Encuentran que los patrones de metilización de ADN están detrás del funcionamiento de la dieta de restricción calórica.
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Puede esto sorprenda al lector, pero que una dieta de restricción calórica (DRC) alarga la vida de ciertas especies animales es algo que se conoce desde casi un siglo.
Generalmente, los experimentos relativos a que una ingesta menor de calorías produce este efecto se han realizados en animales pequeños de corta vida, como los ratones. Sólo recientemente se empiezan a tener resultados (controvertidos) sobre primates.
Hay grupos de personas que se han sometido a este tipo de dieta con la esperanza de alargar sus vidas, lo que les obliga a pensar mucho sobre lo que comen para seguir en la dieta, pero no malnutrirse.
Obviamente someterse a este tratamiento desde joven para el resto de tu vida con objeto de alargarla puede desembocar en una vida un tanto invivible. Por eso los investigadores buscan los efectos bioquímicos que esta dieta provoca para imitarlos con algún fármaco y que no sea necesario pasar tanta hambre.
Pero, pese a todo el tiempo trascurrido desde el descubrimiento de los efectos de la DRC, todavía no se han desentrañado sus secretos.
Ahora, unos investigadores de Temple University dicen haber explicado por qué funciona. En un artículo publicado recientemente muestran que la velocidad a la que los cambios epigéneticos se dan cambia con la edad y esto se asocia con la esperanza de vida a lo largo de diversas especies. La DRC reduce este proceso de cambio lo que, potencialmente, explicaría la mejora en la longevidad que esta dieta proporciona.
Recordemos que la la epigenética consiste en la regulación que genes ya existentes mediante, por ejemplo, la metilización de ADN, que puede bloquear en vida algunos de estos genes e impedir que se expresen.
Los patrones de metilización cambian a lo largo de la vida del individuo con un aumento de esta en ciertas áreas del genoma y un decrecimiento en otras. En otros estudios ya se vio que esto cambia con la edad, pero no se sabía su relación con la esperanza de vida.
“Nuestro estudio muestra que la deriva epigenética, que se caracteriza por ganancias y pérdidas de metilizaciones de ADN en el genoma a lo largo del tiempo, se da más rápidamente en ratones que en monos y más rápidamente en monos que en humanos”, dice Jean-Pierre Issa, investigador principal del proyecto.
El hallazgo ayudaría a explicar por qué los ratones sólo viven 2 o 3 años en promedio, los macacos 25 años y los humanos 70 u 80.
El grupo de Issa logró este descubrimiento examinando los patrones de metilización de ADN en muestras de sangre de individuos de distintas edades tanto en ratones, monos y humanos gracias a una técnica de secuenciación profunda.
En análisis sucesivos se observaron pérdidas de expresión genética en regiones genómicas que terminaban siendo más metilizadas con la edad, así como que las regiones que terminaban siendo menos metilizadas aumentaban su expresión genética.
Al investigar un subconjunto de genes que se ven afectados por cambios de metilización asociados a la edad, se dieron cuenta de que existía una relación inversa entre deriva de la metilización y la longevidad. Es decir, cuanto mayor es la cantidad de cambios epigenéticos y más rápido ocurren, más corta es la vida de los individuos de una especie.
La siguiente cuestión que estos investigadores quisieron resolver fue cómo la deriva epigenética podía alterar la esperanza de vida en animales bajo DRC.
Para ver sus efectos, los investigadores sometieron a un 40% de ratones de un a una DRC y a lo mismo un 30% de monos de mediana edad. En ambas especies se produjo un importante reducción de la deriva epigenética en comparación con los grupos de control. Los cambios en la metilización en los animales viejos que habían sido sometidos a DRC eran similares a los que poseían sus compañeros jóvenes.
Este grupo de investigadores proponen que la ralentización de la deriva epigenética explica cómo la DRC prolonga la vida de los animales.
El hallazgo tendría implicaciones en las investigaciones sobre la la salud. Así, por ejemplo, en estudios recientes se señala que grandes cambios en el deriva epigenética aumentan el riesgo de enfermedades relacionadas con la edad, como el cáncer.
“Nuestro laboratorio fue el primero en proponer que la idea de modificar la deriva epigenética como un modo de modificar el riesgo a las enfermedades. Pero por qué la deriva epigenética se da más rápido en unas personas y más lentamente en otras está todavía sin aclarar”, dice Issa.
Estos investigadores esperan identificar pronto los factores adicionales que tienen impacto sobre la deriva de metilización. Estos factores podrían, potencialmente, ser alterados para ralentizar la deriva, lo que tendría una gran impacto sobre la prevención de enfermedades asociadas a la edad.
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Fuentes y referencias:
Artículo original. [2]
Ilustración: Wikipedia.