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Los rayos de bola son un fenómeno muy raro que se da algunas veces durante las tormentas eléctricas. Hay veces que incluso han sido confundidos con los ficticios OVNIS por su forma esferoidal y brillante.
El problema del origen de este fenómeno tan raro ha estado intrigando a los expertos durante muchos años. Se han publicado diversos estudios teóricos sobre su formación y su naturaleza, pero hasta el momento nadie los había conseguido reproducir en el laboratorio.
Los rayos de bola parecen ser esferas de plasma que se forman cuando un rayo ordinario alcanza el suelo y crean una región fundida muy caliente. Estas bolas suelen medir unos 30 cm de ancho y sobrevivir durante varios segundos, durante los cuales flotan en el aire.
Eli Jerby y Vladimir Dikhtyar de la Universidad de Tel Aviv ha conseguido reproducir el fenómeno utilizando lo que ellos han denominado “taladradora de microondas”.
El dispositivo consiste en un magnetrón de 600 vatios de un horno microondas doméstico, de los que tenemos en nuestras cocinas, que concentra el haz de salida sobre una región de sólo un centímetro cúbico. Los investigadores canalizan las microondas generadas a través de un bastón y las envían hacia un substrato hecho de vidrio, silicio, germanio, alúmina y otras cerámicas. La energía de las microondas entonces produce una región fundida en el substrato.
Cuando los investigadores retiran «el taladro de microondas» de la superficie del sólido arrastran la región fundida creando una “gota caliente”. Entonces la gota empieza a flotar formándose el rayo de bola. En este caso el rayo de bola mide unos 3 cm de diámetro y dura unos 10 milisegundos. Según los investigadores el rayo de bola creado parece una medusa flotando en el aire.
Aunque la composición de la bola no ha sido verificada aún, se cree que sus componentes provienen de los materiales presentes en el substrato en diversas fases, que van de átomos neutros a iones, pasando por partículas macroscópicas. Se cree que estos rayos de bola son muy parecidos a los naturales que contienen los minerales vaporizados provenientes del suelo.
Mas aun, los rayos de bola artificiales parecen contener una combinación de plasma y procesos de combustión químicos. Esto también pasa en los naturales, en los que materiales vaporizados reaccionan con el oxígeno del aire y al arder producen luz.
Estos investigadores esperan creen que estas “bolas de fuego” tendrían aplicaciones prácticas como sistemas de creación de recubrimientos, deposición, combustión y producción de energía.
Referencia: Phys. Rev. Lett. 96 045002