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2001 artículos en Portada

Ya se han publicado más de dos mil artículos en la página de Portada de NeoFronteras.

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Estimado lector, este artículo que está ahora leyendo hace el número 2001 en la página de Portada de este sitio web. Hay otros en Especiales, Opinión o incluso en la página de Humor, así que ya se han sobrepasado con creces los 2000 artículos publicados. Hemos cruzado otra frontera, aunque ésta sólo sea numérica.
Hace casi seis años, en un junio de 2005, que se publicó el primer artículo en NeoFronteras. Trataba sobre un estudio que se había hecho sobre el vuelo del colibrí. La foto de cabecera que puede ver ahora mismo fue la misma que apareció en aquel momento. Desde entonces son muchos los resultados que aquí se han descrito. Algunos nos han llenado de admiración hacia los investigadores que los consiguieron y muchos nos han fascinado y maravillado. Este colibrí ha libado en los mejores laboratorios y universidades del mundo y ha tratado de hacer partícipes de esos logros a gentes que hablan español a lo largo de todo el globo. Todo ello gracias a esta maravilla que es Internet.
La ciencia es una aventura que nos lleva hasta territorios desconocidos, a esos sitios en blanco del “mapa mundi” de la intelectualidad humana en donde está escrito que es un terreno desconocido. Al igual que los antiguos exploradores viajaban por territorios ignotos de África, América o Asia, los científicos tratan de hacer lo mismo sobre los paisajes abstractos de las Matemáticas, el negro Universo o los alambicados procesos de la genética. Nosotros hemos participado como observadores de esa aventura.
Durante este tiempo hemos visto las maravillas que pueblan el Cosmos, estructuras de gran belleza que son aún más bellas cuando las comprendemos. Hemos visto, por ejemplo, cómo se ha ido incrementando, hasta llegar a miles, el número de planetas extrasolares. Hemos llenado el espacio de miles de mundos que todavía no podemos ver, pero que sabemos que están ahí. Ya podemos apuntar a una estrella con el dedo y describir, a groso modo, los planetas que la orbitan.
A lo largo de estos años hemos podido ser testigos de cómo el registro fósil, el registro geológico y la filogenia han ido llenando los huecos en la historia de la vida. Esa historia representa la mayor aventura conocida que el Universo jamás haya emprendido. Quizás haya habido otras, pero ésta es la única que conocemos y nos dice que somos el fruto de catástrofes globales en las que el planeta fue cubierto por los hielos o por nubes de polvo o ceniza, de extinciones masivas que casi barrieron la vida de este mundo, de mutaciones al azar que permitieron el desarrollo de estructuras biológicas y de muchos otros factores contingentes.
En aquellos primeros tiempos vimos qué era el grafeno y cómo se obtenía a partir de un trozo de cinta adhesiva y un método muy rudimentario. Ahora nos despertamos con la fabricación del primer chip hecho con este material. Pero también, la investigación tecnológica nos ha mostrado la lucha por conseguir una energía solar fotovoltaica más eficiente y económica, cómo será la Nanotecnología del futuro o cómo unos robots sencillos crean ya su propio lenguaje.
Las neurociencias y la Psicología han tratado de desvelar qué es el ser humano hasta unos límites que nunca creímos que fuese posible. Ahora podemos saber algunas cosas que piensa una persona o anticiparse a sus decisiones una fracción de segundo antes de que incluso ella misma sea consciente de la decisión tomada.
La Antropología nos ha desvelado parte de nuestro pasado y cómo eran esos antepasados que vivían en cuevas, pero que eran muy parecidos a nosotros. Aunque no tuvieran los conocimientos que tenemos nosotros, tenían probablemente los mismos sueños, miedos e inquietudes que tenemos nosotros. También nos ha dicho cómo son esos pueblos que, aún hoy, comparte este mundo.
Durante el tiempo de funcionamiento de NeoFronteras también hemos asistido a luchas intelectuales. Todavía no sabemos quién era el hombre de Flores o qué es la materia y energía oscuras. Ni cuándo por fin se abandonarán unas cuerdas que casi son religión y no ciencia. Son batallas que aún no han terminado.
Estamos aún a las puertas de saber si hay algo más allá del modelo estándar de partículas elementales, si el LHC revelará por fin si existen las partículas supersimétricas, el Higgs u otras cosas. Ni siquiera sabemos aún si descubrirá algo nuevo o se encontrará con la nada más inmensa e interesante con la que la Física se encontró jamás.
Pero a lo largo del vuelo de este colibrí de NeoFronteras también nos hemos encontrado con resultados absolutamente alarmantes acerca del calentamiento global o la estabilidad y conservación de los ecosistemas. Este mundo maravilloso y absolutamente único, irrepetible por siempre y para siempre, está en peligro por nuestra propia estulticia y ya sabemos que estamos provocando la sexta gran extinción masiva. Durante la lectura de este post, amigo lector, se habrán extinguido especies que nunca más volveremos a ver e incluso algunas, que ni siquiera hayan sido descubiertas para la ciencia, se perderán también para siempre. Destruimos incluso nuestra capacidad para saber más.
Somos una especia capaz de lograr maravillas, de materializar fantasías que una vez fueron soñadas por otros hombres, pero también somos capaces de las acciones más siniestras. No sólo somos capaces de exterminar la vida sobre este mundo, robando un legado que pertenece a los seres del futuro, sino hacerlo conscientemente y a sabiendas, y encima negarlo en el colmo de los cinismos. Y todo por un puñado de dinero que tampoco llenará nuestras vacías vidas.
Durante estos años también hemos visto que el pensamiento dogmático está lejos de ser derrotado, que todavía quedan fanáticos que niegan la evidencia de la evolución y que enciman quieren imponer su modo de “pensar” a los demás. Lo malo del fanatismo es que nunca descansa, siempre está agazapado para hacerse con las mentes de la gente.
Es casi imposible convencer a un fanático de que está equivocado, pero quizás sí se puede conseguir que aquellos que todavía no han llegado a ese estadio de sinrazón puedan pensar por sí mismos. Desde aquí no se ha pretendido convencerles de otra cosa que no sea que, como todo ser humano con las mínimas inquietudes, son capaces de pensar por sí mismos. Porque la ciencia nunca podrá decir la verdad definitiva sobre nada. Si se ha conseguido que algún lector tenga más pensamiento crítico después de leer algo por aquí, entonces la creación de esta web habrá merecido la pena.
La fascinación por los logros científicos, la seducción que provoca en la mente de las personas con inquietudes, hizo que se creara este sitio web. Se tratara de compartir las mismas sensaciones.
Sin los lectores que están al otro lado esto no tendría sentido. Desde aquí quiero dar las gracias a todos los que también han participado con sus contribuciones a aumentar la calidad de NeoFronteras, comentando las noticias, señalando su fallos, compartiendo el hechizo que provoca un resultado… Recuerden que todos somos el Universo pensando sobre sí mismo.

Un saludo a todos