El año pasado fue el más cálido desde que se tienen registros de temperatura.
|
Por tercer año consecutivo la Tierra ha superado la marca de temperatura superficial promedio más alta desde que se tienen registros (1880), según dos estudios independientes de la NASA y NOAA.
La temperatura promedio en 2016 fue 0,99 grados superior respecto al promedio de mediados del siglo XX y 0,07 grados superior a la de 2015. Según los científicos del Goddard Institute for Space Studies de la NASA, esto forma parte de la tendencia a largo de plazo de calentamiento global. Los científicos de NOAA llegan a la misma conclusión después de un análisis por separado de los registros.
A la misma conclusión también llega la Organización Meteorológica Mundial a partir de estos dos estudios.
El análisis de la NASA se basa en la medida de temperatura superficial de 6300 estaciones meteorológicas, boyas marinas y las medidas tomadas en las estaciones antárticas. Estos datos son analizados usando algoritmos que consideran la distancia entre estaciones a lo largo del globo y el efecto del calentamiento urbano, aspectos que podrían afectar las conclusiones. Los resultados se expresan en función de la base determinada por el periodo 1951-1980.
El estudio de NOAA usa gran parte de los mismos datos en crudo, pero con una línea de base distinta y un método diferente para analizar las temperaturas de las regiones polares.
Como las estaciones meteorológicas y las prácticas en las medidas cambian a lo largo del tiempo, hay cierta incertidumbre en la interpretación de lo que significa la diferencia de temperatura media de un año a otro. Sin embargo, teniendo esto en cuenta, se estima que 2016 ha sido el año más cálido nunca registrado con una fiabilidad del 95%.
“2016 es notablemente el tercer año consecutivo en esta serie. No esperamos que se bata el record cada año, pero la tendencia clara a largo plazo es la de un calentamiento”, dice Gavin Schmidt.
La temperatura media del planeta ha subido 1,1 grados centígrados desde el siglo XIX debido a las emisiones antropogénicas de dióxido de carbono y otros gases a la atmósfera por la quema de combustibles fósiles. La mayoría de este calentamiento se ha dado en los últimos 35 años, con 16 de los 17 años más cálidos.
El año pasado no solamente ha sido el más cálido nunca registrado, sino que, encima, 8 de sus 12 meses (de enero a septiembre salvo junio) fueron respectivamente los meses más cálidos nunca registrados. Mientras que octubre, noviembre y diciembre fueron el segundo octubre, noviembre y diciembre más cálido registrado.
Fenómenos como El Niño y La Niña, que caldean y enfrían la superficie tropical del Pacífico producen variaciones en los patrones globales meteorológicos y de viento. El Niño de 2015 y principios de 2016 tuvo un impacto importante al aumentar la temperatura promedio anual de 2016 en 0,12 grados.
“Sin embargo, el principal contribuidor al calentamiento en los últimos 150 años es la influencia humana sobre el clima que viene del aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera”, dice Peter Stott (Met Office Hadley Centre).
Las dinámicas meteorológicas afectan frecuentemente a las temperaturas regionales, así que no todas las regiones del planeta experimentaron una nueva marca de altas temperaturas. Así, por ejemplo, ambos estudios encuentran que la temperatura media de 2016 de los 48 estados de los EEUU continuos continentales fueron las segundas más altas. Por otro lado, el Ártico experimentó el año más cálido nunca registrado junto con el récord del mínimo de cubierta de hielo.
El aspecto de las temperaturas es sólo uno de los que nos tienen que preocupar. Además de la acidificación oceánica, que no para de aumentar, un aspecto inquietante es que los records en los mínimos de hielo en el Ártico y Antártico, así como en la fusión de hielo en Groenlandia han sido batidos también en 2016.
La NASA vigila estos aspectos de la Tierra desde el suelo y aire en diversas campañas, así como desde el espacio con una flota de satélites. Además, ha desarrollado nuevas maneras de observar y estudiar la interconexión de los sistemas naturales de la Tierra y nuevas herramientas de análisis computacionales para ver los cambios que se producen en el planeta. Comparte este conocimiento con la comunidad internacional y distintas instituciones en EEUU para así contribuir a la compresión y protección de nuestro mundo.
Lamentablemente, ha habido recientemente movimientos políticos en el congreso norteamericano para impedir que la NASA siga investigando sobre el clima. La excusa es que ese papel lo asuma NOAA en todo caso. La realidad es que el ala conservadora quiere que eliminar la idea del cambio climático y nada mejor como no proporcionar fondos para su investigación para así conseguirlo.
No sólo es importantísimo vigilar el clima, sino que además es importante que distintas instituciones independientes lo hagan por separado. De este modo se puede estar más seguro de las conclusiones y se evitan sesgos de todo tipo.
La llegada mañana a la Casa Blanca de Donald Trump posiblemente allane el camino de los negacionistas en este sentido y se despoje finalmente a la NASA de estas competencias.
Este nuevo récord es una llamada a que se cambie rápidamente la tendencia en el consumo de combustibles fósiles y se reduzcan las emisiones.
“De nuevo es un aviso a gobiernos, hombres de negocios y ciudadanos para que se vaya hacia una economía de bajas emisiones. Nuestros arrecifes de coral se están blanqueando a un ritmo alarmante, los glaciares se están fundiendo y el mundo se enfrenta a la primera extinción masiva de vida salvaje desde la que hizo desaparecer los dinosaurios. Hay cada vez más y más señales de peligro de que estamos rompiendo los límites medioambientales de nuestro planeta”, dice Tanya Steele (WWF-UK).
Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=5274 [1]
Fuentes y referencias:
Web de la NASA. [2]
Gráfica: NASA/Joshua Stevens, Earth Observatory.