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El James Webb podrá ver exoplanetas

El telescopio James Webb, en graves aprietos políticos, podrá ver exoplanetas alrededor de otras estrellas cercanas.

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El sucesor del telescopio espacial Hubble está en peligro. Algunos políticos norteamericanos quieren cancelarlo para así usarlo como castigo ejemplar contra la NASA por haber excedido el presupuesto asignado. El pasado julio el Comité para la Justicia, el Comercio y la Ciencia de la Casa de Representantes quería cancelar el proyecto mediante la substracción de 1900 millones de dólares del presupuesto de la NASA para 2012.
El proyecto, que acumula cierto retraso, está en la cuerda floja. Recordemos que el telescopio Hubble también acumuló retraso y rebasó el presupuesto asignado. El Hubble necesitó 6000 millones de dólares equivalentes (respecto al presente) y 15 años de desarrollo. Pero esta tendencia no es la habitual en el programa científico de la NASA que suele cumplir muy bien con los presupuestos y fechas de vencimiento. Sin embargo, de vez en cuando la NASA se embarca en un proyecto realmente novedoso y arriesgado, como el que dio vida el Hubble o el que pretende lanzar el James Webb (JW). Es en estos casos, y de manera inevitable, cuando las cosas no salen como es habitual en el programa científico.
Otra situación, de la que no hablaremos aquí, es todo aquello que no pertenece al programa científico, que además está fuertemente politizado. Desafortunadamente los congresistas no parecer ver la diferencia entre la estación espacial internacional o el programa del Space Shuttle (o su sucesor) y un telescopio que nos permita ver cosas del Universo que nunca hayamos visto. Ni siquiera los propios astrónomos apoyan sin resquicios este proyecto, pues una posible cancelación del JW les hace acariciar la idea de tener más presupuesto para sus propios telescopios en tierra. La revista Nature ya calificó en el pasado al JW como “el telescopio que se come la Astronomía”. Como ya demostró la supresión del Super Colisionador Superconductor (y la posterior voladura con dinamita de lo que había de túnel para que así no hubiera tentaciones de reanudar el proyecto), la cancelación de un proyecto científico concreto no reparte maná en las demás ramas de la ciencia. Todos los demás se quedan con el mismo dinero o menos y la humanidad sin una fuente de conocimiento. Es triste que la mezquindad sea también habitual entre la clase científica y que algunos prefieran que la ciencia se resienta a que verse sin su juguete o su presupuesto. En este caso la Casa de Representantes quiere quitar el dinero de la NASA, punto. No desea repartirlo para otras buenas causas científicas. Conviene tener esto bien claro.
En el caso del JW algunos han llegado incluso a sugerir que cuando se propuso el proyecto al congreso deliberadamente se rebajó el presupuesto, porque uno realista provocaría que el proyecto no se aprobase.
El JW no es un Hubble un poco más grande. En lugar de observar el visible y ultravioleta observará desde el infrarrojo (28 micrómetros) al naranja (0.6 micrómetros). Para poder hacer esto el telescopio tendrá que mantenerse muy frío, a unos 40 grados kelvin en el punto Lagrange 2, en la sombra permanente proyectada por la Tierra. En ese punto no se podrá hacer ninguna misión de reparación, así que tiene que funcionar bien a la primera. El espejo primario es segmentado y está plegado en el momento de su lanzamiento. Los 18 segmentos que lo constituyen, que si fueran de vidrio serían demasiado pesados como lanzarlos hasta allí, están hechos de berilio. Tres de ellos cubren más o menos el área del espejo primario del Hubble. JW pesa la mitad que el Hubble, pero es más complejo.
Todas estas características hacen del JW un instrumento muy complicado y elevan considerablemente el coste de desarrollo. Es caro, pero también es el sistema astronómico más potente nunca construido.
En un principio se estimó, hace 8 años, un presupuesto de 2400 millones de dólares para su construcción, pero se cree que saldrá finalmente por 8700 millones. Ya van gastados 3500 millones y está a tres cuartos de su construcción y pruebas finales. Si finalmente no es cancelado se lanzaría en 2018 a bordo de un Arian V de la ESA.
La concepción del Cosmos que tenemos ahora sería muy distinta si no hubiésemos tenido el Hubble. Ciertos trabajos de Astrofísica no podrían haberse realizarse con el Keck ni con ningún otro telescopio en tierra. Sin el Hubble no se podrían haber hecho. Así que es conveniente en este punto exponer lo que perderemos en caso de que el telescopio JW sea cancelado. No habrá telescopio en tierra, por muy “extragrande” que sea, que lo supla.
La meta del JW es ver las primeras estrellas y galaxias que se formaron justo después del Big Bang y estudiar la evolución de galaxias, estrellas y sistemas planetarios. Pero además podrá ver y estudiar planetas orbitando estrellas de un modo que ningún otro telescopio puede hacer. Según Matt Mountain, director del Space Telescope Science Institute, el JW podría revelar otros mundos habitables.
La capacidad per se del JW de encontrar exoplanetas se podría ver incrementada si también se lanza un coronógrafo. Instrumento que básicamente eclipsa la luz estelar para que así se pueda ver el planeta sin que el brillo cegador de la estrella lo oculte. Este tipo de coronógrafo volaría de manera independiente y se situaría justo enfrente del Webb.

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El diseño en forma de pétalos de este coronógrafo (star shade) crea una sombra tan libre de efectos difractivos y otros defectos que permitiría ver exoplanetas a distancias menores a una unidad astronómica de su estrella. Se podrían ver planetas de tipo terrestre en la zona habitable a 10 o 20 parsecs de distancia de nosotros. Esos planetas serían sólo puntos en una imagen, pero se podrían tomar espectros de la luz procedente de esos mundos. Eso significa no sólo ver cambios estacionales o de color, sino además poder analizar la composición atmosférica. Es algo que sólo el JW podría hacer, pues aunque se puede hacer espectrometría durante un tránsito, tal tránsito tiene que tener lugar y esto sólo se da si hay una alineación casi perfecta.
No se puede asegurar lo que se encontrará porque no sabemos si hay este tipo de planetas a esas distancias de nosotros, pero se estima que en el curso de un año se podrían estudiar las estrellas dentro de esa esfera de radio 20 parsecs y determinar la existencia de unos cinco planetas de tipo rocoso.
Si ver el comienzo del Universo o mundos habitables en otras estrellas no es suficiente razón para mantener el JW, hay que recordar que este tipo de proyectos están desarrollados por contratistas que también fabrican satélites de comunicación o meteorológicos y que este desarrollo tecnológico beneficiará aplicaciones más mundanas, incluso para, por ejemplo, poder ver retransmisiones deportivas que suceden al otro lado del mundo a alta resolución.
Se calcula que por cada dólar invertido en ciencia espacial retornan 7 dólares a la economía de EEUU sobre un periodo de 20 años. En Europa el retorno es de 3 o 4 en el mismo periodo de tiempo.
Lo verdaderamente tenebroso no es Halloween, ni una hipotética Apocalipsis zombi, sino volver a las cavernas y a la ignorancia.

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Fuentes y referencias:
Nota en Astrobiology. [2]
Ilustraciones: NASA y University of Colorado / Nothrup Grumman.