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Ejecutivos maquiavélicos

Las empresas con directores ejecutivos maquiavélicos obtienen más beneficios que las que no los tienen pese a los riesgos que podría suponer su psicopatología, lo que explicaría su prevalencia en la empresa privada.

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El narcisismo, la psicopatía y el maquiavelismo son omnipresentes entre los directores ejecutivos, a pesar de las pruebas de que estos oscuros rasgos de la personalidad representan riesgos financieros y administrativos para las organizaciones.

Su prevalencia en las juntas corporativas, casi tres veces más que en la población general, sugiere que, en algunos niveles, el comportamiento antisocial puede beneficiar económicamente a la gestión empresarial.

Un nuevo estudio publicado en el Strategic Management Journal en mayo revela uno de esos casos al descubrir que las empresas con directores ejecutivos maquiavélicos obtienen un ahorro neto de ingresos de más del 6,6% en los costos de la empresa.

«Negociar costos importantes de la empresa es una actividad fundamental, que a menudo genera titulares y tiene un impacto significativo en las organizaciones. Las personalidades altamente maquiavélicas sobresalen constantemente en situaciones que son estresantes, inciertas, desestructuradas o tienen un alto grado de interacción cara a cara, todo lo cual beneficia el puesto de director ejecutivo y las negociaciones de alto nivel», dice Federico Aime (Universidad Estatal de Oklahoma), uno de los autores del estudio.

La investigación mide específicamente cómo los directores ejecutivos que se encuentran más arriba en la escala maquiavélica (Mach alto) consiguen costos de producción más bajos al negociar primas de adquisición y financiación de deuda favorables. Para determinar Machs altos, Aime, junto con los coautores Tessa Recendes, Aaron D. Hill y Oleg V. Petrenko, recopilaron videos públicos de 198 directores ejecutivos en las empresas S&P 500 de 2000 a 2011. Luego, profesionales de Psicología evaluaron los videos utilizando un escala para el maquiavelismo.

«Existe la suposición entre los investigadores de gestión empresarial de que los mercados determinan los costos y los directores ejecutivos no pueden contribuir mucho a reducirlos… Pero cuando los directores ejecutivos no están negociando acuerdos directamente, crean una cultura y prioridades dentro de la empresa que los gerentes usan como directivas», dice Recendes.

Para establecer la influencia del director ejecutivo sobre los costos, los autores primero ejecutaron un modelo multinivel sobre datos corporativos y financieros de cuatro conjuntos de datos diferentes. Encontraron un efecto del 32,3% causado por el director ejecutivo sobre los costos de producción y un efecto del 22,3% sobre los costos de financiación.

Sin embargo, para las adquisiciones, la influencia del director ejecutivo es clara: su presencia se puede sentir en cada etapa, desde la selección de los objetivos de adquisición hasta la negociación del acuerdo final. Una vez establecida la conexión entre cada costo y los directores ejecutivos, los investigadores compararon cómo los directores ejecutivos en todo el espectro maquiavélico se comportaron en 186 adquisiciones.

«No debería sorprendernos de que los directores ejecutivos que poseen un enfoque maquiavélico en la negociación paguen menos por las primas de adquisición. El maquiavelismo puede llevar a los directores ejecutivos a recopilar más información de negociación debido a su desconfianza inherente, tanto para aprovechar las interacciones y coaliciones sociales, como para manipular a otros, lo que les permite ganar», afirma Hill.

El estudio encontró que las empresas con directores ejecutivos maquiavélicos pagaron primas de adquisición un 12,11 % más bajas, lo que representa aproximadamente 157 millones de dólares o el 3,6% del acuerdo promedio. Las empresas con ejecutivos de Mach alto también pagaron 101,19 millones de dólares menos en bienes vendidos y 35,8 millones menos en intereses de deuda, lo que representa un ahorro total del 6,6% en el ingreso neto promedio de la empresa.

Los directores ejecutivos crean una serie de directrices y crean una cultura dentro la empresa, por lo que su maquiavelismo se infiltra hacia los estamentos inferiores en donde ellos no negocian directamente. «Incluso para las interacciones en las que no están directamente involucrados, [estos ejecutivos] marcan la pauta desde arriba e infunden a la organización una gran parte de sus características a través de su agenda, decisiones iniciales y comportamientos de liderazgo», dice Petrenko.

Los autores señalan que, si bien los directores ejecutivos de Mach alto parecen reducir los costos de la empresa, esto podría no compensar los riesgos. Sin embargo, el estudio ayuda a explicar la ubicuidad del maquiavelismo en los niveles superiores de la gestión empresarial, considerando el enfoque de décadas en la reducción de costos. Agregar estructuras de negociación y recursos de búsqueda de oportunidades podría ofrecer algo que tuviera el mismo efecto, pero también puede haber beneficios inexplorados del maquiavelismo para los directores ejecutivos.

Un ejemplo de cómo el maquiavelismo de un director ejecutivo puede a medio plazo destrozar una empresa, pese a mejorar a corto plazo, lo tenemos en el caso de Boeing. Su director ejecutivo (Dennis Muilenburg) hizo pasar la empresa de aeronáutica de estar centrada en la ingeniería a estar centrada en las finanzas. El resultado fue un cúmulo de corrupción empresarial, dos accidentes aéreos del 737 Max, 346 personas muertas, una investigación del Congreso, una indemnización millonaria y una compañía desprestigiada. Hay un par de documentales al respecto. Por cierto, al final Muilenburg se llevó un bonus de 60 millones al ser despedido y ha terminado aterrizando en otra empresa (New Vista Acquisition Corp) con sede en las Islas Cayman. Y es que el maquiavelismo no es castigado lo suficiente.

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Fuentes y referencias:
Artículo original. [2]
Imagen: Pixabay/CC0 Public Domain.