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Grave e inusual sequía en el Amazonas

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Imagen basada en datos del Landsat donde aprecia el progreso de las áreas deforestadas a lo largo de las vías de comunicación. Foto: Robert Simmon.

La peor sequía en los últimos 40 años está dañando la selva del Amazonas, como consecuencia numerosos incendios están asolando el área, los cultivos no crecen, los ríos se contaminan y los peces mueren según el nivel de agua disminuye.
El gobernador de Amazonas ya ha declarado a 16 municipios en estado de crisis. La disminución de la pesca está afectando a los habitantes de la zona, que tampoco pueden vender sus cultivos.
Algunos científicos culpan de este problema a las altas temperaturas alcanzadas por el efecto invernadero. Según ellos el mismo aire caliente del Atlántico Norte que esta reforzando las tormentas tropicales y huracanes podría estar evitando la formación de nubes y como consecuencia inmediata no habría lluvias sobre la región amazónica.
Según Dan Nepstadt la selva del Amazonas sería como el canario de la mina y nos estaría advirtiendo del problema que se nos avecina. Otros científicos dicen que esto corresponde a un ciclo natural.
La deforestación también podría contribuir a la sequía. Normalmente los árboles humedecen la atmósfera e impiden que los rayos del sol alcancen el suelo. Con su tala se impide que esto ocurra disminuyendo la cantidad de lluvia.
En algunos ríos la bajada de nivel es tal que ahora la gente conduce autos donde antes navegaba con sus barcos. La exposición de la arena del lecho seco a los elementos ya está produciendo tormentas de arena en los alrededores del río Solimoes.
En el río Madeira el nivel de agua es tan bajo que los cargueros (normalmente repletos de madera talada) ya no pueden navegar por él. El problema del transporte se está generalizando.
La sequía ha producido más fuegos por toda la región y sólo en Acre 100.000 hectáreas han sido pastos de las llamas. La mayoría de los fuegos son intencionados a pesar de su ilegalidad, pero la gente de la zona los provoca para crear nuevos pastos para las vacas y ahuyentar a los insectos y serpientes.
Los ríos además están contaminados por animales muertos y aguas residuales, no pudiendo ser utilizados como fuente de agua potable. Se dan dado nuevos casos de diarrea, que ya en condiciones normales mata a numerosas personas en la región.
Este problema de falta de comida y agua potable se agrava por la falta de transporte fluvial y la gente tiene que andar numerosos kilómetros para poder proveerse de comida o medicina. Numerosas escuelas ya han cerrado.
Se necesitarán varios meses de la temporada de lluvias para que la situación vuelva a la normalidad.