La asombrosa visión de los estomatópodos
El camarón mantis es capaz de distinguir la luz polarizada circularmente, caso único en el mundo animal.
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No todos los seres de este planeta ven el mundo como nosotros. Unos lo ven en blanco y negro, otros con una gama de colores más pobre. Incluso algunos invertebrados como las abejas son sensibles al mundo ultravioleta, pudiendo así ver patrones de las flores dispuestos a modo de pistas de aterrizaje para ellas.
Cuando ya se creía que estaba todo visto en la visión animal se ha descubierto una nueva forma de visión en los camarones mantis, también llamados esquilas o galeras. El artículo con el hallazgo se publicó el pasado 20 de marzo en Current Biology. Estos animales además de ver más colores que nosotros (sus ojos usan 16 pigmentos), ver el infrarrojo y el ultravioleta o poseer visión estereoscópica con un sólo ojo, pueden además distinguir la luz polarizada circularmente.
En la luz ordinaria los campos eléctrico y magnético oscilan en todas las direcciones del espacio que son perpendiculares a la trayectoria. En la luz polarizada linealmente la oscilación se da en un solo plano, mientras que en la luz polarizada circularmente la oscilación gira helicoidalmente a lo largo de la trayectoria, o bien a derechas, o bien a izquierdas.
Unas gafas polarizadas, o un filtro polarizador para la cámara de fotos filtran la luz polarizada si están orientados adecuadamente y nos evitan los reflejos en la nieve o del suelo. Recordemos que la luz ordinaria se queda parcialmente polarizada cuando es reflejada sobre un material no metálico. Este tipo de filtros también nos permiten hacer fotos del mar sin que aparezcan demasiados destellos.
Estos crustáceos llevarían incorporadas unas «gafas» similares a éstas de nacimiento. Según Justin Marshall, de University of Queensland en Australia, estos animales tendrían una visión única en el mundo animal. No se conoce a ningún otro tipo de animal capaz de distinguir este tipo específico de luz polarizada.
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Este animal es un crustáceo marino perteneciente al orden de los estomatópodos, es particularmente violento y no está relacionado con la familia de los camarones o gambas, pero se parece a ellos superficialmente.
Para poder discernir la luz polarizada los estomatópodos han tenido que evolucionar hasta conseguir un filtro orientado exactamente 45 grados respecto a los fotorreceptores que hay debajo. El «filtro» transforma la luz polarizada circularmente en luz polarizada linealmente.
En el estudio se analizan en detalle las bases anatómicas de la extraña forma de visión de los estomatópodos (concretamente la especie Odontodactylus scyllarus) y muestra que estas estructuras son estimuladas cuando la luz polariza circularmente incide sobre ellos. Además han podido demostrar que los animales vivos pueden asociar una recompensa de comida a la luz polarizada circularmente a izquierdas cuando son condicionados.
Pero, al parecer, en el medio natural este tipo de visión, en lugar de estar relacionado con la comida, está relacionado más bien con el sexo.
Estos animales usan señales polarizadas específicas en color para complejas interacciones sociales. Usando luz polarizada los investigadores han identificado tres especies de estomatópodos cuyos machos reflejan con parte de su cutícula exterior la luz polariza circularmente a izquierdas, pero esta habilidad no está presente en las hembras. Las áreas que reflejan luz de este modo son partes del cuerpo de estos animales que los machos usan frecuentemente para los rituales de apareamiento.
El papel preciso de este sistema no se conoce aún, pero probablemente tenga una componente sexual. Se especula con que sea un canal de comunicación secreto. La polarización lineal usada por algunos invertebrados marinos es visible para predadores como los cefalópodos (pulpos, calamares, etc.). El canal de comunicación polarizado circularmente sería invisible para predadores y para competidores.
El ser humano usa filtros polarizados en fotografía, sistemas de detección de objetos en ambientes turbios, fotografía médica, etc. Parece algunos crustáceos quizás descubrieron esto mismo 400 millones de años antes.
Fuentes y referencias:
Nota en Eureka Alert.
Nota de prensa en University of Queensland.
Nota sobre este animal en la universidad de Berkeley.
Stomatopod Biology.
Artículo original.
Nota en Physicsworld.
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