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Virus, secuelas neurológicas y embolias

Contraer zika y chikungunya eelva la probabilidad de padecer embolias.

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En estas mismas páginas de NeoFronteras cubríamos noticias hace años sobre publicaciones en las que predecía la aparición de enfermedades tropicales en regiones templadas a raíz del cambio climático y la introducción de especies invasoras como determinadas especies de mosquitos.

El desastre que está suponiendo la COVID-19 a nivel mundial y en España en particular ha eclipsado una noticia importante que está sucediendo en Sevilla. Se trata de la muerte por fiebre del Nilo de algunos ciudadanos después de que unas pocas decenas de individuos se infectaran por la picadura de mosquitos.

No es el único caso que ha sucedido en los últimos pocos años, como pasó con las epidemias de zika o chikungunya. Ahora, unos investigadores de la Universidad de Liverpool publican un artículo en el que ponen de relieve la letal combinación que supone contagiarse de estas enfermedades a la vez. Al parecer ello produce embolias.

Según estos investigadores, existe una relación entre problemas neurológicos y la infección con estos virus. Estos agentes infecciosos circulan por los trópicos y causan brotes en países como Brasil o India. El virus del zika es conocido por producir daños cerebrales en bebés por infección durante la gestación, pero el nuevo estudio sostiene que esto puede darse también en adultos.

El estudio está basado en 201 casos de adultos con problemas neurológicos en Brasil durante las epidemias de zika y chikungunya de 2015 y 2016 respectivamente. Es el estudio más completo de su tipo que describe daños neurológicos causados por varios arbovirus circulando a la vez.

Los autores dicen que cada uno de estos virus produce una gama de problemas neurológicos distinta. Así, zika está relacionado con el síndrome de Guillain-Barre en el que los nervios de brazos y piernas son dañados. Chikungunya provoca inflamación en el cerebro (encefalitis) y en la médula espinal (mielitis). Sin embargo, la embolia, que puede ser provocada por cada uno de esos virus por separado, es más fácil que ocurra cuando los pacientes son infectados por los dos virus a la vez.

La embolia sucede cuando las arterias que suministran sangre al cerebro se bloquean. Este riesgo se da en el caso de algunas infecciones por virus, como virus de la varicela o el VIH. Es también provocado por el virus SARS-CoV-2 responsable de la COVID-19. Así que este aspecto es importante a la hora de administrar los pacientes con estas infecciones.

Para el estudio, de un total de 1410 pacientes se reclutaron 201 durante dos años en el hospital Restauração de Arecife (Brasil). Se hicieron unos análisis PCR amplios con los que se buscó anticuerpos de virus.

De los 201 casos con problemas neurológicos, 148 tenían signos de haber sido infectados según los tests. Un tercio de ellos habían sido infectados por más de un virus.

La edad media de los pacientes era de 48 años y la mitad de ellos eran mujeres. Sólo un 10% se recuperaron totalmente después de haber sido dados de alta. El resto tenía debilidad, convulsiones y problemas con las funciones cerebrales.

Los pacientes con embolia tenían 67 años en promedio y dos tercios de ellos habían tenido más de una infección viral. Muchos de ellos tenían otros factores de riesgo, como una alta presión arterial.

La mayoría de las infecciones de zika no tienen consecuencias a largo plazo para los infectados, pero pueden surgir complicaciones neurológicas en algunos de ellos y necesitan ingresar en la UCI. Al final pueden terminar con secuelas o incluso morir.

«Nuestro estudio pone de manifiesto los potenciales efectos de las infecciones virales en el cerebro, con complicaciones de una posible embolia. Esto es relevante para el zika y chikungunya, pero además para nuestra compresión de otros virus, como el del COVID-19, al que se le ha relacionado con complicaciones neurológicas», dice Suzannah Lant (University of Liverpool).

«Aunque ahora la atención del mundo están centrada en la COVID-19, otros virus que han aparecido recientemente, como el del zika y chikungunya, continúan circulando sin problemas. Necesitamos comprender más acerca de por qué algunos virus producen embolias, de este modo podemos intentar evitar que esto pase en el futuro», afirma Tom Solomon, director del National Institute for Health Research Health Protection Research Unit.

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Fuentes y referencias:
Artículo original. [2]
Foto: CC0 Public Domain.