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Revisan el daño en la Gran Barrera

En campañas recientes se confirma el grave daño sufrido por la Gran Barrera de Coral australiana.

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Lamentablemente hay que confirmar el gran desastre que supuso el pasado fenómeno de El Niño y el calentamiento global combinados sobre la Gran Barrera de Coral.

Hace unos meses veíamos en NeoFronteras [1] el gran desastre que supuso el fenómeno de El Niño sobre la Gran Barrera de Coral australiana en este contexto del cambio climático.

Nuevos estudios de campo realizados recientemente confirman el desastre medioambiental que esto ha supuesto. Un área de 700 km de longitud situada en la norte ha perdido el 67% del coral de aguas poco profundas en los últimos 8-9 meses. La zona central y sur parecen haber sufrido menos daño que la norte. En todo caso, este evento es el mayor desastre sobre la Gran Barrera nunca registrado.

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Como todos sabemos, cuando la temperatura del agua sube demasiado los corales expulsan las algas simbióticas que contienen, perdiendo el color en el proceso. Al final el coral muere y deja los blancos esqueletos calcáreos tras de sí. Toda la cadena de vida del arrecife sufre y desaparecen múltiples especies en él.

Debido al calentamiento global este tipo de eventos se dan cada vez más frecuentemente y a los arrecifes no les da tiempo recuperarse. Además, la disolución del dióxido de carbono de origen antropogénico acidifica el agua marina y a los corales les cuesta más fijar sus esqueletos calcáreos.

En el pasado evento que afectó a la Gran Barrera fue producido por El Niño, que es un fenómeno cíclico en el cual las aguas del Pacífico suben de temperatura a niveles inusualmente altos. El grado en el que este fenómeno sube la temperatura marina se exacerba debido al calentamiento global inducido por el ser humano debido a la quema de combustibles fósiles.

Esta vez la pena es que los mayores daños se dieron en la zona norte que era la región de la Gran Barrera que estaba en mejores condiciones por haberse escapado casi sin daños de los eventos de blanqueamiento de 1998 y 2002. Pero esta vez ha sido gravemente dañada. Las imágenes no dejan lugar a dudas, como se puede apreciar en la imagen de cabecera. Las secuencias de vídeo captadas del lugar son deprimentes. [2]

Dentro de lo malo hay que decir que los otros dos tercios de la Gran Barrera no han sufrido daños tan severos. En la región central se perdió el 6% del coral, mientras que en la sur sólo un 1%, por lo que en este caso se puede decir que están en buenas condiciones, tal y como se puede apreciar en la siguiente imagen:

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O en este vídeo [3].

El turismo en la Gran Barrera reporta a Australia 5000 millones de dólares en beneficios y 70.000 puestos de trabajo. Hay preocupación entre las autoridades porque este evento afecte a este aspecto de la economía. Así, por ejemplo, Andrew Baird (ARC Centre), que ha realizado una campaña submarina de evaluación del daño en octubre y noviembre, dice que el hecho de que la zona sur se viera poco afectada son buenas noticias para la industria del turismo.
“[la existencia de] los parches de blanqueamiento significa que todavía podemos proporcionar a los clientes una experiencia de primera clase en la Gran Barrera si los llevamos a los arrecifes que todavía están en buenas condiciones”, dice.

Otro punto positivo es que en la esquina norte en alta mar del Great Barrier Reef Marine Park los daños no han sido tan cuantiosos como en el resto de la zona norte. En esa zona pudieron encontrar un corredor que escapó de grandes daños a lo largo del borde este de la plataforma continental. Los expertos creen que esta excepción se debe a que esta zona escapó del estrés producido por el calor gracias a las corrientes ascendentes provenientes de las aguas frías del Mar del Coral.

Los científicos creen que se necesitarían de 10 a 15 años para poder recuperar parcialmente el daño acaecido, pero temen que nuevos eventos de blanqueamiento se den pronto y lo impidan.

Se da la paradoja de que Australia es un gran productor de carbón, además de un gran emisor de dióxido de carbono. Encima, algunas de las minas de carbón se sitúan en la costa. Recientemente la compañía india Adani obtuvo la licencia de explotación de la mina Carmichael en la cuenca Galilee en un plan masivo para exportar carbón a India. Se teme que muchos de los residuos vayan a parar a la Gran Barrera. La explotación y quema del carbón producidos por esta mina liberará 4,73 Gigatoneladas de dióxido de carbono a la atmósfera.

ACTUALIZACIÓN:

Un trabajo reciente, del que se hace eco Science [4] y que todavía está sin publicar, demuestra que en los pasados 7000 años el fenómeno de El Niño ha tenido oscilaciones en su intensidad dentro de lo que se puede llamar su ciclo natural. Sin embargo, en el pasado siglo este fenómeno aumentó en un 25%, siendo más extremo e intenso. El trabajo está basado en el análisis de esqueletos de coral procedentes de varias islas del Pacifico datados por el método uranio-torio.

Este estudio refuerza aún más la idea de que el cambio climático provocado por la actividad humana está exacerbado el fenómeno de El Niño. Los costes económicos del fenómeno son muy elevados, así, por ejemplo, en el periodo 1997-1998 se estimaron en 38.000 millones de dólares. Los costes ecológicos están siendo catastróficos, como ya estamos comprobando.

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Fuentes y referencias:
Nota de prensa. [6]
Material gráfico: Coral Reef Studies.