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Sobre el polonio radiactivo que mató a Litvinenko

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Alexander Litvinenko. Foto: BBC.

Según los expertos el uso de polonio-210 para matar a Alexander Litvinenko da entender que detrás hay una gran superpotencia, grupo militar importante o algún tipo de institución gubernamental.
Como ya saben por los medios de comunicación, el espía ruso que falleció el otro día a los 43 años de edad en el Reino Unido fue envenenado con polonio-210, un isótopo radiactivo que de algún modo se le administró. Según la Health Protection Agency (HPA) de aquel país este isótopo ha sido encontrado en la orina de la víctima tras unos análisis.
New Scientists ha consultado con el experto en el tema Nick Priest que usa este elemento radiactivo regularmente en sus investigaciones científicas. Según este experto es muy difícil encontrar una fuente de este material en la Unión Europa porque es una sustancia muy controlada y muy difícil de sintetizar. Se necesita un reactor para la producción de este isótopo con el que irradiar el precursor.
Se ha calculado que la dosis recibida podría ser un mínimo de un gigabecquerel, aunque para conseguirla bastaría la administración a la víctima de unos pocos microgramos en forma salina de este elemento, pues es intensamente radiactivo. Tan poca cantidad pasaría desapercibida y no añadiría sabor extraño alguno a la bebida o comida.
Una vez dentro del organismo se encargaría de dañar todos los tejidos que se encontrase a su paso con el resultado que ya conocemos.
Este isótopo es un emisor alfa y, como es muy fácil bloquear este tipo de radiación (un simple papel lo consigue), no sería detectado en aeropuertos por los sensores de radiactividad.
Otros expertos consultados señalan que ya que la vida media de este isótopo es de 138 días necesariamente tuvo que ser sintetizado en un pasado reciente. Su emisión se debilita mucho al cabo de un año y es casi inexistente al cabo de cinco.
Según la HPA hay otras personas que se quejan de los mismos síntomas y podrían haber estado con la víctima en el restaurante de sushi y en el hotel donde estuvo la víctima, donde se encontró polonio-210 hace unos días. Recientemente también se han encontrado señales del isótopo en unas oficinas.
En el pasado el polonio-210 se usó como iniciador en las bombas atómicas fabricadas en EEUU, RU y Rusia. Junto con berilio se consigue la fuente de neutrones necesaria para iniciar la reacción en cadena en dichas bombas. Fue producido en Dayton (Ohio) como parte del proyecto Manhattan. Se desconoce si el polonio-210 se usa con fines militares en la actualidad.
Según Dudley Goodhead de la MRC Radiation and Genome Stability Unit todo hace pensar que este envenenamiento es una operación de alta tecnología, pero que por otro lado ha sido estúpido su uso porque ha dejado detrás demasiadas evidencias y un rastro fácil de detectar. Análisis de los restos del polonio-210 encontrados podría dar pistas sobre su origen.
El polonio fue descubierto en 1897 por el matrimonio Curie. Se conocen 25 isótopos diferentes del este elemento, todos radiactivos. Sus núcleos, al tratarse del mismo elemento químico, siempre constan de 84 protones. En el caso del polonio-210 el núcleo consta además de 126 neutrones. Una manera de producir este isótopo es mediante el bombardeo de bismuto con neutrones en un reactor nuclear. Se estiman en unos 100 gramos anuales la producción mundial de polonio.
Un muestra apreciable ioniza el aire a su alrededor produciendo un resplandor azul. Se ha utilizado como fuente de calor en ingenios espaciales, pues un sólo gramo de este isótopo produce 140 vatios de potencia.
En muy pequeñas cantidades es muy peligroso si se inhala o ingiere, pero es casi inofensivo si permanece fuera del organismo, pues la epidermis (formada por células muertas) detiene las partículas alfa. Según Wikipedia la dosis mortal al ser ingerido es de 0,12 millonésimas de gramo y de o,o26 si se inhala. Una porción cúbica de 0,35 mm de lado de este isótopo proporciona 3400 veces la dosis mortal al ingerirse.
La radiación alfa daña el ADN de las células. A pequeñas intensidades produce mutaciones, y a altas destruye el ADN mismo impidiendo la renovación celular. Las células productoras de cabello, de renovación frecuente, son de las primeras en sentir los efectos de la radiación, produciendose la pérdida del cabello. Este es el primer indicio o señal de los efectos de la radicación sobre el organismo, y en el caso de Litvinenko una pista.

Fuente principal: New Scientist.