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Mariposa con 15 fotorreceptores

Una mariposa posee 15 fotorreceptores de distinta clase en sus ojos, algo que le permite discernir colores con precisión.

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El mundo es una maravilla de color. Gran parte de su belleza reside en los colores que podemos apreciar en él.

La visión humana cubre lo que se llama en espectro visible, que va de los 400 a los 700 nanometros de longitud de onda de las ondas electromagnéticas que componen la luz.

La realidad física es que hay toda una gradación de color, un color para cada longitud o frecuencia. Para poder apreciarlo, el ojo humano está equipado con tres tipos de conos que portan tres sustancias que son respectivamente más sensibles al rojo, al verde y al azul. A partir de esa información el cerebro humano es capaz de distinguir entre millones de tonos de color y recrea la sensación color. La sensación, la percepción del color, es puramente psicológica.

Así que el color que vemos los humanos del mundo exterior es puramente subjetivo. Otras especies animales que usen otros pigmentos fotosensibles pueden ver otras frecuencias, otros colores y tendrán, a su vez, otras representaciones mentales para esos colores.

Ya vimos por estas páginas la gran cantidad de fotopigmentos distintos que tienen los estomatópodos [1] [1], [2] [2]. Ahora se publica un estudio en el que se muestra algo muy similar en una especie de mariposa.

La visión de las mariposas no es tan nítida como la nuestra, pero nos aventajan en algunas cosas, como su mayor campo de visión, su mayor capacidad de percibir objetos en movimiento, su capacidad de ver el ultravioleta o de detectar si la luz está polarizada.

La mayoría de insectos sólo tienen tres clases de fotorreceptores y las mariposas sólo necesitan 4 si se incluye el que corresponde al ultravioleta.

Ahora descubren que la mariposa iridiscente australiana Graphium sarpedon, que tiene unas llamativas marcas azul-verdosas, posee 15 tipos distintos de fotorreceptores. Estos fotorreceptores serían similares a nuestros conos y bastones.

Un grupo de investigadores atrapó 200 machos de esta especie para estudiar su visión. Parece que no tuvieron éxito a la hora de atrapar hembras, así que el estudio se basa solamente en la visión de los machos.

Consiguieron averiguar qué colores (longitudes de onda o frecuencias) estimulaban a cada tipo de fotorreceptor. La luz ultravioleta estimulaba uno de ellos, pero tres de ellos estaban dedicados a distinguir distintos tipos de azules y para los verdes tienen dedicados 4 de ellos.

La cuestión es por qué esta especie de mariposa tiene en concreto t11 fotorreceptores más que cualquier otra. Aunque puede haber otros casos similares aún por descubrir.

Los autores del estudio creen que algunos de estos receptores extras deben de estar sintonizados para captar colores que son importantes desde el punto de vista ecológico para estas mariposas, como, por ejemplo, colores que sean importantes durante el cortejo y que controlen, por tanto, el éxito reproductivo.

Así por ejemplo, los tonos verde azulados pueden permitir a los machos discernir mejor a los posibles rivales, incluso cuando vuelan contra el fondo azul del cielo.

Lo que también queda por saber es cuántos colores pueden distinguir estas mariposas. Un cosa es tener muchos fotorreceptores y otra que el sistema nervioso tome esa información y sea capaz de discernir una gran paleta de tonos de color. Como en el caso del estomatópodo, una gran cantidad de fotorreceptores distintos no implica una gran gama de colores.

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Fuentes y referencias:
Artículo original [4]
Foto: Wikipedia.