Calculan que, anualmente, llegan a la Tierra 5200 toneladas de polvo interplanetario en forma de micrometeoritos.
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Tendemos a ver la ciencia ficción que trata sobre temas espaciales como algo ajeno, algo futurible que quizás no nos alcance. Pero la Tierra está en el espacio y todos los días tenemos un espectáculo espacial que admirar, incluyendo el firmamento estrellado (si Elon Musk nos deja), la Luna y la estrella más cercana: el Sol. Vivimos en el espacio desde siempre, sólo que no somos conscientes de ello.
Entre los fenómenos que nos acerca a ese mundo espacial está el de las estrella fugaces. Cada año, nuestro planeta encuentra polvo de cometas y asteroides. Estas partículas de polvo interplanetario atraviesan nuestra atmósfera y dan lugar a lo que llamamos estrellas fugaces. Algunos de estos fragmentos llegan al suelo en forma de micrometeoritos que pueden ser algunas veces encontrados. Algunos pueden ser grandes, pero generalmente son muy pequeños. ¿Cuanto de este polvo interplanetario nos alcanza?
Un programa internacional realizado durante casi 20 años por científicos del CNRS, la Université Paris-Saclay y el Museo Nacional de Historia Natural con el apoyo del Instituto Polar Francés, ha determinado que de estos micrometeoritos llegan 5200 toneladas anuales al suelo. El estudio está disponible en la revista Earth & Planetary Science Letters.
Los micrometeoritos siempre han caído sobre nuestro planeta. Estas partículas de polvo interplanetario de cometas o asteroides son partículas de unas pocas décimas a centésimas de milímetro que han atravesado la atmósfera y han llegado a la superficie de la Tierra.
Para recolectar y analizar estos micrometeoritos, durante las últimas dos décadas se han realizado seis expediciones lideradas por el investigador del CNRS Jean Duprat. Se han efectuado cerca de la estación franco-italiana Concordia (Domo C), que se encuentra a 1100 kilómetros de la costa en el corazón de la Antártida. El Domo C es un lugar de recolección ideal debido a la baja tasa de acumulación de nieve y a la casi ausencia de polvo terrestre.
Estas expediciones han recolectado suficientes partículas extraterrestres (que varían de 30 a 200 micras de tamaño) y calculado su flujo anual total, correspondiente a la masa acumulada en la Tierra. Para ello han medido lo acumulado en la zona estudiada por metro cuadrado y año.
Si estos resultados se aplican a todo el planeta, el flujo anual total de micrometeoritos representa 5200 toneladas por año. Esta es la principal fuente de materia extraterrestre en nuestro planeta, muy por delante de los objetos más grandes como los meteoritos, cuyo flujo es inferior a diez toneladas por año.
Un análisis de este flujo de micrometeoritos con predicciones teóricas confirma que la mayoría de los micrometeoritos, un 80%, probablemente provienen de cometas y el resto de asteroides.
Esta es una información valiosa para comprender mejor el papel que desempeñaron estas partículas de polvo interplanetarias en el suministro de agua y moléculas carbonosas en la Tierra primitiva.
Si el lector quiere realizar una investigación mas sencilla sobre el tema, lo ideal es que se vaya a un lugar alejado de la industria y presencia humana. Con un imán puede barrer el suelo en donde corra el agua en ciertas épocas. De este modo, el imán atraerá partículas de hierro, algunas de las cuales serán micrometeoritos de origen metálico. Por desgracia, también recolectará partículas metálica de otros orígenes, como fragmentos de los crampones de un montañero y productos de la contaminación del aire.
Una vez en casa se pueden distinguir unas de otras con un microscopio porque los micrometeoritos tienen forma esférica al haber sufrido fusión y la acción de la tensión superficial. Obviamente hay muchos micrometeoritos que no son metálicos, pero son mucho más difíciles de distinguir y atrapar, ano ser que se vaya a la Antártida, claro.
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Fuentes y referencias:
Artículo original. [2]
Foto: CC BY-SA 3.0, Wikipedia.