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Las relaciones amorosas podrían comprometer misiones espaciales prolongadas

Según un comité de investigadores el sexo y las relaciones amorosas entre los astronautas podrían poner en dificultades a las misiones de larga duración como los futuros viajes a Marte, y deberían de ser estudiadas por la NASA en profundidad.
La Nasa está planeando mandar humanos a Marte para después de 2018. Pero un viaje de ida y vuelta a Marte puede llevar más de 30 meses, en los que una tripulación de 6 u 8 astronautas tienen que convivir estrechamente. Según un informe de la academia de ciencias de los EEUU (NAS) esto podría dar pie a que se den relaciones románticas entre miembros de la tripulación con la posible problemática.
El autor del informe, Lawrence Palinkas médico antropólogo de la universidad del sur de California en Los Angeles, afirma que en esas circunstancias la cuestión de la sexualidad no dede de ser ignorada por la NASA en sus planes como ha estado haciendo hasta ahora.
Este investigador dice que estas misiones serían similares a las estancias prolongadas en estaciones antárticas. En estos sitios suelen aparecer emparejamientos entre las personas que permanecen allí por largos periodos de tiempo.
En un viaje espacial esas relaciones pueden desembocar en problemas de celos, infidelidad u otros tipos de conflictos sexuales que pueden comprometer este tipo de misiones e incluso acarrear graves consecuencias.
Según Carol Rinkleib Ellison (que no participó en el informe) una ruptura amorosa puede desembocar en violencia u otro tipo de mal comportamiento, pues los seres humanos podemos ser bastante primitivos en las emociones relacionadas con el sexo o con nuestra vida en pareja.
También el acoso sexual puede comprometer una de estas misiones. En una simulación en tierra de una estancia de 8 meses en una “estación espacial” que se hizo hace cinco años hubo problemas de este tipo. Un miembro ruso de la “tripulación” intentó besar a una compañera canadiense por dos veces justo después de que otros dos compañeros rusos se enzarzaran en una pelea. En ese caso hubo que poner cerraduras entre el compartimento ruso y el compartimento internacional.
Según Palinkas este tipo de problemas se ha venido minimizando o ignorando en el entrenamiento de astronautas.
Por otro lado, según este investigador, el sexo puede tener beneficios para la misión introduciendo estabilidad y normalidad, reduciendo la ansiedad del largo viaje espacial.
Según Ellison sería interesante que la NASA se planteara el envió de parejas al espacio y que se estudiara el efecto de la baja gravedad en el acto sexual o su influencia en la fertilidad y en la salud de los astronautas.
También sería recomendable el estudio de este tipo de condicionantes en futuros candidatos para estos viajes.
Además, este estudio pone de manifiesto la necesidad de estudiar las diferencias culturales entre los distintos miembros de la tripulación y la cantidad de radiación que los astronautas pueden soportar en tan largo viaje.