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Cada vez más cerca del apocalipsis de insectos

En los últimos 30 años ha desaparecido el 80% de la biomasa de insectos. De seguir por este camino, los insectos podrían desaparecer del todo, lo que sería absolutamente catastrófico.

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La belleza y la fealdad es una cuestión muy subjetiva que depende de un humano a otro. Aunque hay insectos objetivamente desagradables, feos o incluso peligrosos, todos ellos son imprescindibles para los ecosistemas.

Son los insectos los que polinizan la mayoría de las flores y los que sirven de alimento a los seres vivos que están en la parte baja de la cadena trófica.

Lagartos, anfibios, murciélagos y muchas aves y peces dependen de los insectos como sustento y para reproducirse, así como los topos, osos hormigueros o erizos, por mencionar algunos mamíferos. Sin esos feos insectos no habría colibries, porque, aunque la mayor parte de la gente no lo sabe, estos pájaros son insectívoros (y la mascota de este sitio web).

En NeoFronteras ya hemos visto algún estudio que apunta a la desaparición de grandes poblaciones de insectos en todo el mundo. No se trata solamente de las abejas y abejorros, cuyas colmenas y colonias parecen colapsar por culpa de los neonicotinoides [1], se trata de todos los insectos.

El asunto de la polinización afecta directamente a los humanos, en concreto a sus cultivos y, en consecuencia, a nuestra alimentación. El 75% de los 115 cultivos más importantes dependen de la polinización, incluidos el cacao, el café, las cerezas o las almendras. Así que este es un asunto para preocuparnos, aunque sólo sea por egoísmo.

El problema, es que, hasta ahora, no se había dado mucha importancia a la extinción de insectos y sólo se había hecho énfasis sobre animales más grandes, como los mamíferos y otros vertebrados.

El último estudio al respecto arroja cifras escalofriantes y ya se puede decir que vivimos el principio de un apocalipsis de insectos en la Tierra. Según este informe, cerca de la mitad de todas las especies de insectos están disminuyendo rápidamente y un tercio de todas las especies ya corren riesgo de desaparición. El 80% de toda la biomasa de insectos ha desparecido en los últimos 25-30 años.

A nivel de insectos ya estamos en una extinción masiva. Si no cambiamos nuestra manera de producir alimentos una gran parte de insectos corren riesgo de extinguirse.

Según los autores, «estamos presenciando el mayor evento de extinción sobre la Tierra desde el Pérmico y el Cretácico». Como todos ya sabemos, el primero se llevó por delante al 90% de las especies hace 250 millones de años y el segundo a los dinosaurios y muchas otras especies hace 65 millones de años.

«Sólo una acción decidida puede evitar el colapso catastrófico de los ecosistemas naturales», sostienen los autores, Francisco Sánchez Bayo (University of Sydney) y Kris A.G.Wyckhuys (University of Queensland).

«Estimamos un declive en las poblaciones de insectos del 41%, que es el doble que el de los vertebrados», dice Sanchez Bayo. «Si la pérdida de insectos no se detiene, esto tendrá consecuencias catastróficas tanto para los ecosistemas del planeta como para la supervivencia de la humanidad», añade.

El ritmo de desaparición parece ser el mismo tanto en el trópico como en climas templados.

Una de cada seis especies de abejas y abejorros ha desaparecido localmente en el mundo. Como ejemplo se puede mencionar que las poblaciones de un 60% de las especies de escarabajos peloteros han disminuido fuertemente en la cuenca del Mediterráneo.

La peor parte parece que se la lleva Reino Unido, que ha visto un declive del 60% de los grupos y taxones de insectos más importantes. Así, por ejemplo, el número de especies de mariposas en este país cayó en el campo en un 58% entre 2000 y 2009. Pero se sospecha que estos malos resultados son consecuencia de que ahí se hacen más estudios y, por tanto, el fenómeno está mejor medido. Al RU le sigue Norteamérica con un 50% y Europa con un 44% en este tipo de declive.

Sólo la mitad de las especies de abejorros que se veían en Oklahoma en 1949 estaban en 2013. Desde entonces el número de colmenas de abejas melíferas ha caído de 6 a 2,5 millones en todo EEUU.

El colapso reciente en las poblaciones de aves, como ha pasado en Francia con varias especies recientemente, tiene su origen en el uso de insecticidas en los campo de cultivos de cereales y en viñedos.

En Europa se estima que los insectos voladores se han reducido en un 80% en promedio, lo que ha provocado que la población de aves haya descendido en 400 millones de sólo 3 décadas.

En Puerto Rico se ha producido una caída en la población de insectos de un 98% en los últimos 35 años, con lo que ello significa para las aves, reptiles y anfibios de la isla.

Lo peor es que el problema se agrava. Cada año se añade otro 1% a las especies de insectos en peligro, mientras que la biomasa total de insectos se reduce en un 2,5% anualmente en todo el mundo desde hace 25-30 años. A ese ritmo, en unos 10 años habrá un cuarto menos de insectos en 50 habrá la mitad y en 100 ya no habrá insectos.

El estudio, consistente en un meta-análisis, está basado en más de 70 conjuntos de datos procedentes de distintas localizaciones a lo largo del todo el globo y que se remontan a más de 50 años, principalmente de Europa Occidental, EEUU, Australia, China y Sudáfrica. Pero hay muy pocos estudios en el resto del mundo, por lo que la situación podría ser incluso peor.

La principal causa de este declive está en los cambios en los hábitats introducidos por la deforestación, la urbanización y la agricultura. Además están la contaminación y el uso de pesticidas en los campos de cultivo.

Ahora, sólo unas pocas especies de insectos están desapareciendo por el cambio climático, principalmente en los trópicos. Los científicos pronostican, sin embargo, que, a largo plazo, el calentamiento global terminarán siendo uno de los principales factores en la extinción de los insectos.

Los autores del estudio abogan por una restauración de áreas silvestres y por una reducción en el uso de pesticidas y agroquímicos como mejor método para evitar un desastre. Al parecer lo peores pesticidas son los insecticidas sistémicos, que esterilizan directamente el suelo.

Paul Ehrlich, de Stanford University y no involucrado en el estudio, ha comentado a The Guardian que está de acuerdo con el estudio, pero añade que a los autores se les ha olvidado mencionar que la superpoblación y sobreconsumo humanos son los que están provocando todo esto, incluido el cambio climático.

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Fuentes y referencias:
Artículo original. [3]
Entrevista a Francisco Sánchez-Bayo. [4]
Sobre el declive de los insectos. [5]
Foto: Creative Commons.