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Los médicos residentes tienen que soportar guardias en hospitales que les impiden dormir lo suficiente. Recientemente ha habido preocupación sobre los efectos que tiene este factor sobre la habilidad del médico para continuar con su práctica medica sin cometer errores.
Los resultados de un estudio sobre la falta de sueño y la fatiga ponen en evidencia los efectos negativos de este hecho sobre el trabajo realizado por médicos en hospitales. La cuantificación del estado adquirido en esas condiciones sugiere que el efecto es equivalente a tomarse cuatro cócteles.
El estudio ha sido llevado a cabo por J. Todd Arnedt de la Universidad de Michigan y sus colaboradores. Se han estudiado 34 doctores a través de pruebas donde se medía su grado de atención y también a través de simuladores de conducción. Los voluntarios fueron estudiados en diferentes ocasiones, siempre después de un día de trabajo, unas veces en los que fueron requeridos por unas pocas llamadas durante la noche y otras tras intensas noches de trabajo que sumaban el máximo legal de 80 horas semanales. En algunos test se les suministró bebidas alcohólicas o placebos no alcohólicos de las mismas como medida de control.
Después de un mes los médicos con guardias agotadoras mostraban tiempos de reacción que eran un 7% más lentos que en condiciones normales de trabajo exclusivamente diurno.
En el simulador de conducción mostraron resultados comparables a unos niveles de alcohol en sangre equivalente justo por debajo del límite legal y en un 30% de los casos no podían mantener una velocidad estable de conducción frente a los médicos descansados que incluso bebieron alcohol real.