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Encuentran diferencias entre empatía y actividad de neuronas espejo del cerebro entre distintas personas.
Las neuronas espejo se descubrieron cuando se observo que ciertas neuronas motoras de unos monos se activaban cuando se realizaba algún movimiento con los miembros, pero eran igualmente activadas cuando los monos en cuestión observaban esa misma acción realizada por otro individuo. Se les llamó neuronas espejo porque imitan acciones que no se están realizando de verdad, sino que se imitan al ser observadas. Posteriormente se han podido igualmente ver en humanos. Hay varios tipos de neuronas espejos y algunas sólo habían sido halladas en macacos hasta ahora.
El sistema de neuronas espejo permite hacer como propias acciones, sensaciones y emociones de los demás. Se ha comparado su descubriendo en la neurología a lo que fue el descubrimiento del ADN en la genética.
La capacidad de tener empatía o la capacidad de imaginar lo que otro está pensando residiría en este sistema. Este sistema demuestra que somos seres sociales y la familia o la comunidad sería por tanto valores innatos. Lo difícil es demostrar que la empatía verdaderamente depende de este tipo de neuronas y si es la misma entre los diferentes individuos.
Ahora un grupo de investigadores ha revelado en humanos que un tipo de neuronas espejo aumentan vivamente su actividad cuando se escuchan ciertos sonidos. De este modo si alguien oye un ruido de otro comiéndose por ejemplo una fruta, entonces estas neuronas dentro del cerebro se activan como si realmente esta persona se la estuviera comiendo de verdad.
Las neuronas auditivas sólo se conocían en macacos. Para determinar si se dan en humanos Valeria Gazzola de la Universidad de Groningen (Holanda) y sus colaboradores estudiaron a 16 voluntarios usando un escáner de resonancia magnética nuclear funcional.
La idea era observar la actividad en las diferentes regiones cerebrales cuando a las personas se les hacía escuchar ciertos sonidos, como el ruido producido por las patatas chips al ser comidas, o una hoja de papel al ser desgarrada.
Al combinar los datos procedentes del origen de los sonidos con los procedentes de la actividad cerebral vieron que se solapaban. Las neuronas motoras asociadas con la accion de masticar o con las manos se activaban cuando sus respectivos sonidos eran escuchados, pese a que los sujetos ni comían ni manipulaban nada con sus manos. Esto ocurría en áreas del cerebro como la circunvolución temporal bilateral y surco temporal superior.
El fenómeno podría haber sido explotado por la publicidad desde hace décadas sin saberlo. Refrescos burbujeantes o el ruido de una botella al abrirla probablemente disparan nuestras neuronas espejo.
En este experimento los sujetos que puntuaron alto en tests de empatía mostraron niveles más altos de activación de neuronas espejo, poniendo de manifiesto la conexión entre empatía y este tipo de neuronas. Por tanto han podido ver que este efecto depende entonces de cada individuo.
Ya se había observado que hay diferencia, tanto en la puntuación en estos tests como en la activación de neuronas espejo, entre autistas y no autistas, pero este nuevo resultado muestra por primera vez que a su vez hay diferencias entre personas no autistas. Cuánta empatía tengamos dependerá por tanto de cuánto de activado esté nuestro sistema de neuronas espejo.
Quizás la gente malvada o psicopata, que no siente nada por los demás, tenga este sistema de neuronas espejo muy poco activado o incluso atrofiado, aunque esto es sólo una especulación.
Referencias y fuentes:
Current Biology (vol 16, p 1824)
Mirrors in the mind [1]
Gazzola, V. (Valeria): Empathy in The Social Brain [2]