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Fitoplancton y formación de nubes

Unas partículas orgánicas desprendidas por el fitoplancton marino e inyectadas en la atmósfera por el oleaje hacen de núcleos de condensación, lo que permite la formación de nubes.

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No se puede concebir la Tierra tal y como está ahora sin que sobre ella hubiera habido vida durante miles de millones de años. La vida ha modificado este planeta profundamente e incluso contribuye con su existencia a las condiciones necesarias para que haya vida.
Ahora se ha descubierto que unas partículas orgánicas desprendidas por el fitoplancton marino hacen de núcleos de condensación de hielo, lo que permite la formación de nubes.
Estas partículas son en realidad un residuo o desperdicio de la vida marina, pero son inyectadas en la atmósfera gracias a la acción de las olas cuando estas rompen. Como ya sabemos, para que se formen las nubes se necesita que el vapor de agua se condense sobre algo, generalmente partículas de aerosol, partículas de polvo, etc. Sin este efecto no habría condensación.
Obviamente, es importante tener el cuenta este factor de formación nubosa inducido por el fitoplancton cuando se hagan proyecciones sobre el clima futuro, pues el fenómeno afecta al comportamiento de las nubes y, por tanto, al clima global.
Se sabe que las olas rompientes generan grandes cantidades de aerosoles que contienen material biológico procedente del ecosistema oceánico. Se había especulado sobre si esto tendría un efecto sobre la formación de nubes. Con este nuevo estudio se confirmar estas sospechas.
“Ahora tenemos una prueba clara de que el material biológico marino, como la materia que es exudada por el fitoplancton, es capaz de nuclear hielo y podría hacerlo así en la atmósfera. Esto puede ser particularmente importante en las regiones polares”, dice Theo Wilson (University of Leeds), líder del estudio.
Las nubes de la atmósfera están hechas de gotitas de agua líquida, partículas de hielo o una mezcla de ambos. La cantidad de partículas de hielo determinan la duración de nube y cuánto puede llover, granizar o nevar. Además, mantienen el control de temperatura del clima al reflejar la luz solar por encima o al atrapar el calor desprendido por la superficie terrestre.
Por desgracia, y debido al cambio climático inducido por la actividad humana, el clima está cambiando y lo hace aún más en las regiones polares. Sin embargo, las predicciones de cómo lo hará en el futuro están sujetas a varias incertidumbres. Este nuevo resultado ayudará a reducir estas incertidumbres para así predecir mejor el clima futuro.
Así por ejemplo, como la cubierta de hielo ártica se está reduciendo con el cambio climático, habrá más océano y se liberará más cantidad de estas partículas a la atmósfera, lo que creará más nubes, por lo que el fenómeno será más importante.
Para esta investigación varios científicos estudiaron la vida marina del Ártico, Atlántico occidental y Pacífico norte mediante la recolección de muestras. Para esta tarea combinaron el uso de un bote a control remoto que se lanzaba desde la nave nodriza con muestras obtenidas más manualmente.
Usando estos datos y un modelo computacional averiguaron que este tipo de partículas de aerosol procedentes del mar son la influencia más importante en la formación de nubes en las regiones polares y en otras regiones remotas.
Además, investigaron en el laboratorio formas de vida marina específicas para saber más sobre las muestras que tomaron. Descubrieron que ciertas especie de alga marina (Thalassiosira psuedonana, una forma de fitoplancton muy común) libera gran parte de la materia orgánica capaz de nuclear hielo en las nubes.
De un modo u otro, todo está relacionado.

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Fuentes y referencias:
Artículo original. [2]
Las bacterias hacen llover. [3]
Corales, algas y formación de nubes. [4]
Nubes y algas. [5]
Foto: Dr Theodore W. Wilson.