La secuenciación del genoma de dos mamuts ayudará a entender sus historia evolutiva, las causas de su extinción y lo que les distinguía de los elefantes modernos.
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Un equipo internacional ha conseguido la secuenciación completa del genoma de dos mamuts siberianos. La información revelada permite reconstruir parte de la historia evolutiva de este animal y las condiciones que dieron lugar a su extinción, por lo que ahora se tiene un panorama más completo sobre el asunto.
Gracias a este resultado se podrá saber qué hacía que un mamut fuera un mamut al comparar estos genomas con los de los elefantes.
Hendrik Poinar (McMaster University) sostiene que el descubrimiento permite decir que la posibilidad de recrear especies extintas es más real ahora. Algo que, según él, se podrá hacer en unas pocas décadas.
Según este investigador, será posible saber las causas que favorecieron la extinción de este animal.
Durante mucho tiempo se ha teorizado sobre si la causa de la extinción de estos animales se debió al clima o a la caza intensiva por parte de los humanos. Pero los datos que había hasta ahora apuntan a que quizás hubo varias causas que contribuyeron al evento.
Los dos genomas secuenciados provienen de dos mamuts macho que vivieron con una diferencia temporal de 40.000 años. El más antiguo de ellos vivió hace 45.000 años en el noroeste de Siberia. El otro vivió hace 4300 años en la isla Wrangel situada en el océano Ártico.
Esto significa que cuando los egipcios estaban construyendo las pirámides todavía quedaban mamuts, al menos, en esas islas.
Entre los hallazgos está que el segundo genoma contiene una de las variaciones genéticas más bajas, lo que sugiere que había mucha endogamia, posiblemente debida a una población ya muy reducida en esa época.
El análisis genético realizado apunta a que la población de mamuts sufrió un retroceso hace unos 250.000-300.000 años y que se recupero al poco tiempo. Pero al final de la última glaciación sufrió un severo declive.
Un beneficio colateral de estos datos es que permitirán comprender mejor la dinámica evolutiva de los elefantes actuales y establecer estrategias para mejorar su conservación.
Un aspecto sobre el que han alertado ya los expertos en Ecología es sobre las consecuencias que el triunfalismo sobre una posible resurrección de especies recientemente extintas o a punto de extinguirse podría tener para el medio. Esta expectativa podría reducir los esfuerzos conservacionistas porque, total, si se extingue una especie no importa porque se la puede resucitar. Esto podría reducir los esfuerzos por conservar los ecosistemas que se encuentran ahora en peligro, con su carga completa de especies. Si los políticos financian los bancos genéticos para posibilitar posibles resurrecciones de especies, ¿promoverán una mejor conservación del medio o creerán tener carta blanca para permitir la destrucción del mismo?
Primero hay que decir que muchas especies se extinguen antes de que sean descubiertas, porque estamos destruyendo su medio muy rápidamente. Así que difícilmente se las puede resucitar en este caso.
Segundo, muchas especies han desaparecido o desparecerán sin dejar muestras genéticas, así que tampoco se las puede resucitar. Que nadie espere ver dinosaurios de hace 65 millones de años o más volver a la vida, pero tampoco dodos o lobos marsupiales. El caso de los mamuts congelados en el hielo siberiano es un caso excepcional de conservación privilegiada.
Tercero, aunque consigamos almacenar varios genomas individuales de cada especie (solamente uno no permite la viabilidad de la especie resucitada como población) y tengamos una especie viva compatible que nos permita resucitarla, por ejemplo, para implantar el óvulo fecundado (el elefante para el caso del mamut), ¿dónde vamos a liberar las especies resucitadas si el ecosistema del que proceden ya ha desaparecido? Esto puede pasar incluso para especies actuales, pues los humanos estamos destruyendo todos los ecosistemas terrestres a una velocidad ya mayor a cualquier extinción masiva. Además, ¿acaso vamos a poder resucitar las miles o millones de especies que estamos extinguiendo?
De todos modos, se puede afirmar que la resurrección del mamut será, sin duda, todo un logro científico. Y si podemos realizarlo hay que llevarlo a cabo. Lo mismo se podría decir de cualquier otra especie. Pero no podemos perder la perspectiva de lo que es importante. Tenemos que ser conscientes de la necesidad de preservar la biodiversidad, el medio ambiente y los ecosistemas naturales. Al fin y al cabo, la biodiversidad es la responsable del aire que respiramos, del agua que bebemos y de la comida que comemos. Aunque sea por mero egoísmo debemos ser más responsables.
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Fuentes y referencias:
Artículo original [2]
Foto: mammoth-info.