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Trascendencia y Neurología

Un estudio logra relacionar determinados aspectos del pensamiento religioso con daños en regiones específicas del cerebro.

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Los puntos rojos señalan la localización de un tumor en el córtex parietal izquierdo. Fuente: C. Urgesi y colaboradores.

Para un creyente la trascendencia, por definición, transciende el propio yo y todo lo terrenal. Los sentimientos de fe, de paz interior y espiritualidad los vive de verdad, pero se supone que vendrían dados por el más allá. ¿Qué pasaría si esas sensaciones fueran producidas por el propio cerebro o por una parte específica de él? De ser así, esos sentimientos serían un mero subproducto de nuestros cerebros, una sensación inducida físicamente. Pues al parecer esto es precisamente lo que se ha demostrado recientemente.
En un estudio reciente en pacientes con tumores cerebrales se pone de manifiesto que parte del córtex parietal regula estos aspectos religiosos. A estos pacientes se les tuvo que quitar parte de esa región cerebral y después de la operación se vieron aún más atraídos hacia las experiencias trascendentes.
Durante los últimos años los científicos se han ido interesando sobre los aspectos neurológicos del pensamiento religioso, produciéndose diversas teorías sobre su origen y utilidad biológica. Sin embargo, los estudios de resonancia magnética nuclear en creyentes y no creyentes no han demostrado, hasta ahora, que exista una región específica que regule este aspecto. Por tanto, se suponía que los aspectos religiosos debían de estar regulados por el cerebro en su conjunto y no por un área específica. El estudio de Cosimo Urgesi, de la Universidad de Udina en Italia, y sus colaboradores contradice esta conclusión; estudio que se ha publicado en Neuron recientemente.
Este grupo de científicos sometió a 88 pacientes aquejados de cáncer cerebral a un cuestionario que cubría diversos aspectos de la trascendencia antes y después de someterlos a la operación quirúrgica que extirparía su tumor. La segunda ronda de preguntas se efectuó entre 3 y 7 días después de la operación.
El cuestionario se centraba en aspectos y componentes de la autotrascendecia: creencia en un poder superior, capacidad de perderse uno mismo por unos instantes, sentirse conectado espiritualmente de una manera profunda con otras personas o con la Naturaleza… También se les preguntaba si creían en la percepción extrasensorial, los milagros y otros fenómenos metafísicos.
Estos pacientes sufrían dos clases de cáncer: gliomas, que afectan a las células que rodean las neuronas, y meningiomas, que afectan solamente a la membrana que envuelve el cerebro. Debido a la naturaleza de estas dos clases de tumores, los médicos tuvieron que eliminar neuronas de 48 pacientes del primer caso porque el tumor se había extendido, mientras que los del segundo caso no sufrieron pérdidas de neuronas.
Aquellos pacientes aquejados de gliomas que tenían el tumor situado en la parte posterior de sus cerebros, que incluían el lóbulo parietal inferior, córtex temporal y circunvalación angular derecha, puntuaron más alto en la escala espiritual (según el test) que aquellos aquejados del mismo tipo de cáncer, pero que lo tenían en la parte frontal. Una vez pasados por el quirófano la diferencia en puntuación entre unos y otros se acentuaba. Además, pudieron comprobar que aquellos que perdían ciertas áreas del córtex parietal debido a la operación mostraban la puntuación más alta.
En pacientes con tumores situados en otras regiones cerebrales, o afectados por meningiomas, no se observó cambio alguno o un especial sentimiento religioso o trascendente.
Los investigadores concluyen que estas regiones normalmente inhiben el pensamiento trascendente y el daño causado en ellas por el tumor o por la cirugía dispara este tipo de sentimientos. El córtex parietal posterior está relacionado con la capacidad de proporcionar la ubicación y posición del cuerpo humano en el espacio, así que su daño podría afectar esta sensación y hacer creer a la persona afectada que su yo trasciende la realidad del aquí y ahora. El resultado apoyaría la idea de que la experiencia mística surge a partir del sentimiento de verse desconectado espacialmente del propio cuerpo.
Este podría ser el primer resultado significativo en este campo de la espiritualidad, fenómeno que por otra parte es muy complejo y esencial en el ser humano. Al parecer, aunque anteriormente muchos pacientes que habían sido sometidos a este tipo de operaciones sufrían cambios emocionales de este tipo, ningún investigador se había tomado la molestia de evaluarlo, ya que se considera que era algo perteneciente a la esfera personal de la gente.
Según Urguesi, el resultado muestra que algunas características complejas de la personalidad son más maleables de lo que previamente se creía. Especula que la baja actividad de las regiones parietales en personas con daños cerebrales podría predisponerles a los sentimientos de trascendencia y, quizás, a religiones como el budismo que enfatizan ese tipo de experiencias.
Uffe Schjødt, de la Universidad Aahus de Dinamarca y no implicado en este estudio, dice que, efectivamente, se ha comprobado una mayor actividad de esta región cerebral en aquellos que están rezando o meditando, pero crítica la oportunidad perdida a la hora de poder haber preguntado más cosas a los pacientes antes y después de la operación, sobre todo respecto a sus experiencias religiosas.
En estudios futuros este grupo de investigadores pretende medir otros aspectos de la espiritualidad para determinar cuánto duran estos sentimientos espirituales en los pacientes, así como inducir este estado en pacientes sanos mediante técnicas no invasivas basadas en la estimulación magnética transcraneal. Con esta técnica se puede “apagar” temporalmente una región cerebral específica y ver los efectos que produce. Así se podrían delimitar mejor las regiones implicadas en el sentimiento religioso.
En todo caso, no deja de ser inquietante que un aspecto tan particular como el de la trascendencia dependa de una mera actividad neurológica. Una pesadilla para el religioso, pero también para el ateo, que en un momento dado puede caer en ese tipo de sentimientos sin poderlo evitar.

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Fuentes y referencias:
Nota de prensa en Eureka Alert. [2]
Artículo en Neuron (resumen). [3]
Noticia en Science. [4]
Noticia en Nature. [5]