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Aumenta la caza ilegal de grandes mamíferos

Este año que termina parece haber sido particularmente nefasto para elefantes y rinocerontes.

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Los grandes animales suelen ser siempre los primeros en desaparecer y los grandes mamíferos no parece que vayan a tener mejor suerte, esta vez por culpa de los humanos.
En este año que acaba la matanza de elefantes y rinocerontes se ha incrementado notablemente. Si la tendencia no se invierte en el futuro sólo podremos ver a estos animales en las fotos de los libros de texto.
Parece ser que la razón es una mala mezcla de riqueza e ignorancia que reside en algunos países de Asia, especialmente China. Con la prosperidad de algunos de ellos, o más bien, debido a la riqueza fácil de unos pocos individuos de sus poblaciones, se produce un mayor consumo de marfil y de cuerno de rinoceronte.

En una cumbre reciente (African Elephant Summit) celebrada en Gabore (Gambia) de la que se hace eco NewScientist se ha denunciado el incremento en la matanza de elefantes. Se contabilizó una captura total de 41,5 toneladas de marfil requisado por las autoridades, lo que rompe el record de las 31 toneladas requisadas en 2011. Es el mayor volumen registrado en los últimos 25 años y representa sólo una parte del total del marfil obtenido a través de la caza furtiva.
Dos tercios de esas requisas procedían de contenedores de barco en lugar de transporte terrestre o aéreo. Típicamente menos del 5% de estos contenedores son inspeccionados, lo que hace a este método de tráfico difícil de detectar.
Pese a que algunos países como Uganda o Tanzania realizan esfuerzos para impedir la caza ilegal, la única explicación a este incremento de las requisas es una aumento del tráfico. Así que la situación es preocupante.
Los países reunidos acordaron tomar 14 nuevas medidas para intentar reducir este tráfico ilegal, entre las que están el considerar a este tipo de tráfico como un crimen grave y adherirse a la Convención Contra el Crimen Trasnacional de las Naciones Unidas. Además estarían las medidas obvias de reforzar las inspecciones.
No hay nada noble en cazar un elefante, ni valeroso. Es un acto cobarde y fácil. Por otra parte, comprar objetos de marfil contribuye a esta matanza.

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Pero si el destino de los elefantes no es bueno, el de los rinocerontes parece aún peor. Este año se ha alcanzado un nuevo máximo en la matanza ilegal de estos animales. El número de crías que nacen cada año ya casi no compensa las muertes acaecidas en el mismo tiempo.
El epicentro de la crisis es Sudáfrica, principalmente porque es de los pocos sitios en donde todavía quedan en suficiente número. En los grandes parques de Kenia y Tanzania ya han desaparecido y los pocos que se introducen proceden precisamente de Sudáfrica.
Según la Fundación Internacional Rhino, sólo en este país se ha alcanzado la plusmarca de 827 rinocerontes negros muertos, que se suman a los 668 del año pasado. Este nivel de caza ilegal amenaza todos los esfuerzos realizados en las últimas décadas para la conservación de este mamífero. Sin embargo, y pese a todo, la población aumenta muy lentamente.
Expertos del campo se reunieron hace unas semanas en Tampa (Florida) para hablar sobre esta crisis. Estos expertos sugieren que en países consumidores, como China o Vietnam, se refuercen los controles y las leyes para impedir este tráfico y que Indonesia tome alguna medida para salvar a sus rinocerontes de Java y Sumatra. Sólo quedan unos 100 rinocerontes de Sumatra y 44 rinocerontes de Java y ambos están al borde de la extinción total.
Además, denuncian un aumento de la caza en el noreste de la India, en donde quedan los últimos 3300 rinocerontes de un solo cuerno del mundo.
Finalmente, urgen para que salve el hábitat de estos animales en varias regiones del mundo.
Todas las especies de rinocerontes se enfrentan a las mismas amenazas, de las cuales la pérdida de hábitats, la deforestación, los asentamientos humanos y la caza ilegal son las principales.
El problema de la caza ilegal tiene su origen en el tráfico ilegal de cuerno de rinoceronte, que tiene en los países asiáticos a sus clientes. Según su “medicina” tradicional, los cuernos de estos animales tienen propiedades milagrosas, entre ellas que pueden curar la impotencia o incluso el cáncer. Pero está demostrado que tomar cuerno de rinoceronte tiene las mismas nulas consecuencias para la salud que comerse las uñas, pues ambos tejidos están compuestos de lo mismo.
No existe la “medicina” alternativa, ni la “medicina” tradicional, pues a la medicina que cura se le denominada simplemente Medicina. Durante los siglos de aplicación de la medicina tradicional china no se consiguió mejorar la salud de los chinos ni su esperanza de vida. Sólo fue con la adopción de la Medicina “occidental” cuando la esperanza de vida subió allí. Tomar cuerno de rinoceronte, un producto homeopático o cualquier producto alternativo tiene el mismo efecto que una ceremonia vudú, pero siempre se enriquece al curandero o al homeópata.
Parece increíble que en pleno siglo XXI la gente no se haya desecho del pensamiento mágico, pero es así. Lo mejor que un chino impotente puede hacer para arreglar su problema es tomar esas pastillitas azules (que no mencionamos aquí para impedir el spam).

Contemplar a estos animales es su hábitat natural es una de las mejores experiencias que puede disfrutar un ser humano. No privemos a las futuras generaciones de ello.

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Fuentes y referencias:
NewScientist, Nota de agencia.
Fotos: NeoFronteras.