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Sobre el origen de los incidentes violentos en los aviones

La existencia de una sección de primera clase en los aviones aumenta la posibilidad de que haya eventos violentos entre el pasaje.

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Los actos de rabia o ira a bordo de los aviones comerciales modernos son cada vez más frecuentes y graves.

Todo puede empezar con una pequeña cosa, por ejemplo que un grupo de pasajeros se queje de que no se puedan sentar juntos. Pero al cabo de un tiempo uno de ellos amenaza con volar el avión al no conseguir su objetivo. Otro puede arrojar agua hirviendo para el té a la azafata cuando ella le dice que no se acepta determinada divisa.

La cuestión es por qué esta sucediendo esto. Un estudio ha analizado este tipo de incidentes con pasajeros disruptivos en la base de datos de millones de vuelos tanto domésticos como internacionales de una compañía. La conclusión es un tanto interesante. Encontraron que los vuelos que tenían una sección de primera clase tenía una probabilidad cuatro veces superior de sufrir este tipo de incidentes en la sección de clase económica.

Además, este tipo de incidentes eran 12 veces más probables que pasaran entre los pasajeros de primera clase y 2 veces más probable entre los de económica si al pasaje se le hacía abordar el avión por una puerta delantera del avión, que obliga a todos a pasar juntos por la sección de primera clase.

En estudios previos se mostró que las personas que eran forzadas a enfrentarse a la desigualdad mostraban un comportamiento más antisocial.

Según la sección de primera clase se ha ido introduciendo en los aviones y creciendo en tamaño y lujo, los incidentes de ira se han ido multiplicando entre los pasajeros.

Este crecimiento en tamaño y lujos de todo tipo de la sección de primera clase, sobre todo en vuelo internacionales largos, contrasta con el cada vez más reducido espacio que hay en los asientos de clase económica. Ya ni se puede cumplir con la normas de seguridad que las propias compañías muestran en los monitores. En ellas se dice que hay poner la cabeza entre las rodillas en caso de accidente inminente, pero literalmente es imposible para alguien de estatura normal hacer algo así en esos asientos.

Esto recuerda a estudios previos que se hicieron sobre las distintas clases en los vagones de tren británicos del pasado. Los de primera eran supuestamente mejores, no ya porque lo fueran intrínsecamente, sino porque al resto se les degradaba a propósito para que se notara aún más la diferencia.

Al pasajero de clase turista de turno se le hace pasar por la sección de primera clase y aprecia el gran espacio y lujos de esa sección frente al asiento que le ha tocado a él. Es de esperar que surja un sentimiento de injusticia.

Al pasajero de primera clase es de suponer que le moleste interaccionar con los otros pasajeros que van con él y que pasan a su lado rumbo a la parte trasera del avión.

Los autores del estudio sostienen que los aviones son, en esencia, una versión en miniatura de la sociedad, en donde la existencia de diferencias de clase es frecuentemente la mayor causa de inestabilidad social.

Quizás la solución sea eliminar por regulación internacional este tipo de secciones de primera clase, al fin y al cabo la seguridad de los aviones mejoraría y seguro que también todos los asientos ganarían en comodidad. Este tipo de secciones no existían antes de los setenta del pasado siglo y algunos países no tuvieron estas secciones durante muchos años.

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Fuentes y referencias:
Artículo original [2]
Foto: Wikipedia.