- NeoFronteras - http://neofronteras.com -

Atractivo físico y discriminación en el empleo

Un hombre atractivo tiene más posibilidades a la hora de encontrar empleo, pero en el caso de las mujeres la situación es justo la opuesta.

Foto

En muchos países anglosajones no se pone foto en los curricula vitae. Se asume que es una fuente de discriminación y casi ninguna empresa u organismo solicita foto de los candidatos a un puesto de trabajo. Entre otros tabúes está la raza, edad, origen étnico, etc. Otra característica de esos países es que el empleador suele contestar casi siempre, aunque sea negativamente.
Sin embargo, en otros países sí se solicitan este tipo de cosas, aunque se suele dejar al candidato la elección de hacerlo o no. Pero, ¿es el aspecto físico una fuente real de discriminación? Para aquellos que todavía crean en los cuentos de hadas hay que decirles que efectivamente hay discriminación respecto al aspecto y que se puede demostrar científicamente.
En países como Israel todavía se permite, o no está mal visto, la inclusión de foto en las solicitudes de trabajo. Así que unos investigadores de la Universidad de Ben-Gurion de ese país se dedicaron a responder con curricula vitae (CV) falsos a los anuncios de empresas y agencias de empleo que buscaban futuros empleados.
Los curricula con varones atractivos recibieron casi un 20% de respuestas positivas, cerca de un 50% más que el 13% recibido por varones calificados como normales y más del doble que el 9,2% recibido por aquellos que no tenían foto. En el caso de la mujeres el estudio indica que, contrariamente a la creencia habitual, las mujeres atractivas son contactadas para un puesto de trabajo en menos ocasiones que las mujeres corrientes (no atractivas) y también menos que las mujeres que no incluyen foto.
Por tanto, según este estudio, el atractivo es un factor «positivo» en este contexto de conseguir un trabajo, pero no en todos los casos.
Los investigadores enviaron 5312 curricula por pares a 2665 ofertantes de empleo. El currilum en sí era el mismo en cada par, pero en uno había foto y en el otro no. La foto podía corresponder a un hombre o una mujer y la foto podía corresponder a una persona atractiva o no. La medición de la respuesta se hizo contabilizando las respuestas de los ofertantes, tanto por email como por llamadas telefónicas invitando a una entrevista personal. Estas respuestas se dieron en el 14,5% de las ocasiones.
Según Bradley Ruffle es la primera vez que se explora la belleza como característica discriminatoria en el proceso real de contratación de personal, en lugar de utilizar escenarios hipotéticos en el laboratorio.
Según los resultados, un varón atractivo necesita enviar un promedio de cinco CV para tener respuesta, mientras que los que no son atractivos necesitan enviar once. Pero en el caso de las mujeres el caso es el opuesto, pues las mujeres atractivas tienen menos ofertas que las no atractivas o que las que no envían foto.
Entre las mujeres, aquellas que no enviaban foto tenían la respuesta más alta, un 22% mayor que las mujeres no atractivas y un 30% que las atractivas. Parece haber una penalización del atractivo de las mujeres que contradice la idea comúnmente aceptada y la literatura acerca del comportamiento organizativo en relación a la belleza asociada al atractivo físico, que considera positivo el atractivo tanto en hombres como en mujeres. En consecuencia, tanto las mujeres atractivas como las no atractivas harán mejor en no incluir foto en los CV ya que esto aumenta las posibilidades de ser contactadas en un alto porcentaje.
De acuerdo a estos investigadores la discriminación de las mujeres atractiva varía según las quiera contratar. Así por ejemplo, cuando las agencias de empleo recibían CV de mujeres atractivas no se las penalizaba por ello, sólo ligeramente comparadas con las que no enviaban foto. Pero cuando era una corporación la que buscaba directamente a futuras empleadas, las mujeres atractivas recibían la mitad de respuestas que las corrientes o las “sin foto”. Según los investigadores esto se debería al alto número de mujeres empleadas en los departamentos de recursos humanos, que discriminarían a otras mujeres por su atractivo.
Para verificar este prejuicio los investigadores realizaron un experimento posterior consistente en una estadística sobre las personas de las compañías en cuestión que preseleccionaba a los candidatos. Esas personas solían ser mujeres en un 96% de las ocasiones, jóvenes con una edad de entre 23 y 34 años de edad (un promedio de 29) y típicamente eran además solteras (en un 67%). Estas características estarían asociadas con una respuesta de celos o envidia frente a la posible presencia de competidoras jóvenes y atractivas en el lugar de trabajo.
Sería interesante realizar este tipo de estudios en otros países. Aunque los resultados probablemente no sean muy distintos.

Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=3324 [1]

Fuentes y referencias:
Nota de prensa. [2]