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Cómo almacenar energía renovable

Proponen la manera de almacenar de forma económica la energía obtenida de fuentes renovables en el caso de que un país funcione al 100% con este tipo de energía.

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En vista de cómo se las está gastando ya el cambio climático es hora de buscar soluciones al problema y parece que las energías renovables pueden ser la solución definitiva. Al menos así lo sostienen Mark Jacobson (Universidad de Stanford) y Mark Delucchi (Universidad de California en Davis), cuya propuesta para que en 2050 los países se basen en un 100% en energía renovable vimos hace muy poco por aquí. [1]
Ahora han publicado un artículo en el que explican los sistemas de almacenamiento de energía que habría que usar para lograr esta meta. Recordemos que se trata de conseguir el 100% de las necesidades energéticas de una país a partir de la fuerza del viento, la luz solar y de otras fuentes de energía alternativas, sin nada de combustibles fósiles ni energía nuclear. Este tipo de energía cubriría las demandas de la industria, del transporte, de las viviendas, etc.
Los escépticos dicen que es imposible conseguir esto porque estas fuentes de energía son caprichosas y puede que no genere energía cuando se necesita, por ejemplo, por la noche no hay energía solar que valga y si no hay viento no hay energía eólica.
Estos dos investigadores abogan por el uso proporcional de las fuentes de energía dependiendo de la situación del país, su clima, etc, de tal modo que se minimice la necesidad de almacenamiento.
Pero, además, las inevitables necesidades de almacenamiento de energía no tienen que basarse en grandes y caros sistemas de baterías eléctricas ni nada por el estilo. Sus modelos predicen que la meta se puede lograr por vías más sencillas.
Muchas de las soluciones que proponen se basan en la acumulación de calor o la creación de hielo, además de soluciones más convencionales, de tal modo que la demanda es cubierta sin problemas durante todo el tiempo.
Así por ejemplo, se puede recolectar el calor del sol en verano y almacenarlo bajo tierra en las rocas y el suelo, Luego ese calor puede recuperarse en invierno para calentar la vivienda. El exceso de electricidad barata puede usarse también para producir hielo que más tarde puede usarse para enfríar cuando el precio de la electricidad es más caro.
Este exceso de energía eléctrica también puede usarse para bombear agua desde abajo hacía las presas hidroeléctricas. Energía que se puede recuperar en parte al dejarla caer de nuevo.
Estos sistemas de almacenamiento serían de bajo coste y no necesitarían de recursos como elementos especiales escasos en la corteza terrestre o mal repartidos.
También sostienen que el hidrógeno puede usarse como medio para almacenar la energía producida por el sol y el viento. Cuando hay exceso de electricidad se produce este gas a partir de agua usando electrolisis y luego se combina el hidrógeno con el oxígeno para generar electricidad en una pila de combustible. Incluso se podría usar en vehículos.
Con su modelo demuestran que es posible cubrir la demanda en ciclos de minuto, hora día, mes o año.
Como demostración experimental proponen la urbanización de 52 casas experimentales Drake Landing Solar Community de Canadá, que está situada en Calgari, en donde los inviernos son fríos y duros. Estas casas tienen un sistema mediante el cual se bombea agua muy caliente en verano a un sistema subterráneo y aislado. Luego ese calor se recupera en invierno para mantener el interior de la casas cálido.
Mantienen que el coste por kilovatio-hora producido por fuentes renovables sería el mismo que usando combustibles fósiles, pero además los consumidores gastarían un 30% menos de electricidad con este tipo de sistemas, entre otras cosas porque los motores eléctricos son más eficientes que los de combustión interna.
Estos sistemas de almacenamiento subterráneo son más baratos que las baterías y permiten incluso almacenar el exceso de energía. En el caso de las baterías estamos hablando de 350 dólares por kilovatio-hora, que es un precio 100 veces mayor que el almacenamiento subterráneo descrito. Mientras que el uso de bombeo de agua en presas hidroeléctricas como almacenamiento cuesta 10 veces menos que las baterías.
Con todas estas medidas se conseguiría emisiones cero, se pararía el cambio climático, no morirían miles de personas de forma prematura por culpa de la contaminación, no habría guerras por causas geoestratégicas asociadas al petróleo o similares, los países no tendrían dependencia energética del exterior, etc.
Además, la energía no estaría tan centralizada como ahora, sino que sería más local y sería menos vulnerable a ataques terroristas, desastres naturales, fallos masivos. Esta “localidad” permite además ahorrar energía, pues no hay las pérdidas eléctricas asociadas a largas líneas de alta tensión ni se necesita gastar energía en el transporte de petróleo, carbón, etc.
Lo que sobra son intereses comerciales de unos pocos y falta voluntad política para llevar todo esto a buen término.

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Fuentes y referencias:
Artículo original. [3]
Foto: por Rob Baxter, vía Flickr.