- NeoFronteras - http://neofronteras.com -

Renovables y amenaza a la biodiversidad

La minería ligada a la producción de materiales para las renovables amenaza la biodiversidad.

Foto

La supervivencia a largo plazo de la humanidad depende exclusivamente de la capacidad que tengan los recursos ecológicos del planeta Tierra de mantenernos. Conforme el ser humano arrasa con todo tipo de recursos, debido a nuestro estilo de vida y tasa de reproducción, esa capacidad va cada vez a menos.

Se suele decir que esa destrucción de ecosistema se da principalmente por nuestras emisiones, la sobreexplotación de las reservas pesqueras, la expansión de la agricultura y ganadería, la deforestación, etc. Todo ello es cierto, pero no solemos pensar en otros factores de los que depende mucho nuestra tecnología actual, incluso para la que se necesita en las fuentes de energía alternativas.

Un estudio reciente pone el énfasis en este factor y señala a la minería de la que depende la tecnología encaminada a la producción de energía por medios alternativos como una amenaza a la biodiversidad. Lo malo es que dependemos de estas nuevas fuentes de energía para mitigar el cambio climático.

Según Laura Sonter (University of Queensland) la producción de energía alternativa requiere de más materiales que la basada en combustibles fósiles y esto ejerce una gran presión para obtener minerales y, por tanto, se produce una mayor actividad minera. Además, hay una gran presión para hacer la transición hacia este tipo de fuentes de energía más limpias que mitiguen el cambio climático.

«Nuestro estudio muestra que la minería de los materiales necesarios para las fuentes de energía renovables, como litio, cobalto, cobre, níquel y aluminio crean una mayor presión sobre la biodiversidad en las zonas ricas en minerales», dice Sonter.

Los investigadores implicados levantaron un mapa de las áreas mineras del mundo, según una gran base de datos, de las que dependen 40 productos. Encontraron que las áreas con potencial minero cubren 50 millones de kilómetros cuadrados. Es decir, un 35% de la superficie emergida de la Tierra excluyendo la Antártida. Muchas de estas regiones son críticas a la hora de conservar la biodiversidad.

«Casi el 10% de las áreas mineras están en áreas protegidas con muchas minas dentro o cerca de sitios que son prioridad para la futura conservación de muchas especies», añade Sonter.

Para áreas mineras de las que dependen la producción de energía renovable, la historia no es mucho mejor. Del 82% de las áreas mineras se extraen materiales necesarios para la producción de energía alternativa. Un 12% coinciden con áreas protegidas, un 7% son áreas clave de biodiversidad y un 14% son áreas totalmente naturales.

Además, de las áreas mineras que solapan con regiones protegidas o naturales, aquellas dedicadas a materiales necesarios para las energías renovables contiene una mayor concentración de minas que otras dedicadas a la extracción de otros materiales.

«Las amenazas de la nueva minería no han sido consideradas seriamente en el actual debate acerca del plan estratégico para la biodiversidad de la Naciones Unidas para después de 2020», dice James Watson, del Centro para Biodiversidad (UQ).

Los investigadores implicados en este estudio dicen que se necesita un plan estratégico cuidadosamente diseñado para evitar grandes daños. Según ellos las amenazas de la minería a la biodiversidad aumentarán según se abran más minas para provever de materiales a las energía renovables. Se muestran muy preocupados por estos riesgos.

Foto

Como si alguien les hubiese escuchado (y no hecho caso), esta misma semana se publica otro estudio en el que los investigadores de las universidad de St Andrews y Brighton (RU) se vanaglorian de haber encontrado una gran reserva minerales de tierras raras en el norte de Madagascar.

Las tierras raras son necesarias para las moderna tecnología de computación y comunicación, pero también para la electrificación del transporte y la producción de energía alternativa. Así, por ejemplo, el neodimio es necesario en los imanes de neodimio-hierro-boro de los motores y generadores modernos, así como en los discos duros.

Se espera que la demanda de tierras raras crezca exponencialmente en las próximas décadas, principalmente por la demanda de energías limpias. Pero, en su mayoría se importan de China al producir este país el 77% del total mundial.

Los investigadores dicen que la nueva área encontrada en Madagascar es fácilmente explotable y es económicamente viable.

Madagascar es un sitio único en el que la evolución siguió otros derroteros debido a su aislamiento. El primer asentamiento humano en la isla data del siglo IV y no hay pruebas de presencia humana antes del año cero de nuestra era. Hasta hace poco, geológicamente hablando, Madagascar era un vergel.

Madagascar fue colonizado por los indonesios y con ellos también llegaron sus animales domésticos. Al poco de su llegada se extinguieron varios animales endémicos de la isla, como el lémur gigante, el ave elefante, el cerdo hormiguero de Madagascar o el hipopótamo pigmeo. La destrucción de la isla, cuyos ecosistemas son de por sí frágiles, ha sido acelerada en los últimos tiempos por la propia población local, que es de las más pobres del mundo. La mayor parte de este país ha sido desertificado y erosionado. Todo aquel que haya estado allí habrá podido comprobar que el paisaje consiste en su mayor parte en suelo naranja estéril tachonado de unos pocos bosquecillos de eucaliptos importados. Sólo hay pequeñas reservas en donde el turista puede apreciar la otrora abundante y extraña fauna local.

La parte de la isla menos alterada es precisamente el norte de la misma, precisamente en donde se han encontrado estas reservas de tierras raras.

Así que, cuando usted, amable lector, comparta un vídeo a través de Whatsapp y del 5G con su flamante teléfono inteligente, reflexione sobre los recursos usados y las consecuencias que tiene sobre la biodiversidad el cambiar frecuentemente de terminal.

Copyleft: atribuir con enlace a https://neofronteras.com [1]

Fuentes y referencias:
Artículo original 1. [2]
Artículo original 2. [3]
Foto de cabecera de mina a cielo abierto: University of Queensland
Foto de la región de Madagascar a explotar: Kathryn Goodenough and Martin Smith