No se satisface la demanda de verduras
La producción agrícola mundial no satisface una posible demanda de frutas y verduras como para que los habitantes del planeta puedan llevar una dieta sana.
El ser humano ha superado los límites de este planeta. No ya porque algunos de nosotros consumimos de forma desaforada todo tipo de recursos, sino porque ya somos muchos como para poder alimentarnos bien.
Esto se empezaba a sospechar desde empezó la moda de aconsejarnos que comamos insectos, gusanos o medusas.
Sin embargo, seguimos con nuestro estilo de vida y con nuestra tasa reproductora como si los límites ecológicos, climáticos, geológicos, termodinámicos o incluso matemáticos no nos afectaran.
Un estudio al respecto realizado por investigadores de la Universidad de Guelph echa unas cuentas muy sencillas: si todos lleváramos una dieta sana no habría ahora mismo suficientes frutas y verduras en el mundo como para abastecer la demanda.
Estos investigadores han comparado la producción agrícola global con las recomendaciones hechas por los nutricionistas y han encontrado un desfase drástico.
«Simplemente no podemos adoptar una dieta sana bajo el sistema agrícola actual», dice Evan Fraser. «Los resultados muestran que el sistema agrícola global actual sobreproduce cereales, grasas y azúcar, mientras que la producción de frutas y vegetales y, en menor medida, proteínas, no son suficientes como para alcanzar las necesidades de la actual población», añade.
El estudio calcula el número porciones por persona de la Tierra para cada tipo de comida recomendado por la guía «Healthy Eating Plate» de la Universidad de Harvard. Según esta guía, la dieta debería consistir en un 50% de frutas y vegetales, un 25% de grano y otro 25% de proteínas, grasas y productos lácteos.
Luego calcularon cuánta tierra de cultivo es usada en la actual agricultura y cuánta se necesitaría para abastecer la demanda recomendada de consumo ideal de frutas y verduras. Más tarde proyectaron esos números para 2050, cuando la población humana sea de 10.000 millones de personas.
Encontraron que ahora se producen 12 porciones de grano por persona en lugar de las 8 recomendadas, 5 de fruta y verdura en lugar de las 15 recomendadas y 3 de grasas y aceites en lugar de 1, 3 de proteínas en lugar de las 5 recomendadas y, finalmente, 4 de azúcar en lugar de 1una recomendada.
«Lo que estamos produciendo a nivel global no es lo que deberíamos producir según los nutricionistas», dice Fraser.
Como los carbohidratos son relativamente fáciles de producir y pueden alimentar a mucha gente, los países en vías de desarrollo se centran en la producción de grano. Durante décadas, estos países han apoyado y subvencionado la producción de cereales para ser autosuficientes y establecerse como líderes en producción. Estos países han gastado mucho dinero en investigación y desarrollo sobre este tipo de cultivos en lugar de en frutas y verduras.
Además, las grasas, el azúcar y la sal son sustancias que agradan y atraen al ser humano por razones evolutivas, así que tendemos a consumirlas. Todos estos factores combinados han dado lugar a un sistema de producción de alimentos a nivel mundial que sobreproduce unos alimentos respecto a otros, pero que no favorece una dieta sana.
El estudio señala un factor positivo en todo esto. Si se cambiara el sistema de producción de alimentos hacia uno que cubra la demanda de una dieta sana, el impacto ecológico de la agricultura sería menos lesivo, entre otras cosas porque se necesitaría menos tierra de cultivo. Así que sería bueno para el planeta.
En concreto, con la adopción de esta política de producción, se cultivarían 50 millones de hectáreas menos porque las verduras y frutas necesitan menor superficie cultivable que la producción de cereales, azúcar o grasas.
Pero, para alcanzar esta meta, los consumidores necesitarían ingerir menos carne y la agricultura producir más proteína vegetal.
Si no se establecen estos cambios los 10000 millones de habitantes del mundo para 2050 necesitarán 12 millones de hectáreas más de tierra de cultivo y 1000 millones de hectáreas de pastos.
«Alimentar a la siguiente generación es uno de los desafíos que tenemos que afrontar en el siglo XXI. Para una población en aumento, nuestros cálculos sugieren que sólo hay una manera de tener una dieta equilibrada, salvar la tierra de cultivo y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, que es producir y consumir más frutas y verduras, así como hacer una transición a dietas con proteínas de origen vegetal», finaliza Fraser.
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Fuentes y referencias:
Artículo original.
Foto: NeoFronteras.
11 Comentarios
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viernes 26 octubre, 2018 @ 7:40 pm
La única solución sostenible es el control de la natalidad.
viernes 26 octubre, 2018 @ 9:09 pm
Y es un círculo vicioso… Se produce en exceso grasa y azúcares con lo cual su precio baja y estimula el consumo, y el consumo alto estimula la producción…
Por el otro lado una alimentación sana es cara y la gente no la consume lo cual hace que se siembre menos…
Creo que la única solución son los incentivos correctos de parte de los gobiernos… Producir muchas frutas y verduras y forzar el precio a la baja…
sábado 27 octubre, 2018 @ 6:45 am
Que somos demasiados es de cajón.
En cuanto al comentario de JavierL, se oye constantemente, pero, una vez más acabo de escucharlo ahora, que los agricultores con una frecuencia desmotivadora, no alcanzan a cubrir los costes de producción y, a veces, han de dejar sin recoger la cosecha. Achacan esto a que la mayor parte del precio final va al bolsillo de intermediarios y distribuidores últimos, especialmente las grandes superficies. La agricultura familiar casi no existe y el capital retirado de la burbuja inmobiliaria ha ido a parar a importantes superficies de cultivo -seguramente monocultivo para industrializar la cosa-. Eso conlleva que los pueblos pierdan a los jóvenes y buenísimas tierras, de pocas dimensiones -vegas de problemática utilización de maquinaria- se abandonen. Esto en España y, como digo, lo acabo de escuchar.
sábado 27 octubre, 2018 @ 10:57 am
Es un problema de producción no de capidad de producir
sábado 27 octubre, 2018 @ 7:18 pm
Control de la natalidad, consumismo, nutrición, producción agrícola… Pero de la equitativa distribución de la riqueza no se habla ¿no?
No, de eso no se habla y cuidadito que te pueden señalar de comunista… ¡Comunista!
domingo 28 octubre, 2018 @ 8:46 am
Te agradecería, «chizón» que te explicases más extensamente.
domingo 28 octubre, 2018 @ 6:39 pm
Hombre, la dieta del cuartelillo romano. Grano a tutti pleni. Normal, la fruta se escogorroncia enseguida y para todo lo demás, cloruro sódico a punta pala (literalmente). HTA por las nubes, problemas dentales y sanitarios (conductos de plomo en el agua «sanitaria»), y por supuesto, hambrunas. Esto demuestra que los humanos somos relativamente resistentes. Por no hablar de detallitos que dan para mucho.
No hay forma de hacer una política de natalidad racional en este sistema social que tenemos. Yo niego la mayor. No existe tal cosa, salvo excepciones menores, como China, y se limita a ser un refuerzo del sistema judicial. En Occidente la natalidad cae porque el sistema la desincentiva cuando la plebe accede a posiciones relativamente acomodadas, en EEUU p.ej. con bolsas cada vez más espeluznantes de pobreza (lo que pudorosamente se llama «por debajo de las necesidades básicas) la natalidad está casi a nivel tercer mundo. Al sistema le da igual, además la emigración es básica para el sistema, no puede funcionar sin ella (para muchos estados, la única mercancía que pueden poner en el mercado es precisamente la mano de obra). No hay más que ver la demografía en los países ex-comunistas para darse cuenta de que el «control de natalidad» es lo mismo que el «control de la contaminación», los «derechos humanos», y todo lo demás: mentiras para autoengaño a nivel general, lo que siempre usan los sistemas totalitarios.
No estoy diciendo que no haya claramente directrices de control de natalidad a nivel médico, claramente que las hay, estoy diciendo que a escala social funcionan lo mismo que el reciclaje. Un paripé.
El hambre puede ser un problema que explote antes de lo que se piensa, y lo hará por problemas políticos, no materiales. La escasez que había en la URSS no fue provocada por la ineficiencia del sistema (o sí, pero en sentido muy amplio), sino porque la casta dominante ya estaba maniobrando para el desastre que se montaron. Vemos como se está usando hoy mismo (como siempre se hizo), para derrocar regímenes, o disciplinar aliados incluso, con auténticos bloqueos. El hambre siempre ha sido un método infalible para desplomes demográficos (o disparar la emigración que redunda en lo mismo).
Para todo lo demás, apuntarle a Tomás que posiblemente veremos la IA y los robots intentar tomar el control de la producción agrícola. Si no lo estamos viendo ya es porque obviamente el precio de la maquinaria con mucho excede a lo que cobran en España un pequeño ejército de inmigrantes trabajando de semiesclavos en condiciones insalubres.
Estos problemas, de forma radical, sólo puede aportar para resolverlos la sociología, porque derivan de nuestra forma de organizarnos. Mientras no nos conozcamos mejor a nosotros mismos, seguiremos creando una religión tecnológica acorde a nuestras pesadillas e ignorancias, y no a sobrevivir de forma más racional que incluye no destrozar el único sitio del Universo donde podemos vivir. Pero es que la vasta mayoría de nuestros congéneres no vive en la realidad. A los que hay que sumar los que sí, y pasan de todo.
domingo 28 octubre, 2018 @ 6:46 pm
Para todo lo demás, por un lado Europa se ha reforestado respecto a 1900 (no acaban de quedar claras las causas, en parte seguramente por la urbanización en su fase más agresiva), desde luego no significativamente como para recuperar simplemente el estado de cosas del siglo XVII, por no ir muy atrás. En un mundo ideal, habría bosques con frutales esparcidos, pero esto es un mundo irreal. Pero real.
lunes 29 octubre, 2018 @ 1:21 am
Y el estacazo que nos va a propinar Gaia a los que estamos en lo alto de la cadena va a ser también muy real.
Prácticamente ratifico todos los comentarios, con especial hincapié a lo que señalan «joe» y Tomás.
Y muy bien señalado ese círculo vicioso, amigo JavierL: los expertos hablan de «desiertos alimentarios» refiriéndose a las zonas cuyos habitantes tienen que recorrer grandes distancias para comprar frutas y verduras frescas, y además caras, con lo que prácticamente no se dejan de consumir. La extensión de los desiertos alimentarios en EEUU es sorprendente, comparativamente muy superior a la de Marruecos o España, donde se producen la mayoría de frutas y verduras que se consumen en Europa.
lunes 29 octubre, 2018 @ 4:20 am
Es increible que los trolls hayan llegado hasta aquí…
Y que los usuarios no reclamen lo que les están quitando.
La solución al problema de alimentación en el mundo es simple:
¡JUSTA DISTRIBU7CIÓN DE LA RIQUEZA!
Y ahora vengan a trollear que para eso les pagan.
lunes 29 octubre, 2018 @ 9:31 am
Por supuesto lo que dices, «Desde el Sur», pero si lo que hay es insuficiente o, lo que es lo mismo, si somos demasiados, lo que a cada uno toque será cada vez más menos conforme aumentemos nuestro número. O sea que disminución de la población, imprescindible.