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En parte somos materia de otras galaxias

Vientos galácticos llevan materia de una galaxia a otra. Este fenómeno va a ser esencial a la hora de comprender cómo evolucionan las galaxias.

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Quizás sea debido a la literatura o las películas de ficción científica, pero, muchas veces, no nos damos cuenta de que formamos parte del Universo, de que estamos inmersos en él, que el resto del Cosmos no es algo ajeno que está lejos de nosotros.

Lo más probable es que nunca podremos viajar a otras estrellas, pero el universo está aquí todos los días. Está ahí en el cielo cuando contemplanos la luna o las estrellas, está en forma de un disco extraordinariamente brillante al que llamamos Sol.

Basta tener un mínimo de cultura científica (debería ser obligatoria en los sistemas de enseñanza) para saber que somos cenizas de estrellas, que gran parte de los átomos que componen nuestro cuerpo una vez estuvieron en el horno termonuclear de alguna estrella.

Ahora se ha descubierto que parte de esos átomos no sólo proceden de estrellas de la Vía Láctea, sino que proceden de estrellas que una vez estuvieron en otras galaxias. De este modo, gran parte de la materia de nuestros cuerpos sería extragaláctica, al igual del planeta en el que vivimos.

Este resultado procede de un estudio basado en simulaciones computacionales realizado por investigadores de Northwestern University. Según esas simulaciones, la mitad de la materia de la Vía Láctea procede de galaxias distantes. El resultado es aplicable a la Vía Láctea o a cualquier otra galaxia.

En una galaxia las estrellas permanecen juntas por efecto de la gravedad y orbitan alrededor del centro de masas común. Tras el Big Bang sólo había gas y tuvo que pasar un tiempo hasta que se formaran estrellas o galaxias. Para que ello se diera se necesitó de pequeñas perturbaciones en ese gas que permitieron que la fuerza de gravedad juntara la materia que más tarde formó las estrellas y galaxias. Tal y como se puede ver en este vídeo. [1]

Las simulaciones necesarias para este estudio han requerido el equivalente a millones de horas de computación continua. En estas simulaciones los investigadores han sido capaces de reproducir el origen de las estrellas de galaxias como la nuestra y determinado si la materia que las componen procede de gas endémico o si procede de otra galaxia.

Según estas simulaciones, la galaxias en general adquieren masa por transferencia intergaláctica [2]. Las explosiones de supernova eyectan gran cantidad de gas de las galaxias en las que están, esto hace que los átomos sean transportados de una galaxia a otra a través de fuertes vientos galácticos.

Aunque previamente se creía que en la existencia de estos vientos, no se sospechaba lo poderosos que podían ser, al menos no tanto como para poder cruzar de una galaxia a otra vecina. Se creía, en su lugar, que esa materia eyectada volvía a caer sobre la misma galaxia para ser reciclada.

Como las galaxias está alejadas unas de otras en millones de años luz y estos vientos se mueven a varios cientos de km por segundo, el proceso se da a lo largo de periodos que van de varios cientos de millones de años a dos mil millones de años.

Esta transferencia intergaláctica sería un fenómeno identificado ahora y va a ser esencial a la hora de comprender cómo evolucionan las galaxias. Puede que este resulta incluso transforme la visión que tenemos de cómo se formaron las galaxias tras el Big Bang.

Según este estudio, esta transferencia intergaláctica es menos crucial para hacer crecer galaxias pequeñas, que dependen más de vientos locales para mantener la materia ejectada por supernovas. Así que estas galaxias pierden más masa de la que ganan. Este podría ser el caso de las nubes de Magallanes, cuya materia sería robada por la Vía Láctea.

Las predicciones de este trabajo pueden ahora ser comprobadas con observaciones, por lo que este equipo ya colabora con astrónomos observacionales que trabajan con el telescopio espacial Hubble y con telescopios en tierra firme.

“Dada la cantidad de materia de la que estamos formado proveniente de otras galaxias, podemos considerarnos a nosotros mismos viajeros espaciales o inmigrantes extragalácticos. Es muy probable que mucha de la materia de la Vía Láctea estuviera en otras galaxias antes de que fuera expulsada por vientos poderosos, viajara a través del espacio intergaláctico y finalmente encontrar un nuevo hogar en la Vía Láctea”, dice Daniel Anglés-Alcázar.

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Fuentes y referencias:
Artículo original. [4]
Web de FIRE. [5]
Imágenes y vídeos: Northwestern University.