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Sobre el evento Lau/Kozlowskii

Una extinción masiva del pasado nos advierte sobre la peligrosidad de incentivar las zonas anóxicas de los mares terrestres.

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Ha habido cinco grandes extinciones masivas en la Tierra. La última fue la del Cretácico o Cretáceo de hace 65 millones de años, que se llevó por delante a los dinosaurios y es posiblemente la más conocida. También se empieza a conocer por el gran público la del Pérmico de hace 250 millones de años, que fue la más grave de todas. Estos fenómenos fueron tan importantes que la mayoría de las veces se han usado para delimitar periodos geológicos.

Pero hubo otras extinciones masivas. Una de ellas de la del Silúrico, que se dio hace 420 millones de años o evento Ludlow Lau/Kozlowskii. En este evento se extinguieron el 23 por cierto de todas las especies marinas del planeta. Esta extinción es distinta de la gran extinción masiva del Silúrico de hace 440 millones de años, que eliminó a un 84 por ciento de las especies.

Recordemos que, en esos tiempos, los ecosistemas marinos eran los que más especies contenían y, además, sus especies dejan una mejor huella en el registro fósil.

La razón de estas extinciones siempre han sido objeto de estudio y un misterio. Las cinco grandes extinciones masivas se suelen llevar toda la atención, pero de las otras extinciones, como la del Silúrico de hace 420 millones de años, también podemos aprender mucho. En todo caso, esta extinción “menor” es una extinción que está entre las 10 más dramáticas de la historia de la vida sobre la Tierra.

Ahora, unos investigadores de Florida State University han logrado confirmar que este fenómeno de extinción fue producido por un viejo conocido: la rápida propagación de áreas anóxicas en los océanos de la época. La reducción o ausencia de oxígeno sería entonces la que provocó el colapso de los ecosistemas y la reducción en el número de especies. El estudio resolvería así un misterio paleoclimático y hace que la actual situación de los océanos terrestres, con zonas de grave anoxia en aumento y crecimiento, sea aún más preocupante si cabe.

A diferencia del caso singular del meteorito del Cretácico u otras calamidades singulares, como erupciones masivas, que se creen que están detrás de algunas de las extinciones famosas, no se ha encontrado un fenómeno singular o discreto que disparase la extinción del evento Lau/Kozlowskii.

“Esto hace de ella una de las pocas extinciones que es comparable al declive a gran escala de biodiversidad que está sucediendo hoy en día y es una ventana valiosa a futuros escenarios climáticos”, dice Seth Young.

Desde hace ya mucho tiempo los científicos eran conscientes de esta extinción, así como de la alteración del ciclo del carbono en esa época durante el enterramiento de grandes cantidades de materia orgánica causada por cambios significativos climáticos y ambientales. Pero la relación o asociación entre estos dos aspectos no estaba clara porque la extinción precedió a la alteración del ciclo del carbono en cientos de miles de años.

Para esclarecer la situación este equipo de investigadores usó técnicas geoquímicas avanzadas que incluyeron el estudio de las concentraciones de isótopos de talio y manganeso en muestras de rocas procedentes de Suecia y Latvia. Gracias a ello pudieron reconstruir una linea temporal de la desoxigenación en función del ritmo de extinción y los consecuentes cambios en el ciclo del carbono global.

Los hallazgos conseguidos les permitieron confirmar la hipótesis original de que la extinción registrada en los estratos podría deberse a la hipoxia oceánica. El método usado permite afirmar que hay una relación entre la deoxigenación de las aguas y la extinción, que empezó por las comunidades de organismos que vivían en aguas profundas porque allí empezó primero a desaparecer el oxígeno. Luego, esta situación se propagó a los organismos de aguas superficiales.

Además llegan a la conclusión de que, en parte, la extinción también se vio influenciada por la proliferación de las condiciones sulfídicas en los océanos.

Las condiciones de falta de oxígeno que llevó a la extinción Lau/Kozlowskii se están dando en la actualidad en los océanos de todo el mundo, por lo que este estudio es una importante lección del pasado distante que el ser humano debería aprender.

“Este estudio proporciona una linea más de evidencia de que la desoxigenación en los océanos del pasado coincide con el inicio de un evento de extinción. Esto es importante pues, según nuestras observaciones de los océanos modernos sugieren, hay una significativa extensión de desoxigenación que podría causar una situación de gran estrés sobre los organismos que requieren oxígeno y podrían ser el primer paso hacia otra extinción masiva”, dice Jeremy Owens.

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Fuentes y referencias:
Artículo original. [2]
Ilustración: Wikipedia.