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El papel de los musgos sobre el clima del Ordovícico

Un nuevo estudio también apunta a que las primeras plantas no vasculares y los líquenes cambiaron el clima del Ordovícico.

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El Ordovícico es el segundo periodo geológico de la era Paleozoica tras el Cámbrico. Comenzó hace 485,4 ±1,9 millones de años y terminó hace 443,8 ±1,5 millones de años.

En ese periodo la vida interesante estaba en los mares y los continentes carecían de vida animal. Sin embargo, las primeras plantas no vasculares y los líquenes empezaban a conquistar tierra firme. Fueron los primeros seres en entrar en ese otro mundo y cambiaron el clima de la época.

A principios del Ordovícico la concentración de dióxido de carbono de la atmósfera terrestre era unas 8 veces la de hoy en día. Por esta razón es difícil explicar que al final de ese periodo se dieran las glaciaciones que, de hecho, se dieron.

Un nuevo estudio apuntala la idea de que la meteorización de las rocas provocada por las plantas no vasculares y líquenes podría haber sido la causa de estas glaciaciones.

Según Philipp Porada (Universidad de Estocolmo), uno de los autores del estudio, cuanto mejor entendamos el ciclo del carbono en el pasado, mejor podremos predecir el clima del futuro.

Las plantas no vasculares que han llegado hasta la actualidad son los musgos, hepáticas y antoceros. Son fósiles vivientes que han sobrevivido hasta el presente y que se distribuyen por todo el mundo. Se cree que sus antepasados aparecieron hace unos 450 millones de años en el Ordovícico. Junto a los líquenes (asociaciones de algas y hongos que no son plantas), formaron la primera vegetación terrestre. En la actualidad estos seres pueden vivir en ambientes dispares, que van de los secos a los húmenos, donde los nutrientes son escasos y sobre muchos tipos de superficies.

Estas plantas precedieron a las plantas vasculares, que llegarían más tarde. Al no tener un sistema de vasos que permitan a la sabia subir y bajar, ni un sistema que les de rigidez, las plantas no vasculares no pueden levantarse mucho del suelo. Tampoco tienen raíces, pero segregan ácidos orgánicos que disuelven la superficie mineral de la roca sobre la que crecen.

En la actualidad una roca es colonizada primero por líquenes y luego son los musgos los que van ocupando superficie. Al final van creando una pequeña capa de suelo sobre la que crecen otro tipo de plantas. Pero en el Ordovícico no había ese otro tipo de plantas, por lo que estos seres colonizaron ellos solos la tierra emergida.

Al proceso mediante el cual se va transformando químicamente la superficie de una roca se denomina meteorización química. Las plantas no vasculares y los líquenes aumentan considerablemente el ritmo de meteorización química de las rocas sobre las que crecen, sobre todo de las rocas que contienen silicatos, como el granito. Esto tiene implicaciones importantes para el clima.

Durante el proceso de meteorización se produce una disolución del dióxido de carbono (gas de efecto invernadero) que se disuelve en el agua en forma de ácido y es transportado al océano en donde en secuestrado en forma de rocas carbonatadas. Como resultado, al reducirse el dióxido de carbono atmosférico, se reduce el efecto invernadero y la temperatura baja.

Se propuso en el pasado que la vegetación no vascular del Ordovícico pudo causar las glaciaciones del final de ese periodo geológico, cuando esa vegetación se había extendido ya a escala global. Sin la meteorización química realizada por esta capa de vegetación es difícil de explicar el fenómeno, pues a principios del Ordovícico la cantidad de dióxido de carbono era de 8 veces la actual.

“Creo que la cosa más interesante acerca de este estudio es que unas plantas tan pequeñas como musgos y líquenes pueden influenciar el clima global a largo plazo”, dice Philipp Porada.

Sin embargo, es difícil extrapolar los actuales ritmos de meteorización realizados por plantas no vasculares y líquenes medidos en el campo a los efectos de la meteorización química que se dio en el Ordovícico.

En este estudio, Porada y colaboradores han usado un proceso basado en un modelo numérico de vegetación no vascular para simular la meteorización realizada por estos organismos en el Ordovícico tardío.

Según los resultados que obtienen, la meteorización fue muy potente en esa época, por lo que la aparición de las plantas no vasculares y líquenes probablemente fue la causa de las glaciaciones del Ordovícico tardío.

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Fuentes y referencias:
Artículo original. [2]
Las primeras plantas causaron glaciaciones. [3]
Foto: NeoFronteras.