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Antepasado gigante de los mamíferos que vivió con los dinosaurios

Encuentran restos fósiles de un ser del Triásico que pesaba 9 toneladas y estaba emparentado con los mamíferos en una época en la que empezaron a dominar los dinosaurios sobre la Tierra.

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Visto desde la escala del tiempo geológico, toda especie está virtualmente extinta. En estos 600 millones de años de evolución de vida compleja han surgido multitud de especies, muchas más de las que hay ahora en la Tierra.

Bajo esta perspectiva, es normal pensar que debemos encontrar fósiles de especies ya extintas continuamente. Pero siempre está el límite de que el registro fósil es incompleto. Hay especies que no dejaron ningún fósil o si dejaron alguno, este fue destruido o nunca lo encontraremos.

Esto significa que hay seres que vivieron sobre este planeta y sobre los cuales nunca sabremos nada. Quizás fueron seres sorprendes y maravillosos que nos causarían fascinación, pero nunca los conoceremos. Así que hay que congratularse de los casos en los que sí podemos conocer esos seres del pasado, como con Lisowicia bojani.

Este animal, cuya descripción se ha publicado recientemente a partir de sus restos fósiles, se asemejaría a un cruce entre una tortuga gigante y un rinoceronte. Vivió en el Triásico, pesaba 9 toneladas y estaba emparentado con los mamíferos en una época en la que empezaron a dominar los dinosaurios sobre la Tierra.

Esta criatura ofrece una nueva perspectiva a la época en la que aparecieron los dinosaurios. Al fin y acabo, ¿quién pudiera haber pensado que hubiera un «primo» de los mamíferos del tamaño de un elefante viviendo al lado de los primeros dinosaurios?

Hasta ahora se había pensado que en el Triásico tardío (entre hace 240 y 201 millones de años) los primeros seres emparentados con los mamíferos se retiraron a los rincones de los ecosistemas de la época mientras que los dinosaurios crecían en tamaño y terminaban dominando la Tierra. Pero este descubrimiento desmentiría esa visión y sugiere que las mismas fuerzas evolutivas que favorecieron el aumento de tamaño de los dinosaurios también se aplicaron sobre este otro tipo de seres.

Lisowicia bojani era un dicinodonte, conjunto de animales perteneciente al grupo de los sinápsidos, que estaba caracterizado por tener una pareja de «cuernos» en la mandíbula superior que se asemejan a unos dientes caninos, aunque tenga más cercanía real con el pico de algunas tortugas actuales. Aparte de este detalle, carecían de dientes y se alimentaban de vegetación.

Los dicinodontos fue el primer grupo de vertebrados cuyos miembros tuvieron éxito a la hora de alimentarse de plantas. El grupo de los sinápsidos incluye a los antepasados de los mamíferos y fue uno de los grupos más abundantes y diversos de animales de tierra firme desde el Pérmico medio al Triásico medio, desde hace 270 millones de años a hace 240 millones de años.

Los dicinodontos evolucionaron en una diversidad de formas. Unos eran pequeños, como una especie que se parecía a los topos modernos u otro que constituyó el primer vertebrado en vivir en los árboles. Mientras que otros crecieron hasta alcanzar el tamaño de un hipopótamo moderno y la tonelada y media de peso. Hasta ahora se creía que los miembros de este grupo de individuos de gran tamaño declinaron con el tiempo y terminaron extinguiéndose todos en el tiempo en el que vivió Lisowicia bojani y nunca llegaron a alcanzar el tamaño de los dinosaurios. Precisamente, la existencia de este animal desmiente tal presunción.

Tomasz Sulej (Academia Polaca de Ciencias en Varsovia) y Grzegorz Niedźwiedzki (Universidad de Upsala) descubrieron el fósil de este ser en una cantera de arcilla destinada a la fabricación de ladrillos en el pueblo de Lisowice, que está a unos 100 km al norte de Cracovia en el sur de Polonia. Esta villa es responsable de parte del nombre que se ha dado al animal, la otra parte es en honor de Ludwig Heinrich Bojanus, un anatomista del XVIII.

El hallazgo se pudo realizar gracias al soplo que les llegó en 2006 sobre que alguien había descubierto unos huesos allí. A los 15 minutos de empezar a excavar ya encontraron los primeros fósiles. En todos estos años han recuperado más de 1000 restos óseos de reptiles y anfibios. Cien de ellos pertenecían a dos especímenes de un animal de gran tamaño.

En un principio creían que se trata de huesos de dinosauris saurópodo debido al tamaño, pero el cráneo y los huesos de las patas les hizo ver que estaban equivocados y lo clasificaron finalmente como un dicinodonto. Mediría unos 4,5 metros de largo por 2,6 de alto. Los investigadores especulan que tal vez Lisowicia alcanzó este tamaño para maximizar la ingesta de alimento y almacenar más energía. Otros expertos del campo sugieren que quizás también pudo deberse a la competición con otros reptiles herbívoros para alcanzar las hojas altas de las plantas. También podría ser una estrategia para no ser depredado. El hecho de que se hayan encontrado cropolitos (heces fosilizadas) conteniendo restos óseos de dicinodontos apoyaría este punto de vista.

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Los dicinodontos tendrían un postura un tanto extraña a nuestros ojos, pues las patas traseras eran rectas como los mamíferos actuales, mientras que las delanteras estarían curvadas como las de los reptiles. Este tipo de postura es similar a la de los saurópodos y podría ayudar a soportar su masivo peso.

La nueva especie es, junto a los dinosaurios y sus antepasados, el mayor animal a cuatro patas que vivió en el Triásico y la última que sobrevivió de su linaje. El hallazgo demostraría que estos parientes lejanos de los mamíferos siguieron siendo dominantes en los ecosistemas de tierra firme hasta bien entrada la era de los dinosaurios.

Estos investigadores dicen que buscarán más restos fósiles en Rusia y Ucrania de este tipos de animales que permitan aclarar mejor el papel de dicinodontos en esa época.

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Fuentes y referencias:
Artículo original. [2]
Ilustración: Karolina Suchan-Okulska.
Esquema: Tomasz Sulej, Grzegorz Niedźwiedzki.