Estas gotas producen la dispersión de la luz que se refleja o se refracta en el vidrio, tornándose éste traslúcido. Suele ocurrir en presencia de ambientes húmedos.
Las nanopartículas del recubriendo fuerzan a las moléculas de agua a ser atraídas hacía la superficie debido a su afinidad hidrófila. Como resultado los ángulos que forman la superficie de las gotitas y la superficie del vidrio son casi nulos, y la luz no es dispersada. Como resultado el vidrio es transparente, aunque en su superficie haya agua.