Un estudio analiza los rasgos estructurales en más de 50 familias de lenguas. Algunas características específicas son intrínsecamente estables a lo largo de familias y regiones geográficas
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¿Cómo evolucionan las familias de lenguas a lo largo de miles de años? ¿Cómo de estable en el tiempo son las características estructurales de las lenguas? Dan Dediu y Stephen Levinson (Instituto Max Planck de Psicolingüística de Nijmegen) han desarrollado un método que usa filogenética bayesiana para analizar la evolución de los rasgos estructurales en más de 50 familias de lenguas.
La lengua es un buen ejemplo de sistema cultural evolutivo. Se ha estudiado extensamente cómo evolucionan los vocabularios, pero los investigadores saben relativamente poco acerca de la estabilidad de las propiedades estructurales de la lengua, como su fonología, morfología y sintaxis.
En su artículo en abierto (“Abstract profiles of structural stability point to universal tendencies, family-specific factors, and ancient connections between languages”) [1] Dediu y Levinson se preguntan cómo son de estables en el tiempo los rasgos estructurales de las lenguas, aspectos como el orden de las palabras, el catalogo de sonidos o cómo se construyen los plurales o los nombres.
Estos dos investigadores creen que si algunas de estas familias de lenguas son lo suficientemente estables a lo largo de grandes periodos de tiempo podrían proporcionan un modo de recuperar relaciones entre lenguas muy antiguas.
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En la comunidad académica unos expertos mantienen que hay una estabilidad jerárquica universal en esas características, mientras que otros apoyan la tesis de que las familias individuales de lenguas tienen su propia idiosincrasia según la cual sus rasgos estructurales son o no estables.
Estos investigadores usaron una base de datos y muchos métodos alternativos para mostrar que ambas posiciones son correctas. Hay tendencias universales de tal modo que algunas de las características son más estables que otras, pero las familias individuales de lenguas tienen sus propios perfiles distintivos. Estos perfiles distintivos pueden usarse para demostrar relaciones antiguas entre lo que son ahora familias independientes de lenguas.
Así por ejemplo, usando estas técnicas, han encontrado conexiones probables entre las lenguas americanas precolombinas y las de noreste de Asia que se remontan a hace 12000 años. Además han encontrado conexiones entre la mayorías de las lenguas euroasiáticas que se remontan a hace 9000 años, cuando se separó el indoeuropeo del resto.
Este trabajo tiene implicaciones para la comprensión de los diferentes ritmos de cambio de las lenguas y, mediante la identificación de patrones distintivos de cambio, proporciona una nueva ventana a eventos históricos muy antiguos que han conformado el mapa lingüístico del mundo. Muestra que no hay conflicto entre la existencia de tendencias universales y factores específicos de una familia de lenguas o áreas geográficas. Además proporciona un argumento a favor de que la información acerca de las relaciones profundas entre lenguas es contenida de forma abstracta. Propiedades de alto nivel derivadas de grandes conjuntos de características estructurales se oponen a sólo unos pocos aspectos altamente estables de la lengua.
Finalmente este trabajo introduce técnicas novedosas cuantitativas para encontrar y para probar la fiabilidad estadística de ambas tendencias universales y distintivas de perfiles de familias de lenguas.
“Nuestros hallazgos apoyan la existencia de una tendencia universal a lo largo de las familias de lenguas para algunas características específicas de ser intrínsecamente estables a lo largo de familias y regiones geográficas”, dice Dediu.
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Fuentes y referencias:
Nota de prensa. [3]
Artículo orginal. [4]