Pequeña revolución en energía solar
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Uno de los problemas de las células solares estriba en el bajo rendimiento de las mismas. Así, una célula solar comercial de silicio sólo transforma en electricidad el 15% de la luz que le llega. Aunque esa cifra se puede incrementar en el laboratorio con prototipos multicapa muy caros, desde hace años se buscan sistemas alternativos que rindan más a bajo precio, única manera de que la energía solar fotovoltaica sea rentable.
La razón del bajo rendimiento se debe, entre otras razones a que cuando un fotón de luz incide en el semiconductor de una célula convencional suele rendir como máximo solamente un electrón. La física del sistema es bastante compleja, pero se podría resumir en que cuando un electrón libre que ha absorbido un fotón colisiona (y sucede frecuentemente) con los átomos vecinos entonces es menos capaz de liberar otro electrón y la energía que debería emplearse en ello se pierde en vibraciones de la red que se escapa en forma de calor.
Recientemente diversos grupos de investigación han conseguido en el laboratorio liberar varios electrones por fotón incidente usando puntos cuánticos hechos con pequeños cristales de seleniuro o telururo de plomo.
Los puntos cuánticos son pequeñas regiones nanométricas en las cuales la función de ondas cuántica de los electrones que hay dentro se ve confinada de tal modo que dichos puntos actúan como si fueran átomos artificiales. Como se pueden manipular para condicionar sus cualidades podemos sintonizar las propiedades a nuestras necesidades, así en lugar de conformarnos con las propiedades de los átomos normales que nos ha dado la naturaleza podemos conseguir unos hechos a medida. Por ejemplo se pueden crear nanocristales semiconductores con una zanja o gap de energía más pequeña. (leer más…)