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Las pruebas atómicas pueden ayudar a los forenses

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Hongo atómico. Foto: National nuclear security administration.

Los forenses cuentan desde hoy con una nueva herramienta para determinar la edad de los individuos que han dejado cuerpos sin identificar: las pruebas atómicas atmosféricas de hace décadas.
Las explosiones nucleares que realizaron en el pasado introdujeron en la atmósfera isótopos nucleares específicos que fueron absorbidos por los individuos que vivieron en aquella época, esos isótopos de carbono fueron acumulados en los dientes y su concentración se puede medir en la actualidad.
Se produjo un aumento significativo del isótopo carbono 14 en el periodo comprendido entre 1955 y 1963 en la atmósfera debido a las mencionadas explosiones. Estos niveles altos de C-14 se difundieron por todo el globo terrestre afectando a toda la población mundial a través de toda la cadena alimentaria aunque las explosiones se produjeran en unas pocas localizaciones en concreto.
Las plantas fijaron parte de ese C-14 a través de la fotosíntesis y luego animales o humanos ingirieron ese isótopo con la comida. El nivel estaba por debajo del nivel peligroso, y aunque la cantidad era pequeña, aun hoy se puede medir la concentración de dicho isótopo a pesar de que decaiga rápidamente debido su periodo de semidesintegración de sólo 5.730 años.
Pero gracias precisamente a esa característica se puede medir la edad de un objeto que haya absorbido C14 a través de la concentración ese isótopo en comparación con la concentración de carbono “normal” C12 presente también en el objeto, pues conocemos su ritmo de desintegración.
Según un estudio publicado hoy en un artículo [1] de Nature por Jonas Frisén del instituto Nobel en Estocolmo (Suecia) y sus colaboradores, este C14 se puede medir en los dientes de las personas porque los dientes no son renovados en edad adulta. Han realizado unas pruebas con 22 restos humanos de fecha conocida dando errores de sólo 1,6 años en promedio.
Por tanto se puede medir la edad de un cadáver usando esta técnica, que es mucho mejor que las técnicas anteriores que tienen un error de unos diez años.
Naturalmente esta técnica sólo funciona con personas nacidas después de 1943 por ser el primer grupo de personas en desarrollar dientes de adulto a partir de 1955 cuando las pruebas nucleares empezaron a sucederse.
El método se debe de calibrar para distintas zonas geográficas debido a los distintos hábitos alimentarios.
Los guionistas de CSI ya tienen un nuevo argumento con el que jugar a partir de hoy.