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Actividad hidrotermal en Encelado

Infieren la existencia de actividad hidrotermal en Encelado, lo que aumenta las posibilidades de que haya vida en su interior.

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Hay buenas noticias para el asunto de la exobiología. La pequeña luna de Saturno Encelado presenta signos de lo que parece ser actividad hidrotermal. El hallazgo ha sido realizado gracias a los datos proporcionados por la sonda Cassini, que ya en el pasado había descubierto chorros de vapor de agua en forma de géiseres saliendo de la superficie del satélite.
Este nuevo descubrimiento apoya la idea de que haya fuentes hidrotermales en el fondo del mar interior de Encelado bajo la cubierta de hielo. Este tipo de actividad geológica produce puntos en donde prolifera la vida aquí en la Tierra.
Según John Grunsfeld “las localizaciones en nuestro Sistema Solar en donde hay ambientes extremos en los que puede darse la vida nos acercan a responder la pregunta de si estamos solos en el Universo.”
En la Tierra la actividad hidrotermal se da cuando al agua marina se infiltra en la roca de la corteza oceánica, se calienta y emerge en forma de disolución cargada de minerales, generalmente en zonas en donde hay actividad tectónica.
Según los dos artículos publicados algo similar puede estar dándose en Encelado. Pero el origen de este calor interior en Encelado se puede explicar por las fuerzas de marea, según el satélite orbita alrededor de Saturno, y no a la desintegración de elementos radiactivos.
Los datos de Cassini indican la presencia de pequeños granos minerales procedentes del interior de Encelado ricos en silicio de 6 a 9 nm de diámetro. Este tipo de granos se forman en la Tierra cuando el mineral disuelto en agua entra en contacto con agua más fría en condiciones alcalinas. La temperatura para que se formen estos granos tiene que ser de, al menos, 90 grados centígrados.
Los granitos minerales formados de este modo estarían en el océano interior de Encelado durante un tiempo y serían expelidos en los géiseres al vacío espacio exterior por la región denominada rayas de tigre, en donde el grosor de la corteza de hielo es de sólo 10 km. Estos granitos terminan en los alrededores de Saturno y en el anillo E, pues este anillo está formado principalmente por las partículas de hielo emitidas por estos géiseres.
El viaje de estos granos desde que se forman en el fondo hasta el espacio exterior (50 km) parece ser corto en el tiempo, pues sólo lleva de unos pocos meses a pocos años. De otro modo los granos crecerían en tamaño.
Los datos gravimétricos sugieren que la roca interior de Cassini es porosa, lo que permite al agua filtrase al interior fácilmente.
En las eyecciones de agua de Encelado también se logró detectar en su día sodio, por lo que se asume que se trata de un mar salado.
La actividad hidrotermal también explica la presencia de metano en los géiseres de Encelado. La alta presión reinante en el océano interior de Encelado forzaría la formación de clatratos de metano. Como el metano puede detectarse esto indicaría que hay una fuente de metano, que sería la actividad hidrotermal, que produce metano a mayor ritmo que el de su secuestro en clatratos.
Una de las teorías que trata de explicar el origen de la vida en la Tierra sostiene que esta comenzó en las chimeneas o fuentes hidrotermales. Ese escenario debía de ser habitual en los planetas y cuerpos del Sistema Solar a comienzos de la formación del mismo. Hasta ahora no había pruebas de este tipo de actividad hidrotermal en la actualidad fuera de la Tierra.
En nuestro planeta hay chimeneas hidrotermales en donde prolifera la vida extremófila en total oscuridad y en donde el primer escalón trófico es esta fuente de energía química.
Para que haya vida el agua líquida es una condición necesaria, pero no suficiente. Sin una fuente de energía que mueva los ecosistemas, la vida no es posible. La actividad hidrotermal en Encelado puede ser precisamente esa fuente de energía. Obviamente, la presencia de una fuente de energía también es otra condición necesaria pero no suficiente y sería necesario investigar más el asunto.
Está planificado que la Cassini sobrevuele las plumas de vapor agua de Encelado a finales de año en busca de hidrógeno molecular, lo que sería otra prueba de actividad hidrotermal (además de servir de combustible bacteriano).
Pero, lamentablemente, Cassini no tiene la instrumentación necesaria para indagar mucho más en este asunto. Sería necesario enviar otra sonda a Saturno, que, por ejemplo, estudie Encelado y Titán, con uno o dos landers que se depositen sobre la superficie de estas lunas. Pero no hay ninguna misión aprobada al respecto.
Se estaba priorizando la luna Europa para una misión de este tipo. Cabría pensar que quizás este nuevo descubrimiento cambie las reglas del juego y dentro de 20 años sepamos algo más sobre Encelado, pero el tren presupuestario para Europa parece haber partido ya. Por lo tanto, habrá que esperar mucho más para saber de Encelado.

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Fuentes y referencias:
Artículo original I. [2]
Artículo original II. [3]