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La erosión humana es 100 veces superior a la natural

El ritmo de erosión provocado por el ser humano debida a la deforestación y a la agricultura intensiva es 100 veces superior al natural.

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El suelo está vivó. En él vive toda una comunidad de organismos y microorganismos que le dan fertilidad, renuevan los elementos y dan sustento a las plantas. Plantas a partir de las cuales empieza la cadena trófica que termina en nosotros. Nuestros alimentos dependen del suelo y su fertilidad.
La producción de suelo es un proceso que dura muchos miles de años y en el que participan procesos biológicos, geológicos y climáticos. Así por ejemplo, la creación de suelos en Europa se debe en parte al efecto de las glaciaciones sobre el continente en la última era geológica. Otro ejemplo lo tenemos en a roca desnuda proporciona el propio planeta, que es colonizada por líquenes que la van disolviendo, luego por musgos y finalmente por plantas vasculares. Al final tenemos suelo fértil, pero tarda mucho en formarse.
Pero ese suelo que tarda tanto en formarse se puede perder por los efectos de la erosión.
Hay una erosión natural y otra erosión inducida por el ser humano. Un nuevo estudio estima ahora que la erosión humana es más de 100 veces superior a la natural.
Numerosos imperios y comunidades sucumbieron en el pasado cuando la desertificación y erosión degradó el suelo sobre el que cultivaban. Cuenta Jared Diamond en su libro “Colapso” que si se elabora una lista de países en donde hay conflictos violentos y otra que considere los países en los que hay problemas medioambientales y de erosión, entonces se puede ver que ambas coinciden. Al final la gente lucha violentamente por los recursos cuando estos escasean y la desertificación y erosión hace escasear los recursos.
Un nuevo estudio señala que la eliminación de bosque y la agricultura intensiva han acelerado dramáticamente el ritmo de erosión en las últimas décadas y se ha perdido tanto suelo en ese tiempo como en los pasados miles de años. Es bien conocido que la deforestación y la agricultura aumentan la erosión, pero es difícil evaluar cuánto. Básicamente, cuando se elimina la cubierta vegetal el suelo se erosiona fácilmente y rápido.
Saber este ritmo artificial de erosión, a nivel local o global, es fundamental a la hora de establecer políticas que permitan tomar decisiones que favorezcan la sostenibilidad.
El grupo de científicos implicados en este estudio se ha centrado en las cuencas de los ríos Roanoke, Savannah, Chattahoochee y otros siete largo ríos del sureste de EEUU para su estudio. Estos ríos ya llevaban sedimentos al mar fruto de la erosión natural antes de que llegaran los colonos europeos a estos puntos de América en el siglo XVIII, pero desde entonces la erosión se ha incrementado y mucho. Un fenómeno similar se ha dado en otras regiones del mundo.
Han descubierto que antes de la llegada de los europeos la erosión de suelo era de 1 cm cada mil años, se incremento en el siglo XIX y principios del XX, pero ha sufrido una tremenda aceleración en los últimos 25 años. El ritmo de erosión es más de cien veces superior al natural, según dice Paul Bierman
Los suelos estudiados en este trabajo, situados entre los Apalaches y la costa del Atlántico, son fundamentalmente arcillosos y se crearon a lo largo de miles de años. En unas pocas décadas de talas masivas y plantaciones extensas de tabaco y algodón gran parte del suelo ha sido ya erosionado tanto como en toda la época precolonizadora de miles de años. Este ritmo de destrucción es simplemente insostenible.
Para llegar a esta conclusión los investigadores recolectaron muestras de los sedimentos de los ríos y las analizaron en busca de isótopos de berilio-10, cuya cantidad midieron con un espectrómetro de acelerador de masas.
Este isótopo se forma gracias a los rayos cósmicos que inciden en el suelo a escasa profundidad y lo hace a un ritmo constante según el suelo es expuesto a los mismos. Cuanto más reducida sea la erosión, más berilio-10 se acumula sobre el terreno.
En los sedimentos antiguos analizados, y que se formaron durante miles de años antes de la llegada de los colonos, la cantidad de este isótopo es muy superior a la presente en los sedimentos que se formaron después, lo que indica un aumento de la erosión. Además, esta abundancia de berilio-10 se correlaciona con los acontecimientos históricos documentados y con el comportamiento de los humanos en las regiones estudiadas.
Aunque el ritmo de erosión ha aumentado más de 100 veces, la cantidad de sedimentos transportada por los ríos es de sólo un 6% del suelo erosionado. Esto significa que el material erosionado en los últimos dos siglos permanece, como un legado de sedimentos, apilado en los valles y faldas de los montes y no ha alcanzado los ríos.
“Hay una gran huella humana sobre el paisaje que dificulta ver qué es lo que hace la Naturaleza por sí sola. La belleza del berilio-10 es que nos permite mirar a través de la huella humana para ver qué hay debajo, qué pasó antes. Este estudio nos ayuda a comprender cómo la Naturaleza gobierna el planeta comparándolo con cómo lo gobernamos nosotros”, dice Bierman.

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Fuentes y referencias:
Artículo original [2]
Foto: Paul Bierman, UVM.