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Secuencian el genoma del pulpo

La secuenciación del genoma del pulpo nos proporciona pistas sobre sus capacidades cognitivas.

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Las ucronías sobre historias evolutivas alternativas no son más que especulaciones, pero, ya puestos, puede merecer la pena pensar sobre lo que hubiera ocurrido si los vertebrados se hubieran extinguido al poco de aparecer en el Cámbrico. ¿Habría ahora seres inteligentes sobre este planeta?
Si tenemos que buscar al invertebrado más inteligente posiblemente repararíamos en el pulpo, cefalópodo que saca buena puntuación en las pruebas de inteligencia a las que se le somete. Este pariente lejano del caracol aprende rápidamente, resuelve rompecabezas e incluso usa herramientas.
Es posible especular con cefalópodos evolucionados que incluso puedan haber abandonado el agua para adentrarse en tierra firme en una historia evolutiva alternativa. Según esto podría haber pulpos inteligentes con tecnología avanzada en lugar de nosotros ahora mismo.
Pero, ¿a qué se debe esta supuesta inteligencia de los pulpos? La respuesta quizás nos la dé la secuenciación de su genoma que recientemente se ha publicado.
Las secuenciaciones de genomas de distintos seres vivos nos están enseñando muchas cosas sobre el árbol filogenético global y sobre nuestro propio origen, incluso ya nos dice que los seres humanos modernos se cruzaron con los neandertales en el pasado.
La secuenciación del genoma del pulpo, realizada por un consorcio y ahora publicada, no sólo nos habla del origen de su inteligencia, sino que, además, nos proporcionará pistas sobre su sistema de camuflaje o cómo controla los tentáculos y cómo los regenera en caso de amputación.
Según algunos investigadores que estudian los pulpos, como Annie Lindgren (Portland State University y no relacionada con el estudio), tener el genoma del pulpo secuenciado es como tener súbitamente la llave de la biblioteca más grande del mundo que antes sólo se podía ver a través de unas ventanas parcialmente cerradas por persianas.
La publicación de este genoma revela una vasta e inexplorada cantidad de genes novedosos arreglados de manera tal modo que proporcionan soluciones a problemas resueltos de forma similar en el genoma humano.
Es el mayor genoma conocido del mundo de los invertebrados con 2700 millones de pares de bases y con más genes (33.000) que en el genoma humano (20.000-25.000). La tarea no ha sido fácil y a ratos ha demostrado ser confusa.
Entre las sorpresas se encuentra una gran grupo de familia de genes (genes protocadherinos) relacionados con el desarrollo de redes neuronales complejas y que han sido encontrados también en otros animales “superiores” como los mamíferos. Hasta el momento sólo se habían encontrado estos genes en los genomas de vertebrados.
Además, hay genes únicos relacionados con la formación del sistema de visión del pulpo, que, como el de otros cefalópodos consiste, además de en un cerebro grande, en unos ojos similares a los humanos que evolucionaron de forma independiente (y que no sufren de fallos como el desprendimiento de retina).
Para los neurólogos es interesante comprender cómo un grupo de animales completamente distinto ha conseguido desarrollar grandes y complejos cerebros. Gracias a esta secuenciación se podrán entender mejor sus bases moleculares.
El sistema nervioso de los pulpos es complejo y se extiende más allá de su cerebro para distribuirse por todo su cuerpo. Con él consiguen desde guiñar un ojo hasta controlar los cromatóforos responsables de su sistema de camuflaje. Estos cromatóforos son capaces de expandirse y contraerse en un milisegundo y con ello cambiar el patrón geométrico y de color de la piel del pulpo. Con esta secuenciación de genoma se podrá saber más sobre este asunto.
Entre los genes nuevos que se han encontrado hay muchos relacionados con el sentido del gusto que está presente en las ventosas de sus tentáculos.
Toda esta información permitirá saber cómo ha sido la evolución del pulpo desde que se separó de sus parientes los calamares hace 270 millones de años. Una evolución que es difícil de conservar en el registro fósil. En este tiempo el pulpo ha ido evolucionando rápidamente gracias a un sistema de edición de ARN que está también presente en otros seres como los humanos, pero que en los pulpos se da en mayor medida. Además se han encontrado genes transposones que quizás hayan jugado un papel en la evolución de sus capacidades de aprendizaje.
Sin embargo, no se han encontrado pruebas de que el genoma se haya duplicado en el pasado, algo que sí parece que se dio en los vertebrados y que permitió la presencia de genes extras que adquirieron nuevas funciones. Esto ha supuesto una sorpresa para los investigadores, pues se esperaba esta duplicación para así poder alcanzar las características avanzadas de este animal. Al parecer, en este caso, se han conseguido estas propiedades sin necesidad de duplicación. ¿Qué hubiera pasado si esta duplicación se hubiera dado en el pasado? No lo sabemos.

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Fuentes y referencias:
Artículo original. [2]
Foto: Wikimedia Commons.