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La contaminación no tenida en cuenta

Gran parte de la contaminación del aire no estaría producida por los gases de escape de los automóviles.

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Las ciudades se están convirtiendo en unos entes que crecen sin parar a costa de lo que sea a modo de cánceres urbanísticos. No es de extrañar que surjan todo tipo de problemas.

Unos de los muchos de esos problemas es el de contaminación del aire. Parte de esa contaminación está producida por el tráfico rodado. En Europa, en donde proliferan los automóviles diésel, la contaminación del aire de las ciudades contiene óxidos de nitrógeno. Por esta razón, algunas ciudades restringen el tráfico rodado y culpabilizan al diésel de la contaminación. Aunque hay otras razones, un tanto ocultas, detrás de esta demonización del diésel, como que, una vez se ha dado el cenit del petroleo, se necesita el gasóleo para el transporte de mercancía o la agricultura.

El caso es que, gracias a las regulaciones de las últimas décadas, se ha conseguido que los automóviles contaminen cada vez menos (quedando fuera del mercado Occidental los automóviles chinos o indios) y sean menos importantes en cuanto a emisiones frente a otras fuentes de contaminación.

Pero, en los países en los que no hay tanto motor diésel, ¿de donde viene la contaminación del aire? Podría pensarse que también es causada por el tráfico rodado, pero un estudio presentado en el congreso anual de la AAAS y publicado en Science no dice eso.

Según este estudio, el principal contribuidor de la contaminación urbana del aire son ahora los pesticidas, pinturas, adhesivos y otros productos industriales.

Los investigadores analizaron los compuestos orgánicos volátiles (COV) y cómo estos reaccionan con el aire para producir ozono troposférico y, además, otras partículas que contribuyen a la «boina» de contaminación de las ciudades modernas. Ambos contaminantes contribuyen a las enfermedades respiratorias de las personas que viven en áreas urbanas, como el asma, a las enfermedades cardiovasculares y a otros problemas de salud.

«Las cosas que uso para ponerme a punto por la mañana para ir a trabajar son comparables a las emisiones que proceden del tubo de escape de mi coche. Creo que esto es una sorpresa para mucha gente», dice Brian McDonald (NOAA).

Hasta ahora se creía que el principal generador de estas sustancias tipo COV eran las emisiones de los automóviles, pero este estudio mantiene que otros productos químicos como pesticidas, tintes, adhesivos, recubrimientos, productos de higiene personal, limpiadores de esmalte de uñas, productos para la limpieza en seco, tintas, detergentes, colas, barnices, productos de limpieza o perfumes contribuyen más del doble que los contaminantes secundarios antes mencionados procedentes de las emisiones de los coches. El problema es que estos productos están muchas veces diseñados precisamente para evaporarse, por lo que terminan fácilmente en el aire.

El estudio mantien que las autoridades subestiman entonces las emisiones COV de origen industrial en un factor tres y sobrestiman las emisiones de estas sustancias procedentes de los coches en un 40%.

Como la gente usa estos productos generadores de COV en interiores, los investigadores compararon las emisiones de áreas comerciales y residenciales en Los Ángeles.

Encontraron que las emisiones de estas sustancias en interiores son siete veces mayores que en el exterior. Esto significa que la polución del aire está aumentando más por los productos industriales y de consumo que por el transporte.

Además, estos productos se usan en interiores en donde la gente pasa más tiempo, lo que representa un mayor riesgo para la salud. Los investigadores sugieren que se adapten las regulaciones a la luz de estos nuevos datos.

Obviamente, el tráfico sigue siendo una importante fuente de contaminación atmosférica, pero si sólo se regula su uso y no se tienen en cuenta estas otras fuentes, no se conseguirá mucho.

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Fuentes y referencias:
Artículo original. [2]
Foto: David Holt, vía Flickr.