Algunas personas que portan otra rara mutación en un gen en concreto sólo necesitan dormir 6 horas por la noche para estar descansadas y despiertas al día siguiente.
Se ha podido comprobar que las sociedades de cazadores y recolectores trabajan unas cuatro horas al día o menos. El resto es ocio para disfrutar de la vida y de los demás.
Sin embargo, en la vida moderna se suele trabajar mucho y se tarda mucho en ir al trabajo, por lo que el tiempo de ocio se resiente y mucho. Tiempo de ocio que incluso se dedica a comprar productos de consumo, por lo que se sigue alimentado al sistema.
Al final terminamos sacando tiempo por la noche, por lo que no se suelen dormir las preceptivas 7 horas, como mínimo, que el ser humano necesita para estar descansado y despierto al día siguiente. Dormir menos de esas horas tiene consecuencias negativas para la salud que incluso incluyen la obesidad. Si tratas de engañar al cuerpo durmiendo menos tendrás que sufrir las consecuencias.
Por otro lado, la ciencia empieza a averiguar que las horas que necesitamos para dormir o que seamos unos búhos nocturnos o unas alondras de la mañana depende de la genética que se tenga.
El ser humano no es genéticamente homogéneo. En 2001 Ying-Hui Fu (University of California, San Francisco) y su equipo descubrieron que una mutación en el gen Per2 hace que la persona que lo porte se vayan a la cama antes, aunque duerma las preceptivas 8 horas. Como consecuencia se levantan antes que los demás. A veces llegan a situaciones absurdas en las que se van a la cama a las 6 o 7 de la tarde y se levantan de madrugada. Hasta 60 familias con esta condición descubrieron los investigadores, por lo que es bastante más común de lo que en un principio se podría pensar.
En 2005 estos mismos investigadores descubrieron un madre y una hija que portaba una mutación en el gen DEC que les permitía tener la habilidad de necesitar sólo 6,25 horas de sueño mientras el resto de su familia necesitaba 8. El gen DEC2 es un gen regulador que codifica una proteína que ayuda a apagar la expresión de otros genes, entre los que se incluye el gen que codifica la hormona orexina, conocida por regular el estado de vigilia. En 2009 confirmaron el asunto gracias a ratones modificados genéticamente.
Estos ratones dormían una hora menos que los del control. Para el caso de moscas de la fruta con esta mutación, el tiempo de sueño se reducía en dos horas respecto a las no transgénicas.
Ahora se ha descubierto que algunas personas que portan otra rara mutación en un gen en concreto sólo necesitan dormir 6 horas por la noche para estar descansadas y despiertas al día siguiente.
Han estudiado una familia que también está compuesta por individuos que necesitan dormir poco y los investigadores se ha encontrado con una nueva mutación. Esta mutación estaría presente sólo en una de cada 100000 personas, más o menos. Los investigadores obtuvieron ratones transgénicos con esta mutación y, en promedio, dormían una hora menos al día que los ratones normales de control.
Esta mutación afecta a otro gen, el gen ADRB1, que codifica un receptor de la molécula noradrenalina, que es usada comúnmente en el organismo para enviar señales entre neuronas.
Pudieron averiguar que en el cerebro de los ratones las células con este receptor estaban activas durante la vigilia e inactivas durante la fase profunda del sueño (no REM). La estimulación de las neuronas con ADRB1 sacaba inmediatamente a los ratones del sueño profundo.
Los investigadores proponen que esta mutación hace que estas neuronas sean más activas, lo que podría explicar por qué los humanos que portan esta mutación se contentan con menos horas de sueño al día.
Si estudios futuros pudieran revelar formas de recrear los efectos de esta mutación o estas mutaciones con ciertos fármacos es concebible pensar en posibles tratamientos para diversos desórdenes del sueño, incluso para que personas que no duerman lo suficiente no sufran por ello en este mundo tan loco.
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Fuentes y referencias:
Artículo original 1. [2]
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