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Árboles extraterrestres y vida compleja

La vida extraterrestre multicelular podría detectarse gracias a las sombras que proyecta.

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La vida apareció en la Tierra muy pronto, quizás hace 3800 millones de años, al poco de enfriarse este planeta. Sin embargo, la vida compleja multicelular apareció hace sólo 600 millones de años. Durante 3000 millones de años sólo había microbios sobre la Tierra.

Todavía no sabemos si este patrón es universal. Si lo fuera, eso significaría que la vida en sí aparece fácilmente, pero a la vida compleja le cuesta mucho aparecer. Incluso aunque haya muchos planetas con vida, quizás casi ninguno de ellos llegue a tener vida compleja.

Se empieza a tener una idea de cómo detectar vida simple en un exoplaneta. Se trataría de encontrar biomarcadores en el espectro de la luz procedente del mismo. Esos biomarcadores deben mostrar la presencia de compuestos químicos que estén en desequilibrio termodinámico. Y si la vida ahí afuera es similar a la de aquí, esos biomarcadores serían los mismos que tenemos aquí en la Tierra.

También se han planteado tecnomarcadores que nos digan que en algún planeta se ha desarrollado cierto grado de tecnología avanzada, como la presencia de una gran número de satélites artificiales.

Sin embargo, no se han hecho muchos trabajos sobre la detección de vida compleja no inteligente. Este punto es importante porque durante 600 millones de años ha habido vida compleja en la Tierra, pero sólo durante poco más de un siglo existe una tecnología avanzada. Además, todo parece indicar, al menos fijándonos en el caso único de la Tierra, que una vez se alcanza cierto grado de tecnología una civilización puede caer fácilmente en su propia autodestrucción.
El caso es que ya hemos descubierto más de 4000 exoplanetas y, todavía, no hemos detectado vida en ninguno de ellos, principalmente porque carecemos de tecnología y, sobre todo, de dinero para ello. Eso no impide que algunos científicos trabajen ya en el tema.

Un grupo de ellos de Northern Arizona University ha investigado una nueva técnica que permitía, en teoría, detectar vida compleja no tecnológica en otros planetas en un futuro no tan lejano.

Chris Doughty, David Trilling y Andrew Abraham han publicado este trabajo financiado por la NASA en International Journal of Astrobiology recientemente. La idea se basa en la detección de las sombras que seres equivalentes a árboles u objetos realizados por vida inteligente proyecten en el planeta.

Según Doughty, en la Tierra hay más de 3 billones de árboles y cada uno de ellos proyecta una sombra que es distinta a la de los objetos inanimados. «Si sales fuera al medio día casi todas la sombras serán o bien de objetos humanos o de plantas y habría muy pocas sombras a esa hora del día si no hubiera vida multicelular», añade.

El equipo de investigadores hipotetiza que la abundancia de vida fotosintética multicelular proyectará sombras a altos ángulos de iluminación y esto lo distinguiría de la vida unicelular. Por tanto, usando un futuro telescopio espacial que pudiera observa el efecto de estas sombras se podría determinar si hay árboles o algo equivalente sobre la superficie de un exoplaneta.

El problema fundamental es que durante mucho tiempo sólo se podrá observar uno de estos exoplanetas como un único píxel en una imagen. La cuestión es si con sólo un píxel se podría registrar el efecto de la sombra de los árboles. Además, hay que estar seguros de que esas sombras las proyectar árboles y no cráteres y otros accidentes geológicos.

Para descartar el efecto de los cráteres, los investigadores fueron a Arizona al lugar de entrenamiento de los astronautas del programa Apolo. Allí tomaron una serie de fotos con un drone a distintas horas del día y las analizaron. Según sus resultados, los cráteres proyectan sonbras de distinta manera a la los árboles, así que este caso sería distinguible.

El asunto del único píxel intentaron dilucidarlo gracias al satélite POLDER (Polarization and Directionality of Earth’s Reflectance). Con él midieron las sombras de la Tierra bajo distintos ángulos y horas del día. Además, probaron a una resolución reducida hasta la equivalente a sólo un píxel. Luego compararon las mediciones con las que obtienen de Marte, la Luna, Venus y Urano para ver las diferencias.

Encontraron que sobre las partes del planeta en donde hay árboles en abundancia, como la cuenca del Amazonas, la vida multicelular era distinguible sin demasiada dificultad. Pero cuando se observaba con sólo un píxel la tarea era bastante difícil.

Pese a todo, los autores sostiene que la idea tiene un gran potencial y trae al debate sobre exoplanetas el efecto de las sombras de organismos multicelulares y que la observación del fenómeno está más cerca de lo que se creía. Doughty cree que esta técnica es todavía válida y que en un futuro se podrá ver el efecto de las sombras incluso con sólo un píxel.

«Si cada exoplaneta fuera sólo un píxel podríamos ser capaces de usar esta técnica para detectar vida multicelular en las próxima décadas. Si se necesitan más píxeles tendríamos que esperar más tiempo para las mejoras tecnológicas que permitan decir si hay vida multicelular en los exoplanetas», dice Doughty.

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Fuentes y referencias:
Artículo original. [2]
Imagen: Northern Arizona University.