Troyano terrestre

Descubren un asteroide que comparte órbita con la Tierra en un punto de Lagrange. Sería el primer ejemplo de troyano terrestre.

Líneas equipotenciales del potencial efectivo en el sistema de referencia giratorio en donde están marcados los puntos de Lagrange gravitatorios. Foto: Alan Stonebraker, NASA.

Una de las curiosidades que se aprenden cuando se estudia Mecánica Clásica son los puntos de Lagrange. Si, por ejemplo, un planeta orbita alrededor del Sol habrá 5 puntos de libración en donde las fuerzas gravitatorias del planeta y del Sol se combinan entre sí y permiten la presencia de objetos sincrónicos con el planeta. Algunos de esos puntos son estables y otros inestables. Hay dos de ellos particularmente interesantes que están en la misma órbita del planeta. Uno de esos dos pozos de potencial se sitúa antes y el otro después del planeta. En esos puntos se pueden tener objetos que compartan la órbita con el planeta de turno, si son naturales se les denomina troyanos.
Los troyanos más famosos son los de Júpiter que suman unos 5000, pero también Neptuno y Marte tienen troyanos. Ahora se ha descubierto el primer troyano de la Tierra.
Con este caso, la Tierra es el cuarto planeta del Sistema Solar que tiene troyanos. Se sospechaba que esto podría ser posible, pero hasta ahora no había pruebas al respecto.
El nuevo troyano, al que se le ha denominado 2010 TK7, mide unos 300 metros y ha sido descubierto gracias al satélite WISE. Posteriormente se ha confirmado su existencia gracias a un telescopio en Hawai. Estas observaciones han permitido también calcular su órbita.
El troyano 2010 TK7 antecede a la Tierra en 60 grados respecto a la Tierra y el Sol. Su órbita es ligeramente caótica pues danza alrededor del plano orbital, oscilando alrededor de su punto de Lagrange, y podría incluso saltar de un punto de Lagrange a otro. Los modelos numéricos indican que su órbita será estable al menos durante 7.000 años y el objeto se situará entre 20 y 300 millones de km de nosotros.
Se desconoce si el origen de este troyano, pero se especula que o bien puede ser un asteroide capturado o bien una roca primigenia que se haya conservado desde la formación del Sistema Solar. Si es el último caso pudiera ser similar a las condritas carbonáceas que caen como meteoritos sobre la Tierra de vez en cuanto, lo que haría interesante su análisis. ¿Tenemos ya un nuevo objetivo para una misión espacial?

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Fuentes y referencias:
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