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Gusanos de la harina se alimentan de poliestireno

Consiguen demostrar que el gusano de la harina es capaz de alimentarse de poliestireno expandido y aíslan a la bacteria de su aparato digestivo responsables de la hazaña.

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La capacidad de adaptación de la vida es a veces sorprendente. Incluso puede llegar a evolucionar para aprovechar los desperdicios modernos que el ser humano ha generado recientemente.
El poliestireno expandido (o poliexpan) se usa como aislante térmico y en paquetería para proteger los electrodomésticos en sus cajas, pero también se usa como envase para comida y bebida. A veces, por ejemplo, la fruta del supermercado viene agrupada en bandejas hechas de este material. Incluso las hamburguesas de las hamburgueserías veían hasta hace poco tiempo envueltas en este material.
Es un material que no se suele reciclar porque no es económico hacerlo. Es uno de los enemigos de todo ecologista que se precie. Ha venido siendo sustituido por otros materiales, como el cartón, desde hace un tiempo, pero se resiste a desaparecer debido a su bajo precio.
Se produce insuflando gas en poliestireno fundido, de tal modo que se forma una infinidad de burbujas que son las que le dan su ligereza y su capacidad aislante frente al calor.
Ahora, un grupo de científicos liderado por Dr Wei-Min Wu (Stanford University) ha descubierto que los gusanos de la harina son capaces de alimentarse de este material.
Llamamos ‘gusanos de la harina’ a las larvas de Tenebrio molitor, un coleóptero cuya fase larvaria dura 10 semanas de forma natural. Se suele utilizar como alimento vivo para mascotas exóticas insectívoras como reptiles y aves. También se usa con frecuencia como cebo de pesca y menos habitualmente como alimento rico en proteínas para deportistas.
El caso es que las larvas de este insecto consiguen degradar eficientemente el poliestireno en su aparato digestivo con un tiempo de retención menor a las 24 horas. Además, las larvas viven de una manera normal como si se alimentaran con su dieta habitual, pudiéndolo hacer durante meses. Estos seres alimentados así son tan sanos como cualquier otro de la misma especie que se alimente de comida normal.
En sus experimentos los investigadores pudieron medir que cada larva comía de 34 a 39 miligramos de poliestireno al día y que convertían la mitad del material en dióxido de carbono, una proporción que es igual a la de la comida habitual del artrópodo. El resto es excretado junto con las heces en forma de fragmentos biodegradables.
La pregunta que nos podemos plantear es cómo estas larvas consiguen este logro. Los investigadores sospechaban que algunas bacterias del tracto digestivo de las larvas eran las responsables de la proeza, así que se dedicaron a administrar seis antibióticos diferentes a distintos grupos de larvas y comprobaron si podían seguir alimentándose de este plástico.
Descubrieron que la gentamicina conseguía los mejores resultados a la hora de impedir que las larvas se alimentaran del poliestireno, algo que conseguía por 10 días.
Así que debía de haber una bacteria que normalmente despolimerizaba este plástico y los convertía en dióxido de carbono, proporcionando así nutrientes a la larva en una relación simbiótica. Este tipo de relación es la misma que se da en muchos otros trastos digestivos, incluido el humano, pero con comida normal.
Consiguieron identificar y aislar la variedad de bacteria responsable. Se trataba de Exiguobacterium sp.
Según Wu su descubrimiento abre nuevas puertas a la solución del problema de contaminación por plásticos que hay en el mundo. Ya en estudios previos habían descubierto que las larvas de la palomilla bandeada (Plodia interpunctella, también conocida como palomilla, polilla India de la harina y polilla de la fruta seca) posee bacterias que son capaces de degradar el polietileno.
Ahora, este mismo equipo de investigadores planea estudiar si los microorganismos que poseen las larvas de estos y otros insectos pueden degradar otros tipos de plásticos como el polipropileno. Un paso más allá sería aislar y mejorar las enzimas para que degraden todos estos plásticos más rápidamente.

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Fuentes y referencias:
Artículo original I [2]
Artículo original II. [3]
Foto: Yu Yang.