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Sobre el sacrificio de las arañas vírgenes suicidas

Las adultas vírgenes de una especie de araña cuidan de las crías de otras arañas emparentadas con ellas e incluso se dejan comer por estas crías.

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La manera en la que trabaja la evolución no tiene nada que ver con la maldad o bondad o cómo veamos el mundo los seres humanos. Es una fuerza ciega que sólo depende de una variación en la herencia y una presión de selección guiada por el éxito reproductor. No hay objetivo ni meta, no hay necesariamente progreso o direccionalidad.

Para ejemplificar esto nada como considerar las arañas de terciopelo Stegodyphus dumicola. Las crías de esta araña pueden ser cuidadas por su tía virgen. Para ello esta regurgita comida a los recién nacidos. Pero cuando llega el momento es la tía la que se convierte en comida para los pequeños. Es un ejemplo extremo de altruismo.

Las arañitas empiezan a comerse a la tía cuando todavía está viva y para ello inyectan enzimas en su cuerpo que disuelven el interior de la adulta. Luego, las arañitas sólo tienen que sorber los fluidos a medio digerir. Al final sólo queda el cuerpo hueco de la adulta.

Según Trine Bilde (Universidad Aarhus, Dinamarca) no hay agresión aparente en todo ello y parece que las adultas permiten a las crías que se coman sus cuerpos.

S. dumicola es una especie social y sus individuos viven en grandes nidos comunales [1]. El nido está hecho de materiales vegetales y seda, además posee dos telarañas normales dedicadas a capturar presas. Cientos de estas arañas cooperan para capturar presas, defender el nido y cuidar de los más pequeños aunque sean vírgenes (que no se han apareado) y no lleguen a tener descendencia. Sólo viven un año, por lo que sólo pueden reproducirse una vez como máximo.

Que estas arañas se dejen comer por crías que no son sus descendientes no deja de ser sorprende. Por otro lado, en la especie emparentada S. lineatus sólo las hembras que se han apareado cuidan de las crías, pero no las vírgenes. En este caso, además de cuidar de su descendencia, también cuidan de la descendencia de otras hembras del nido. Pero sólo sus descendientes se las comen al final de proceso de crianza. Este comportamiento, que en Biología se denomina matrifagia, es más común de lo que se cree en el mundo animal.

Bilde quería saber cómo surgió el extraño comportamiento de S. dumicola en el que las hembras vírgenes se dejan devorar por las que no son sus crías, así que el grupo de investigadores criaron en el laboratorio estas arañas para así poder investigarlo. Las dividieron en varios grupos en los que había dos arañas adultas apareadas y tres vírgenes cuidando de los pequeños.

Observaron que tanto las vírgenes como las apareadas realizaron los mismos cuidados, como cuidar de los sacos de huevos o regurgitar comida a las recién nacidas. Además, al final ambas eran comidas por las arañitas.

Aunque parezca un comportamiento evolutivamente absurdo, no es tal si consideramos a los insectos sociales (por cierto, las arañas no son insectos). En abejas y hormigas las obreras no se reproducen y cuidan de los hijos de la reina. Pero, como comparten muchos genes con la madre (la reina), es casi como si cuidaran de su descendencia.

Una manera de ver esto es si consideramos la teoría del gen egoísta de Richard Dawkins. En insectos sociales se favorece este tipo de comportamientos altruistas porque las obreras comparten muchos genes con las crías a las que cuidan y estos genes sólo fuerzan su propia perpetuación, aunque sea a costa del individuo.

A estas arañas les pasa algo parecido, pues las cuidadoras comparten muchos genes entre sí y con la nueva generación. Cuanto mejor cuiden a las arañitas más posibilidades tienen de que sus genes se propaguen, es decir, de que tengan éxito reproductor. Donar su propio cuerpo es una solución que mejora ese éxito reproductor, ya que dicho cuerpo no puede reproducirse más al finalizar la temorada. Para favorecer este comportamiento, posiblemente, las tías vírgenes y las apareadas no sean capaces de distinguir entre sus posibles huevos y los de las demás.

Pero, ¿por qué surge un comportamiento así? Este género de arañas ocupa paisajes áridos y desérticos en donde las presas no abundan, por lo que ofrecer sus propios cuerpos como plato principal a las crías posiblemente proporcione más comida que la pueden encontrar en un momento dado.

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Fuentes y referencias:
Artículo original. [3]
Foto: Wikipedia / Bernard DUPONT