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Actualidad exoplanetaria

Puesta al día con las últimas noticias interesantes sobre exoplanetas.

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Impresión artística de los exoplanetas más propicios para la vida hasta el momento.

La primera noticia que revisaremos trata sobre la mejora en la detección de exoplanetas.
Ya se están haciendo ensayos con un peine láser que en el futuro permitirá detectar planetas ligeros por el método de la velocidad radial (Doppler). Como ya sabemos, todo planeta hace que la estrella sobre la que orbita se bambolee un poco. De este modo, aunque no podamos ver el planeta directamente, el movimiento inducido en la estrella puede ser detectado por Doppler. De este modo se han detectado muchos planetas, pero en su mayoría se trata de planeta pesados similares a Júpiter. El problema es la falta de precisión, que impide detectar planetas similares a la Tierra.
Los espectrógrafos utilizados hasta la fecha son muy precisos, pero usan unas lámparas de torio-argón o de yodo como referencia para calibrar los espectros que registran, lámparas que dan una luz de cierta frecuencia fija.
Desde hace tiempo se especula con la posibilidad de usar un peine láser que proporcionaría luz a frecuencias equidistantes con mucha precisión. Esto permitiría obtener unas medidas mucho más precisas. Pues bien, ya se están haciendo los primeros ensayos y éstos son muy prometedores. Se ha probado uno de estos prototipos en el espectrógrafo HARPS que el ESO tiene en La Silla (Chile). En esta versión ensayada el peina láser tiene 10.000 líneas o frecuencias [1] [1],[2] [2].
En las pruebas se apuntó a la estrella HD 75289, conocida por tener un exoplaneta a su alrededor. Se observó dicha estrella durante 5 días seguidos para demostrar que el sistema se puede usar varias noches de seguido.
Se espera que este tipo de sistemas ayuden al diseño del espectrógrafo ESPRESSO, que se instalará en el VLT del ESO en 2015 y que estará dedicado a la búsqueda de planetas de tipo terrestre.

Hasta ahora se creía que debía de pasar mucho tiempo desde el Big- Bang hasta la formación de planetas de tipo terrestre. Esto se debería a que se necesitan varias generaciones de estrellas que sinteticen los elementos pesados como el silicio, calcio, oxígeno, etc, que forman las rocas de es tipo de planetas. Sin embargo, un estudio reciente apunta a que este tipo de planetas puede formarse mucho antes de lo que se creía. No se necesitan muchas generaciones de estrellas previas [3] [3],[4] [4],[5] [4],[6] [5].
En este estudio se analizó la presencia de elementos en 150 estrellas a partir de los datos del observatorio Kepler. Se pudo comprobar que a presencia de elementos pesados se correlacionaba con el tamaño de los planetas detectados a su alrededor. Los planetas mayores tendían a orbitar estrellas con alta metalicidad (mayor cantidad de elementos pesados). Además, descubrieron que los planetas de tipo terrestre se forman en una amplia gama de metalicidades. Incluso alrededor de estrellas que sólo cuentan con un cuarto de los elementos pesados que tiene el Sol.
Esto son buenas noticias para la búsqueda de vida en otros sistemas.

Tatooine es un planeta de ficción que tenía unas puestas de sol interesantes, pues este planeta orbitaba un sistema binario. Recientemente los astrofísicos han encontrados casos de planetas que orbitan sistemas binarios, como Kepler 16b, 34b y 35b. Estos casos parecen bonitos y lo son, pero ponen en aprietos a los modelos de formación planetaria, al menos según Sijme-Jan Paardekooper de la Universidad de Cambridge [7] [6]. Básicamente, las ubicaciones de Kepler 16b, 34b y 35b son hostiles a la acreción de planetesimales, paso imprescindible para la formación de planetas.
Quizás estos planetas se formaron en otros lugares y posteriormente emigraron a sus posiciones actuales.
De estos planetas el probablemente más interesante es Kepler 16b, que se encuentra en el borde exterior de la zona de habitabilidad. Aunque el que se trate de un gigante gaseoso con una temperatura de 70 grados bajo cero elimina la posibilidad de que contenga vida tal y como la conocemos.

Aunque si nos fijamos en órbitas raras quizás las de Kepler-36b y Kepler-36c sean de las más curiosas, ya que están separadas solamente 2 millones de kilómetros [8] [7],[9] [8]. Es decir, sólo 5 veces la distancia de la Tierra a la Luna. Kepler-36b es de tipo rocoso, con un radio de 1.5 veces el terrestre y una masa de 4,5 veces la terrestre. Se cree que tiene un núcleo de hierro que hace un 30% de su masa y un 15% de agua. Kepler-36c es un planeta joviano o acuoso con un radio 3,7 veces el terrestre y una masa 8 veces mayor que nuestro planeta.

Para finalizar repasemos la lista de los planetas de tipo terrestre en la zona de habitabilidad. Hasta el momento son sólo 5: Gliese 581g, Gliese 667Cc, Kepler-22b, HD85512 y Gliese 581d.
Había dudas sobre la existencia de Gliese 581g [9], pues pese a ser descubierto en 2010 en la campaña Lick-Carnegie Exoplanet Survey, su existencia no fue confirmada por el equipo de HARPS. Ahora, un equipo de la Universidad de California en Santa Cruz ha confirmado su existencia a partir de datos de HARPS cuando han dejado de presuponer que su órbita era circular [10] [10],[11] [11]. Aunque todavía puede ser un falso positivo con un 4% de probabilidad.
Se cree que este planeta tiene una masa de 1,5 veces la terrestre y que orbita a 0,13 UA, justo en el centro de la zona habitable de su estrella. Esto le hace alcanzar un índice de 0.92 en la escala de 0 a 1 de similitud con la Tierra (Earth Similarity Index).

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