NeoFronteras

Confirman más de 100 exoplanetas de la misión Kepler-2

Área: Espacio — jueves, 21 de julio de 2016

Pese a tener 2 volantes de inercia estropeados, el telescopio espacial Kepler es capaz de seguir detectando planetas en su segunda misión.

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El objetivo de la misión Kepler era detectar planetas alrededor de otras estrellas gracias al método de tránsito, que es cuando la perspectiva permite al planeta pasar por delante del disco de la estrella según nuestro punto de vista, lo que crea una especie de minieclipse.

Para ello, el telescopio tenía que apuntar permanentemente hacia una zona en concreto del cielo en dirección a la constelación del cisne en donde había más de 100.000 estrellas. De este modo, si se esperaba el tiempo suficiente, se podrían encontrar incluso planetas como la Tierra.

Se detectaron miles de exoplanetas, principalmente alrededor de enanas rojas, pero ninguna exotierra que orbitase una estrella como el Sol en la zona habitable. Resultó que las estrellas tenían, en general, un brillo más inestable de lo esperado, por lo que la estadística de tres o cuatro supuestos tránsitos en los cuatro años que estuvo funcionando de ese modo no parece que haya sido suficiente. Además, las posibilidades de que un planeta como la Tierra en la zona de habitabilidad pase delante de una estrella como es Sol son reducidas por razones geométricas.

Pero la puntilla en este caso fue el fallo sucesivo de dos volantes de inercia (en 2012 y 2013), lo que incapacitó al telescopio para apuntar siempre a una zona del cielo. La misión parecía acabada. Pero a los ingenieros y científicos de la misión se les corrió una idea para apuntar a una misma zona durante 3 meses para estudiar estrellas brillantes y cercanas y cambiar de zona después y así sucesivamente. Se trataba de la misión K-2 del telescopio, misión que ha venido realizando últimamente.

Gracias a esta nueva idea se han ido descubriendo candidatos a exoplanetas, sobre todo alrededor de enanas rojas. Ahora, debido a las limitaciones de tiempo, sólo puede detectar planetas con periodos orbitales ostensiblemente menores a los 3 meses. Si hablamos de planetas en zona habitable entonces se tratará necesariamente de las frías enanas rojas, que, además, constituyen el tipo de estrella más abundante en la Vía Láctea. Así que el sesgo que ya había hacia planetas en enanas rojas se ve reforzado en la misión K-2.

Ahora publican la confirmación de 104 exoplanetas de una lista de 197 candidatos, muchos de los cuales parecen de naturaleza rocosa. Cuatro de estos planetas rocosos orbitan una misma estrella con la mitad de tamaño que el Sol situada a 181 años luz de nosotros en la constelación de Acuario. Estos planetas tienen un diámetro que es de 20% a un 50% mayor que el terrestre y poseen periodos orbitales de 1 a 5,5 días. Dos de ellos parecen situarse en la zona de habitabilidad de la estrella en donde el agua podría permanecer líquida.

Para la confirmación de estos exoplanetas se han usado los telescopios en tierra Keck y North Gemini en Hawaii, además del Automated Planet Finder (operado por la Universidad de California) y el Large Binocular Telescope (operado por la Universidad de Arizona). Además, se han obtenido espectros de las estrellas alrededor de las cuales orbitan, lo que permite saber su composición e inferir así la composición de los propios planetas. Recordemos que los planetas no son más que un subproducto de la formación estelar.

Estos resultados de K-2 allanarán el camino para las misiones TESS (Transiting Exoplanet Survey Satellite) y James Webb Space Telescope. Con estas misiones se espera incluso poder tomar espectros de algunos de estos exoplanetas, lo que permitiría caracterizar su composición atmosférica. Quizás incluso se puedan encontrar bioindicadores si hay mucha suerte.

Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=4993

Fuentes y referencias:
Artículo original.
Ilustración: Karen Teramura (UHIfA), Miloslav Druckmüller, Shadia Habbal, Kepler Telescope, NASA.

Salvo que se exprese lo contrario esta obra está bajo una licencia Creative Commons.
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4 Comentarios

  1. Tomás:

    Lo que no comprendo es por qué no se le colocan unos volantes de inercia externos ya que no existe el problema del volumen. Además el viaje serviría como ensayo para saber si somos capaces de desviar un asteroide peligroso o de aprovecharlo para obtener recursos escasos o para cualquier otra cosa. No sería un viaje inútil.

  2. NeoFronteras:

    Pues porque saldría más caro que lanzar uno nuevo y el proyecto llevaría varios años y el telescopio no sobreviviría tanto tiempo. No ha sido tampoco diseñado para ser reparado en órbita. Además, ahora EEUU carece de la capacidad de tener misiones tripuladas y menos hasta la órbita rara de Kepler.

  3. Tomás:

    Dices órbita «rara». Creía que era muy similar a la de la Tierra alrededor del Sol. Algo así como fue, si la teoría es cierta, la de Tea.

  4. NeoFronteras:

    Sí, es una órbita como la de la Tierra. Es decir, no es una órbita baja como la del Hubble a la que se pueda llegar fácilmente.

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