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El tiempo y el valor del dinero

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Foto: Eric Chou.

Unos psicólogos encuentran en un estudio sobre gratificación y riesgo que las personas son más propensas a esperar por una recompensa monetaria completa no consumible que por una recompensa consumible en productos como puedan ser golosinas, cerveza o refrescos.
Leonard Green y Joel Myerson profesores de psicología en Washington University estudian el efecto que la demora a recibir una recompensa tiene sobre el valor subjetivo de la propia recompensa. Su investigación se centra en los factores que aumentan el grado de autocontrol que tienen las personas y los factores que aumentan o modifican la toma de decisiones impulsivas.
Estos investigadores encontraron recientemente que la demora en la recepción de recompensas monetarias se tolera más que la misma espera sobre recompensas no monetarias basadas en consumibles como golosinas o bebida. Por ejemplo, si a una persona promedio le dan a elegir entre una cantidad determinada de refresco inmediatamente y refrescos por valor de 50 dólares pero para lo que tienen que esperar 6 meses, la mayoría de la gente escogerá la primera opción. Esto significa que el valor del refresco disminuye con la demora o espera, es decir, se devalúa con la misma.
Pero si se le da a elegir entre una determinada cantidad de dinero y 50 dólares entregables en seis meses la gente escogerá la opción de la espera en mayor proporción que la anterior del refresco. Esto significa que el valor del dinero no disminuye tanto con la demora y se devalúa menos.
Los resultados de este estudio, que fueron publicados en Psychological Science el pasado enero, tienen implicaciones en muchos campos como la mercadotecnia, economía y en la psicología del autocontrol.
Curiosamente, si la recompensa es probabilística, es decir que hay cierta probabilidad (tal que del 50%) de que uno obtenga la recompensa, entonces no hay diferencia entre consumibles y dinero.
A pesar de que en estudios previos otros investigadores afirmaban que el abuso de sustancias como el alcohol o las drogas tiene una cualidad inherente que hace que sean devaluados fuertemente con la espera, éstos han comprobado que el ritmo de depreciación con el tiempo es en realidad el mismo que para sustancias consumibles corrientes como refrescos o golosinas.
¿Qué hace del dinero tan diferente de los consumibles? Según estos investigadores el dinero retiene su utilidad con el tiempo a pesar de la inconstancia del deseo. El dinero puede cambiarse por cualquier otra recompensa que uno pueda desear, pero el deseo sobre las golosinas o sobre los refrescos depende de factores que varían con el tiempo, como el hambre o la sed que se tenga, y son por tanto deseos inconstantes en el tiempo.
Por consiguiente, la persona promedio experimenta más autocontrol en la espera cuando tiene expectativas de una recompensa monetaria porque dicha recompensa es siempre útil.
Sin embargo si la recompensa es probabilística hay una posibilidad de no conseguir el dinero, o las golosinas o los refrescos y en este caso la persona promedio los devalúa del mismo modo. En todos los casos percibe que son similares en riesgo y la manera en la que se experimenta la elección es diferente al primer caso en el que sólo hay devaluación temporal.
Las personas percibe de manera distinta si la ganancia es monetaria o no monetaria y también si dicha ganancia se demorada o es probabilística.
Según los autores estos resultados se aplican directamente a las inversiones y ahorros. Si un empleado tiene un plan de pensiones de 410.000 dólares y permite que se realicen deducciones automáticas mensuales a su sueldo, entonces podemos decir que intuitivamente entiende la devaluación por demora, pues si tuviera que decidir cada mes si gastarse ese dinero o invertirlo en el plan de pensiones (y usar su autocontrol) quizás la cosa sería diferente. Por tanto nos comprometemos a un pago automático porque intuitivamente entendemos nuestra tendencia a la devaluación por demora y preferimos la recompensa inmediata que la recompensa futura, en este caso al jubilarnos.
Esto resultados pueden ayudar a entender los factores que influyen en las decisiones relacionadas con los certificados de depósitos, planes de pensiones, seguridad social, inversiones automáticas y además ayudar a la identificación de la debilidad en la toma de decisiones por parte de la gente.
Naturalmente la sabiduría popular ya expresa parte de esto con el refran: «Más vale pájaro en mano que ciento volando». Tampoco hace falta que nos expliquen el valor que concedemos al dinero. Pero siempre es más interesante cuantificar y medir todos estos condicionantes.

Fuente: Nota de prensa en Washington University in St. Louis. [1]