Teoría cuántica de lazos y agujeros negros
Los agujeros negros podrían rebotar y transformarse en agujero blancos, lo que solucionaría el problema de la pérdida de información.
Como ya sabemos todos los iniciados en el mundo de la Física Teórica, el gran problema que hay en ese campo es que los humanos no disponemos de una teoría cuántica de la gravedad. Hay dos mundos, uno es el de lo microscópico que describimos con la Mecánica Cuántica y uno que trata los objetos muy grandes, como estrellas, galaxias o incluso el propio Universo, objetos que describimos con la Relatividad General.
Sin embargo, hay regímenes en los que tenemos objetos muy masivos en regiones minúsculas de espacio, como el interior de agujeros negros o en el Big Bang. Para esas situaciones necesitaŕiamos una teoría cuántica de la gravedad de la que no disponemos. Esto se debe a que, entre otras cosas, no hay manera de hacer experimentos al respecto. Los físicos llevan muchas décadas persiguiendo esto con un éxito más bien escaso.
Hay varias propuestas de modelos especulativos que pretenden ser el germen de una teoría cuántica de la gravedad. Una de ellas es la teoría cuántica de lazos. Esta idea proporciona una textura al espacio-tiempo a la escala de Planck y un límite a su subdivisión indefinida. Ha cosechado algunos éxitos teóricos, como eliminar la singularidad del Big Bang, ya que una suerte de principio de exclusión aplicado al propio espacio impediría una curvatura y densidad infinitas. Según esto el Universo podría rebotar de un estado previo dando lugar después a lo que llamamos Big Bang.
Ahora, Hal M. Haggard y Carlo Rovelli han publicado un estudio basado en la teoría cuántica de lazos que aplica ideas similares a los agujeros negros. Según sus resultados los agujeros negros podrían sufrir una especie de rebote y trasformarse en agujeros blancos.
La gran ventaja del resultado es que también solucionaría la supuesta destrucción de información que se daría en los agujeros negros, pues la información se volvería a recuperar en la fase de agujero blanco. Como ya sabemos, la información no puede ser destruida, pero parece que sí lo es en un agujero negro una vez cruza el horizonte de sucesos cualquier material que porte esa información. Este es un problema en el que ya se fijó Hawking en su día y que ha sido estudiado bajo distintos puntos de vista. Se han aportado soluciones como la que brinda el principio holográfico, pero también han surgido problemas nuevos como la reciente polémica del muro de fuego.
Bajo esta nueva óptica de Carlo Rovelli, no existe el horizonte de sucesos, sino un horizonte temporal aparente. Bajo nuestra perspectiva de observadores externos nos parecería que la vida de un agujero negro es larga, pero esto sólo se debería a la dilatación temporal provocada por una curvatura extrema (pero no infinita) del espacio-tiempo en su interior. En el sistema de tiempo propio el núcleo estelar en colapso se produciría el rebote rápidamente y se tendría un agujero blanco en seguida, en concreto en unas pocas milésimas de segundo, según sus cálculos.
Sin embargo, para el observador exterior la vida de un agujero negro iría de miles de millones de años a billones de años dependiendo de su masa. Para supuestos agujeros negros que se hubieran formado durante el Big Bang su transformación en agujeros blancos se estaría dando ahora mismo. Quizás algunas explosiones de alta energía en forma de rayos cósmicos que se observan procedan precisamente de esas explosiones, por lo que, en principio, esta idea se podría corroborar. El proceso sería distinto a la evaporación Hawking.
Para un agujero negro con la masa del Sol los observadores externos tendrían que esperar miles de billones de veces la edad del Universo ahora hasta que explotase en forma de agujero blanco. Los agujeros negros supermasivos galácticos durarían incluso más.
Algunos físicos ponen pegas a esta nueva idea, como que se consideran efectos cuánticos a distancias largas que no son realistas, o que el proceso podría violar el aumento de la entropía, pues el agujero negro tendría una entropía menor que el estado que le precede, algo que niegan Rovelli y Haggard.
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Fuentes y referencias:
Artículo en ArXiv.
¿Existen los muros de fuego?
Actualidad sobre agujeros negros.
1 Comentario
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domingo 3 agosto, 2014 @ 7:47 pm
Pues si la información se recuperara en la fase de agujero blanco parece claro que se violaría la segunda ley de la Termodinámica que garantiza el aumento incesante de la entropía.No sé que argumentos dan Rovelli y Haggard para refutar esa violación.