Algunas bacterias segregan proteínas que nos protegen frente a algunas enfermedades de la piel.
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Tenemos 10 veces más bacterias en nuestros cuerpos que células somáticas. Quizás nos puede parecer imposible, pero hay que considerar que las bacterias son mucho más pequeñas que nuestras células.
Hay muchas de estas bacterias que viven sobre nuestra piel, pero la mayoría de esas bacterias vive en nuestro tracto intestinal. Nuestra digestión y nuestra salud depende de esa flora intestinal. Recientemente se están implementando tratamientos para diversas enfermedades en los que se repone esa flora intestinal que la vida moderna y los antibióticos han alterado.
Si las bacterias de nuestro interior son importantes para nuestra salud, ¿podemos decir lo mismo de las bacterias que viven sobre nuestra piel?
Se sabe que algunas bacterias de nuestra piel se alimentan de los hongos que pueden crecer en ella. Si no fuera por estas bacterias posiblemente terminaríamos con graves infecciones por micosis. Pero hay más ejemplos recientes, según Rolf Lood (Universidad de Lund, Suecia) y sus colaboradores, las bacterias de nuestra piel son beneficiosas, pues segregan proteínas que nos protegen de la acción oxidante del oxígeno, lo que evita ciertas enfermedades de la piel. Su efecto es similar a la conocida acción antioxidante de las vitaminas C o E.
La bacteria Propionibacterium acnes (en la foto), fue descubierta en un paciente con acné severo, pero no se sabe si está relacionada con esta enfermedad. Lo que sí han descubierto estos investigadores es que esta bacteria segrega la proteína RoxP, que protege a la piel del estrés oxidativo, una situación en la que el oxígeno daña las células humanas. Una causa común de este estrés sobre la piel es la radiación ultravioleta del Sol.
Se considera al estrés oxidativo como un factor importante a la hora de contribuir a diversas enfermedades de la piel que incluyen dermatitis atópica, soriasis y cáncer de piel.
La relación es mutualista. La bacteria segrega algo que es beneficioso (la proteína RoxP) para nosotros y esta consigue un buen lugar en donde vivir: nuestra piel.
Como Propionibacterium acnes es muy común, está presente tanto en individuos sanos como en individuos con enfermedades de la piel. Sin embargo, las personas con diferente cantidad de esta bacteria en su piel tienen una mayor o menor protección por parte de la proteína RoxP que segrega.
Este equipo de investigadores estudiará tanto en pacientes como en animales de laboratorio este aspecto. En el caso de humanos se hará un estudio comparativo entre un grupo de control sano y personas con carcinoma y con un tipo de queratosis precancerosa. Esto permitirá saber la relación que haya entre la proteína RoxP y la salud de la piel. En el estudio con modelo animal se usarán ratones para ver cómo esta proteína les protege frente a los rayos ultravioletas
Si los resultados son positivos se podría añadir RoxP a las cremas solares o a los tratamientos contra la soriasis y la dermatitis atópica.
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Fuentes y referencias:
Artículo original. [2]
Foto: Matthias Mörgelin, Universidad de Lund.